En
la madrugada del 26 de noviembre de 1985 fueron detenidas cuatro
personas a las cuales se les aplicó la Ley Antiterrorista. Tras el
periodo de internamiento que permite dicha ley el balance fue el
siguiente: tres personas puestas en libertad sin cargo alguno y un
muerto.
Aquí,
en esta tierra todos sabemos lo que ocurrió, la versión oficial
sostiene que Mikel escapó de los agentes de la Guardia Civil, esposado y
con las manos en la espalda, y que se ahogó al intentar cruzar el río
Bidasoa, pero hay indicios y testimonios que revelan que murió a
consecuencia de las torturas a las que fue sometido. Más de treinta años
buscando justicia y reconocimiento para Mikel Zabalza, la historia de
su desaparición y muerte la sabemos todos, pero ¿Quién fue Mikel
Zabalza? ¿Qué sabemos de él? El brazo ejecutivo del poder lo consideró
sospechoso de pertenecer a ETA, y le aplicó lo que tiene estipulado para
esos casos. Los que le conocieron de cerca, así le describieron:
SU FAMILIA
"Mikel
nació y creció en Orbaizeta, hijo mayor de una larga familia de nueve
hermanos. Hasta los catorce años estuvo estudiando en la escuela de la
Fábrica de Orbaizeta, ayudando en los trabajos de la casa. A los quince
años, durante la temporada de pastoreo en invierno, fue como pastor de
las ovejas del baserri a Iparralde. En mayo regresó y siguió colaborando
en las labores del baserri. Al año siguiente volvió a ir a Iparralde
durante esa campaña. A partir de entonces ya no volvió a ir con las
ovejas como pastor, pero siempre sintió afición hacia todo lo que se
relacionaba con el pastoreo. Cuando se traían de vuelta las ovejas por
las cañadas siempre venía él, incluso cambiando los turnos de su
trabajo. No solo hacía esto con las ovejas, sino que lo hacía con todo
lo relacionado con las labores agropecuarias de su casa natal. Además
siempre estaba dispuesto a ayudar en lo que hiciese falta, tanto a su
familia, como a los vecinos.
A
partir de los diecisiete años compaginó los trabajos del baserri con
otros que le surgían por temporadas, siempre con la finalidad de ayudar
en casa económicamente. Cuando hizo el servicio militar en Irún, le toco
la lotería y el dinero lo entregó en casa. Ayudó en la compra de una
oruga, en los arreglos de cualquier avería de la maquinaria agrícola, en
la compra del tractor. Después, como casi todos los jóvenes en aquella
época, abandonó el pueblo en busca de trabajo, estuvo trabajando con Gil
Industrias en el Valle de Salazar, en una explotación marmolera en
Aezkoa, realizando tareas de limpieza de montes y de bombero por la zona
de Lesaka. Y después, cuando tenía alrededor de 27 años, encontró un
trabajo estable, como conductor de la Compañía del Tranvía, de San
Sebastián. Cinco años después, su cadáver esposado llevaba el pantalón
del uniforme de chofer cuando fue encontrado flotando en el río
Bidasoa"
EL PÁRROCO DE ORBAIZETA
"La
familia vivía a cinco kilómetros de la iglesia, en la antigua fábrica
de armas, y le puso a la vivienda el diminutivo vasco de la flor: Casa
Loretxo. Conocí a Mikel cuando era un mozo de 18 años, fue monaguillo en
la capilla de la fábrica de Orbaizeta y me ayudaba sobre todo a
arreglar y restaurar objetos de la capilla. Él era pastor, como toda su
familia. Había dejado la escuela cuatro años antes y andaba todo el día
con el ganado, pasando el Pirineo de un lado a otro, midiendo sus faldas
centímetro a centímetro con el trabajo diario, porque tenía unos primos
carnales junto a Saint Jean Pied de Port y porque él no pensaba que su
conocimiento de las cañadas y de los valles, su identificación con los
accidentes geográficos del monte pudiera un día volverse tan en su
contra como para convertirse en una factura que le pasara la muerte.
En
el funeral de Mikel el día 18 de diciembre de 1985 el párroco destacó
en su homilía lo siguiente: "En el mundo de hoy te encuentras con
personas que tienen la piel fina, son brillantes en su exterior pero por
dentro están llenos de malicia. Nuestro hermano Mikel era lo contrario,
tenía la piel áspera por el trabajo, por su esfuerzo en ayudar a todos
pero su corazón era fuerte, sencillo, amable con todos. Era Mikel como
el roble de nuestros montes de Irati, por fuera la piel rugosa y áspera,
pero por dentro sano, noble, lleno de vitalidad..."
JOVENES DEL PUEBLO DE ORBAIZETA
"Donde
empieza la selva de Irati, en el corazón de Euskal Herria, en el norte
de Navarra, limitando con Iparralde se encuentra nuestro pueblo
Orbaizeta. Aquí vio la luz un día Mikel Zabalza Garate, exactamente en
el barrio de la fábrica, junto a las ruinas de la Fábrica de Armas.
Nació en una familia humilde y trabajadora como todas las de este
pequeñísimo pueblo. Tras él fueron llegando varios hermanos, ocho más,
para quienes fue su hermano mayor, su segundo padre. Desde pequeño su
vida fue como la de todos nosotros, juegos, escuela, trabajar en casa...
para más tarde de joven, sacar una peseta donde se podía para ayudar a
los suyos.
En una cosa fue diferente a la
mayoría de nuestro pueblo: mantuvo con su familia la lengua de nuestros
antepasados, la lengua de nuestro pueblo, el euskera. En el aspecto
social y de ocio, era, sin lugar a dudas, el amigo y el compañero de
todos; le gustaba alternar, hablar, jugar... con el primero que
aparecía, respetando siempre cualquier manera de pensar u obrar de la
persona que en cada momento se relacionaba. En los pocos actos
culturales que se celebraban , era una de las personas que siempre
colaboraba en lo que hacía falta. En lo político era parejo a todo el
pueblo; nos costó despertar... quizá ahora empezamos a entender algo de
política.
Hacía
poco tiempo que había encontrado trabajo en otro punto de Euskal
Herria, él quería trabajar porque todos los hermanos no podían quedarse
en la casa. Seguía viniendo muy a menudo; su relación era la de siempre,
incluso pasó grandes temporadas por sus bajas laborales a causa de tres
intervenciones quirúrgicas a las que tuvo que someterse. Se había
forjado una vida con un porvenir más claro, su familia había hecho lo
difícil, y ahora el futuro era más bonito, era el momento de vivir, de
recoger los frutos de tanto sufrimiento y trabajo.
Pero
no, llegaron las primeras horas de aquel 26 de noviembre de 1985. Él,
dos de sus hermanos, su primo... todos de aquí mas su compañera y alguno
mas, son detenidos, torturados y más tarde puestos en libertad sin
cargo. Hubo una excepción: Mikel, que aparecería muerto a los veinte
días. Quienes lo llevaron vivo lo entregaron muerto. Lo que pasó, este
pueblo lo sabe, pero no es aquí donde nos toca decirlo.
Creemos
que la reacción de este pueblo tras su desaparición es el mejor ejemplo
de lo que se le apreciaba y quería. Unido a ello, vimos que este
pueblo, todos los vecinos, que jamás se habían manifestado, habían hecho
una Huelga General, habían acudido masivamente a asambleas y
batzarras... cambiaban sus costumbres y, como un pueblo azotado, herido y
humillado, reaccionaba solidariamente con su hermano desaparecido, con
acuerdos de Ayuntamiento, pidiendo explicaciones por los hechos con
asambleas y manifestaciones, reuniones con "altas personalidades" de
diferentes instituciones, búsqueda infructuosa de su cuerpo aquí y allá
etc, etc. Hasta que llegó ese 15 de diciembre. La noticia era bastante
esperada, pero fue una gran puñalada a este pueblo. El dolor y sobre
todo la impotencia se hizo dueña de todos los que aquí estamos. Así
esperamos su cuerpo para darle reposo junto a los suyos, junto a los
nuestros. Fue el más impresionante y multitudinario sepelio aquí
realizado. El silencio total que en él existió fue la demostración mas
clara de nuestro respeto y admiración hacia él.
Más
tarde, ese día, dentro de la única Huelga General que se ha realizado
en esta zona, infinidad de tractores y coches recorrieron las carreteras
del valle en un acto espontáneo y emotivo, y pasábamos por delante de
su casa para solidarizarnos con su familia. Día mas tarde, prácticamente
la totalidad de este pueblo acudía a una manifestación multitudinaria
en Iruña, organizada conjuntamente por nuestro Ayuntamiento y su
familia. El mejor resumen que se nos ocurre referente a lo aquí
expuesto, es decir que Mikel era en todo, uno mas de Orbaizeta. Los
hechos que intentamos describir así lo demuestran. Ahora en este pueblo,
todos sabemos lo que ha pasado, el veredicto es claro; es a la justicia
española a la que le resta posicionarse. Mientras tanto un vecino
nuestro, inocente, sin saber por qué, murió. Descansa en el cementerio
de su pueblo. Mirando su tumba a los que aquí solo nos sale un palabra
"justicia"
EDURNE AGIRRETXE (COMPAÑERA DE TRABAJO)
Edurne
Agirretxe era la única mujer que conducía un autobús en la empresa
donde trabajaba Mikel, dolida e indignada expresó "Era un jatorra, qué
te voy a decir. Tenía un trato correctísimo y era una persona de diálogo
constructivo. No hablaba de chorradas. Para mí, Mikel será siempre un
símbolo de identificación vasca, abertzale. La muerte de Mikel ha
supuesto un gran cambio para mi porque he comprobado las grandes
diferencias entre mis compañeros de trabajo. Los días que transcurrieron
desde su detención hasta que apareció fueron días de reflexión, pues
pensaba y pienso que cualquier día me pueden matar igual que a él,
porque nuestro único "delito" es ser euskaldunes"
Fuente: "Mikelen hilketa eta herri baten intuizioa" (Amnistiaren Aldeko Batzordea)
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