El río de las elecciones vascas y gallegas ha arrastrado al mar del éxito a algunos (PP en Galicia y PNV en Euskadi), ha mantenido a flote a otros (Bildu, En Marea, Podemos y BNG), y ha hundido de forma inexorable al PSOE y a C’s.
El PSOE ha tenido los peores resultados de su historia.
Lleva concatenando peores datos desde la marcha de Rubalcaba en todas las
elecciones donde se presenta. Y Ciudadanos, que tanto iba a regenerar y tanto
quiere representar la unidad de España –aunque sea a la fuerza--, se ha
encontrado con un fracaso estrepitoso en dos comunidades de las llamadas
históricas.
Lo de Sánchez huele mal, fatal. Su fracaso en las dos
comunidades hace que sus “queridos compañeros” de su partido, esos que se lo
quieren cargar desde que llegó, estén más alborotados que nunca.
Es difícil que pueda salir de esta situación, porque, aunque la responsabilidad es en gran parte de los barones rebeldes, que le han hecho la cama durante la campaña, no puede esconderse y echar la culpa a los demás, cuando él es la cabeza visible.
El fuego amigo le ha golpeado seriamente y Susana, empujada por Emiliano y Guillermo, está a puntito de dar el salto del ángel y caer sobre su cabeza.
Es difícil que pueda salir de esta situación, porque, aunque la responsabilidad es en gran parte de los barones rebeldes, que le han hecho la cama durante la campaña, no puede esconderse y echar la culpa a los demás, cuando él es la cabeza visible.
Sánchez preside la reunión de la Ejecutiva del PSOE para analizar los resultados del 25S.
El fuego amigo le ha golpeado seriamente y Susana, empujada por Emiliano y Guillermo, está a puntito de dar el salto del ángel y caer sobre su cabeza.
Y qué decir de Rivera. Un ejemplo de patriota de cartón que
lucha por una España que no existe y que no es capaz de entender nada de lo que
es un estado muntinacional y lo ha pagado con creces.
Ahora manda a sus secuaces a que den explicaciones sobre los resultados de las elecciones y él se esconde y, en todo caso, sigue tratando de empujar al PSOE para que su amo y señor, Rajoy, pueda ser presidente.
Ahora manda a sus secuaces a que den explicaciones sobre los resultados de las elecciones y él se esconde y, en todo caso, sigue tratando de empujar al PSOE para que su amo y señor, Rajoy, pueda ser presidente.
Y si el PSOE ha bajado notablemente, Ciudadanos no sólo no
ha entrado en ninguno de los dos parlamentos, es que además ha obtenido menos
votos que UPyD en Euskadi y mira que es difícil.
A mi parecer un dato significativo de lo que puede ser el futuro de este partido yenka, que va: “izquierda, izquierda, derecha, derecha, delante, detrás…” para acabar desapareciendo, tragado por sus amigos peperos.
A mi parecer un dato significativo de lo que puede ser el futuro de este partido yenka, que va: “izquierda, izquierda, derecha, derecha, delante, detrás…” para acabar desapareciendo, tragado por sus amigos peperos.
La tristeza es que los resultados de los socialistas hacen
más difícil la posibilidad de un gobierno sin el PP. Sánchez ha perdido
confianza suficiente con los resultados como para que Unidos Podemos se lo
piense. Hoy ya no es anteayer, aunque la única aventura positiva del líder
socialista es conseguir ser presidente de gobierno antes de que le ‘dimitan’.
Por cierto, reconociendo el éxito de Núñez Feijóo en
Galicia, no hay que olvidar que el PP ha quedado último en Euskadi, y eso que
ha presentado a uno de sus ministros queridos como candidato –Alfonso Alonso--,
mientras que en Galicia: Feijóo se ha presentado en la campaña –salvo en una
ocasión y ha dado más de veinte mítines-- sin Rajoy y en auditorios donde la
marca PP estaba casi escondida, como si huyera de su propio partido y sobre
todo de su jefe.
Y es que Feijóo no quería contaminarse y, al parecer, lo ha conseguido.
Y es que Feijóo no quería contaminarse y, al parecer, lo ha conseguido.
Salud y República
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