ESTA OBRA DE EDOUARD MANET PODRÍA TITULARSE “IZQUIERDA UNIDA ESPERANDO QUE PABLITO LA RAPTE UNA SEMANA ELECTORAL”
El sexy del Club de Fans de Pablito debe radicar en algún punto G cuya ubicación intuyo, pero no debo revelar… de momento.
No albergo la menor duda acerca de la ceguera del amor y de que el
intangible atractivo del líder mediático (que no político) es patrimonio
de casi cinco millones de personas, a las que me une, como único cordón
umbilical, ese común repelús que nos embarga a todos/as ante los
Populares y sus Corruptelas, sean valencianas, panameñas, suizas o
andorranas.
Sigo considerando a Pablito un psicópata tendido en la chaise longue,
a guisa de Sara Montiel, ávido de portadas, programas prime time,
charlas y conferencias varias, junto a sus huestes habituales o cerca de
sus mentores trotskistas.
En ese Sanedrín se asientan el filoterrorista Santiago Alba,
entusiasta defensor de la violencia indiscriminada como método idóneo
para perpetrar golpes de estado (Libia, Ucrania, Siria…) o su hermano de
leche Carlos Fernández-Liria, profesor de filosofía como el anterior,
pero dotado de cierto ingenio y sentido del humor, que le ha llevado a
escribir un panfleto titulado “En defensa del Populismo”.
Lo malo es que el precio del chiste (17 euros y cincuenta céntimos)
no resulta tan populista, ya que supongo va dirigido a un colectivo con
el bolsillo medio vacío.
Pero el negocio es el negocio y el Club de Fans nada en la
abundancia. Más de medio millón de euros mensuales permiten al grupo
encarar el futuro con la misma placidez que Felipe VI y su señora.
Dicen que Pablito anda tras IU para sentarla a su mesa e invitar a
Garzón a un pacto on the rocks. ¡Coño¡…¿pero no había despreciado
olímpicamente a la coalición?
Tiro de hemeroteca virtual y me topo con la frase con la que
encabezo este escrito, pronunciada por este megalómano de amplio
espectro, al que han fabricado, modelado y vestido todos los medios
periodísticos del país, desde su aparición en Interconomía en 2013, al
lado de los más aguerridos franquistas de la patria borbónica.
Primero el desdén y ahora el ruego. El péndulo sigue siendo el referente global del profesor adjunto.
Pero reconozcámoslo: Pablito es un líder mediático, como Bisbal,
Belén Esteban, Wyoming, Jesulín de Ubrique o Pablo Motos, fenómenos del
plasma que, desgraciadamente, nunca quisieron meterse en política,
porque entonces el Parlamento español hubiera adquirido su mayor
esplendor. Una putada.
Yo también defiendo el populismo.
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