Nosotras las precarias somos quienes nos
prostituímos. Nosotras las precarias, las pobres, las parias somos putas
en potencia, y crecimos sabiéndolo.
Nosotras las precarias sabemos que nos podemos “meter a puta” si todo va mal, porque la prostitución es una opción para nosotras, la pobres, las parias…
Nosotras, más aún, nosotras las migrantes en suelo español. Nosotras somos quienes nos prostituímos para ser consumidas por hombres autóctonos y hombres migrantes. Por hombres…
Nosotras tenemos claro que a lo largo de la historia han sido las mujeres de las clases populares quienes nos hemos prostituido.
Entonces alguien te dice: “la prostitución de lujo,
blablabla…”. Sí, porque existir existe, sin embargo, la mayoría de las
mujeres en prostitución superviven en esta situación. No conozco a
ninguna que se haya hecho rica, se hacen ricos otros a costa de nuestra
explotación. Pero nosotras sabemos como influyen los medios de
comunicación en la construcción de esa imagen de la puta de alto standing.
Justo leo que se va a estrenar una serie llamada: The girlfriend experience
en la que la protagonista es una niña-bien que se mete a puta…
De lujo…
Ficción absurda que funciona como dispositivo para revestir -una vez
más- de glamour la prostitución.
Me cansa, me aburre, me harta no sólo esa imagen construída de la prostitución de lujo, sino
sobre todo, la sobrerrepresentación de la prostitución en el cine y
series (creadas, por supuesto, por la mirada masculina). Directores a
los que les gusta imaginar a personajes femeninos relacionados con la
prostitución… Bastante significativo el asunto.
Nos podría invitar a
reflexionar sobre cómo la prostituta es una especie de ideal masculino*
(heterosexual): la mujer a la que elijo (sin necesidad de que ella me elija también a mí), me la follo y pago.
Eso es la prostitución: pase, observe nuestros productos, compare, elija y folle, como un auténtico caballero. Folle
con mujeres precarias que necesitan su dinero. Para eso estamos, para
que nos joda el patriarcado y el capitalismo encarnado en la figura del
hombre prostituyente.
Hasta que acabemos con todo esto porque no
pensamos rendirnos.
Me niego a aceptar que mis compañeras precarias,
pobres, parias tengan que prostituirse porque sigue habiendo muchos
hombres que pagan por ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR TU OPINION-THANKS FOR YOUR OPINION