Queremos políticas integrales -y presupuestos integrales, por supuesto- contra la violencia machista.
Y por pedir: no les vendría mal a políticos y políticas un poco de formación en feminismos
Y
queremos también más ejemplos de mujeres luchadoras, poderosas y
divertidas en el cine, las series, la literatura o la publicidad. Pero
sobre todo deseamos divertirnos, reírnos y tener fuerzas para luchar
Se va 2016, un año que como todos ha tenido sus
cosas buenas, sus cosas malas, sus luces y sus sombras. Ha sido el año
del bucle electoral, con esa campaña electoral sin fin –y sin apenas
perspectiva de género-, el año de la teta y del bebé de Carolina
Bescansa, del billete de 20 dólares de Harriet Tubman, del discurso de Madonna, de los Juegos Olímpicos y de Fu Yuanhai.
Del asesinato de Berta Cáceres y de otras lideresas y defensoras indígenas, del verano del burkini.
Ha sido el año del 25 aniversario de ' Thelma y Louise', de las ' Cazafantasmas' de ' Buscando a Dory' y también de la horrible 'Julieta' o de la pesada de Bridget Jones.
Ha sido el año de las movilizaciones internacionales contra la
violencia de género, entre las que destacan especialmente las sucedidas
en Argentina,
a raíz del vil y cruel asesinato de la joven Lucía Pérez en Mar de
Plata.
Y aquí radica el verdadero punto negro del año 2016 el del
feminicidio sistemático de mujeres. En España, ha habido 103 asesinatos y feminicidios. Tampoco podemos olvidarnos de la agresión sexual múltiple sucedida en la primera noche de San Fermín.
Ante este panorama ¿qué le podemos pedir las feministas al nuevo año que va a comenzar en breve?
Asumimos que no van a desaparecer fácilmente la organización
estructural del poder patriarcal con su brecha salarial, su techo de
cristal, sus precariedades, sus desigualdades, sus micromachismos, su
terrorismo de género, sus ataques machunos en internet, pero aquí van
siete deseos básicos.
Deseo número 1: que no
nos asesinen, que no nos violen, que no nos maten. Que dejemos de
sentir miedo si vamos por la calle solas. Que dejemos de sentirnos
culpables ante las agresiones que recibimos las mujeres por el mero
hecho de serlo.
Deseo número: que los medios de
comunicación informen sobre violencia machista desde la responsabilidad y
el compromiso. Las mujeres no mueren, se las asesina. Ellas no son las
responsables de sus asesinatos, y no se las puede culpabilizar.
No nos
interesan la vida ni milagros de agresores y asesinos. Nos interesa prevenir, educar y sensibilizar.
Deseo número 3: un auténtico pacto de Estado ante la violencia de
género. Un problema estructural y no una lacra. Lacra es la secuela o
señal de una enfermedad o achaque, o un vicio físico y moral; mientras
que algo estructural se refiere a la forma en la que están relacionadas
las partes del conjunto.
Esto es, supone asumir que hay muchas partes
del conjunto que forman la sociedad que están afectadas por la
desigualdad y el machismo.
No les vendría mal a políticos y políticas un poco de formación en feminismos y mayor voluntad.
La desigualdad no se combate poniendo cara de circunstancias y de pena
en las concentraciones.
Se combate con políticas integrales y con
presupuestos -a ser posible integrales también-.
Deseo número 4: un pacto de mínimos dentro de los feminismos y que este
pacto se base en la interseccionalidad. Las personas feministas no
pensamos lo mismo sobre diversos temas, pero estamos de acuerdo en lo
básico.
Por eso, para este 2017 sería deseable asumir que sobre asuntos
que están atravesados por la sexualidad, como la prostitución o el
porno, tenemos puntos de vista diferentes, pero (casi) todas estamos de
acuerdo en que se trata de instituciones patriarcales no deseables, así
que el debate es bastante más complejo que estar a favor o en contra.
Y
por favor, tengamos en cuenta que cada vez que decimos "las que están a favor de la prostitución" muere una unicornia.
Deseo número 5: que a cada persona que diga, "ni feminista ni machista,
yo soy humanista"; "si es que, de qué os quejáis si la igualdad está
conseguida"; "sí, violencia contra las mujeres sí que hay, pero la
violencia no tiene género"; "y qué pasa con los hombres asesinados por
sus mujeres -esto se dice siempre sin aportar datos empíricos-"; "mira
que eres exagerada"; "mira que estás amargada" se le aparezca Simone de Beauvoir en sueños hasta que acabe de leerle El segundo sexo ¡entero!
Deseo número 6: seguir encontrando en la literatura, en la publicidad,
en las series y en el cine mujeres luchadoras, poderosas y divertidas,
como por ejemplo la intrépida Vaiana, la protagonista de la última
película Disney.
Deseo número 7: tener tiempo para
nosotras. No tener que asumir el trabajo doméstico, ni la crianza, ni el
cuidado de personas dependientes en su mayor parte. Ser y sentirnos
libres. Divertirnos, reírnos y seguir teniendo fuerzas para luchar. Porque la revolución, será feminista o no será.
Salud y rock & roll.
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