Imagen de archivo de una Escuela Taurina española.
Tras la detención del docente de la escuela murciana, los alumnos han reconocido que tenían miedo a denunciar por miedo a las represalias y ver frustradas sus carreras.
La decena de alumnos de la Escuela de Tauromaquia de la Región de Murcia no denunciaron los abusos sexuales de los que presuntamente fueron víctimas y por los que el profesor del centro, J.M.O., permanece en prisión desde este miércoles, por vergüenza y por temor a que se pudieran tomar represalias contra ellos y ver frustrada su ilusión de ser toreros.
Así se
recoge en las actas de sus declaraciones a la Policía Nacional, en las
que, según han indicado a Efe fuentes cercanas a la investigación,
también manifestaron que guardaron silencio por temor a no ser creídos y
porque por su corta edad, en algún caso, solo once años, no le dieron la importancia que realmente tenía al comportamiento de aquel.
Los alumnos -seis
chicas y cuatro chicos- declararon también que, ante los tocamientos y
las agresiones sexuales presuntamente realizadas por el profesor, quedaron en un estado de shock y algunos de ellos han tenido que someterse a tratamiento psicológico o psiquiátrico para superar esa vivencia.
Los declarantes han
coincidido en indicar a la Policía Nacional que J.M.O., supuestamente,
hacía todo lo posible por ganarse la confianza de sus padres, hasta el
punto de que estos, en algunos casos, daban mayor credibilidad a lo que
éste les decía que a lo que ellos les referían.
Diferencia de trato con las mujeres
Han coincidido en
indicar que, mientras en las clases prácticas, a los chicos corregía su
posición al dar los pases sin tocarlos, en el caso de las chicas se
acercaba a las mismas por detrás para hacerles tocamientos en las nalgas
y en los pechos.
También han revelado
que a estas les tomaba las pulsaciones no en la muñeca, sino en el
pecho, lo que aprovechaba, presuntamente, para hacerles tocamientos en
esa zona.
Una de las víctimas ha manifestado que fue sometida a sesiones fotográficas en las que habría sido obligada a posar desnuda
Una
de las víctimas ha manifestado igualmente que las sometió a sesiones
fotográficas en las que habrían sido obligadas a posar desnudas o con un
mínimo de ropa.
Los alumnos han señalado también que si accedían a los requerimientos sexuales del detenido era por miedo a que en caso contrario se vengara de ellos y no los seleccionara para tomar parte en las clases prácticas en público y en otro festejos.
Los declarantes han
dicho a los agentes encargados de la investigación que era frecuente
que tuviera un comportamiento procaz ante ellos, con frases de contenido sexual, y que en una ocasión presumió de haber mantenido una relación sexual al mismo tiempo con una alumna y con su madre.
Otra circunstancia que también habría aprovechado este profesor, presuntamente, para efectuar los tocamientos era ofrecerse a dar masajes a las chicas, a las que decía que sus muslos debían perder volumen para tener una figura más estilizada.
Por lo que se
refiere a los abusos presuntamente sufridos por las alumnas, los mismos
se habrían cometido en dependencias de la plaza de toros, en hoteles y
en un piso ubicado en Murcia, mientras que en el caso de los chicos se
habrían producido en su domicilio, cuando no había ningún miembro de su
familia.
El pretexto que
habría utilizado para con estos últimos habría sido el de invitarlos a
ver vídeos taurinos para abusar de algunos de ellos y mostrarles también
películas pornográficas.
Los hechos que se investigan se habrían producido desde 2006 hasta 2019
Según
la Policía Nacional, que no descarta la existencia de más perjudicados,
los hechos que se investigan se habrían producido entre los años 2006,
cuando J.M.O. no daba aún clases en la Escuela de Tauromaquia, hasta
2019.
Según las
manifestaciones hechas por otros testigos, los ofrecimientos o
exigencias sexuales no se habrían limitado a los alumnos, sino que los
mismos se habrían extendido también a algunos de sus familiares.
Tampoco habrían
escapado a sus tocamientos algunas alumnas Erasmus que se habían
acercado a la plaza de toros para conocer la fiesta. En las diligencias
han declarado ya no solo los alumnos y alumnas perjudicados, la mayor
parte de ellos menores de edad, sino también una novillera, mayor de edad, que igualmente figura entre los perjudicados.
La investigación
fue abierta el pasado 3 de septiembre, tras recibirse un anónimo en la
Unidad de Familia y Atención a la Mujer (UFAM) de la Policía Nacional en
Murcia en el que se alertaba de la presunta comisión de abusos sexuales
en la Escuela de Tauromaquia.
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