El pleno del Congreso no tienen previsto ningún pleno hasta febrero
El primer pleno ordinario será el 1 de febrero por lo que en total
tendrán 40 días de vacaciones pese a que se pactó que enero y julio
fueran "hábiles"
La Mesa ha acordado dejar libre la segunda semana de ese mes para que PP y Podemos se centren en sus congresos
Los diputados van a volver a disfrutar de unas largas
vacaciones parlamentarias. Cerca de mes y medio. Según el calendario
definitivo que acaba de cerrar la Mesa del Congreso, sus señorías
tendrán los primeros plenos el 1 y el 2 de febrero, algo inusual dado
que las primeras semanas de cada mes no suelen convocarse sesiones
plenarias.
Pero la petición del PP y de Podemos de que se dejara libre
la segunda semana de ese mes, dado que ambos partidos tienen previsto
celebrar sus respectivos congresos nacionales entre los días 10 y 12, propició ese cambio de fechas.
El acuerdo, al que se sumó el PSOE, suscitó la enérgica protesta de
Ciudadanos, que pidió que se habilitara el mes entero de plenos a pesar
de que también ellos han fijado su Asamblea General para los días 4 y 5 de febrero.
Los de Rivera esgrimieron que la agenda interna de los partidos no
puede condicionar la vida parlamentaria, pero se quedaron solos.
No obstante, la Mesa ha decidido convocar el 31 de enero
un pleno extraordinario para convalidar alguno de los decretos leyes
aprobados recientemente por el Gobierno, como el que pactó con el PSOE
sobre el bono social contra la pobreza energética.
Del 7 al 30, sin embargo, no habrá actividad, salvo que los grupos
pidan que se convoque alguna Diputación Permanente, máximo órgano de la
Cámara entre periodos de vacaciones, para solicitar la comparecencia de
los ministros por algún asunto urgente de actualidad.
Cuando el PP tenía
mayoría absoluta estas peticiones solían decaer. Ahora la situación ha
variado y los grupos pueden sacarlas adelante, para contrariedad del
Gobierno.
En tramitación mientras tanto han quedado
en el Congreso cuatro proyectos de ley, más de medio centenar de
proposiciones de ley, dos reformas de Estatutos autonómicos y la puesta
en marcha de varias subcomisiones.
Hay que recordar
que en la IX Legislatura, siendo presidentes de las Cámaras los
socialistas José Bono y Javier Rojo, los grupos tanto del Congreso como
del Senado, acordaron que los meses de julio y enero fueran hábiles.
Pero la decisión ha caído en el olvido.
Mariano Rajoy
va a estar volcado en las negociaciones de los Presupuestos Generales
del Estado de 2017 que, al no haberse cerrado todavía, obligará a
prorrogar los actuales. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha
calculado que el nuevo anteproyecto podría presentarse en el Congreso a
principios de febrero.
En el Senado tampoco habrá
excesiva actividad. La primera gran cita será el 17 de enero, fecha en
la que se ha convocado la Conferencia de Presidente Autonómicos, que
presidirá Mariano Rajoy.
Aunque oficialmente no haya
plenos, hay diputados que deben acudir a las reuniones de aquellas
comisiones no legislativas que iniciaron sus trabajos hace varias
semanas y siguen en activo.
Una de ellas es la del Pacto de Toledo,
donde se están llevando a cabo comparecencias de expertos para ver cómo
se puede sostener el sistema de pensiones. Pero a estas reuniones solo
están obligados a asistir aquellos diputados que forman parte de estos
órganos, que no suelen pasar de la treintena.
Horarios y conciliación
Lo que sí podría variar a partir del nuevo periodo de sesiones son los
horarios de los plenos. Antes de marcharse de vacaciones, Ana Pastor,
mantuvo una reunión con los portavoces de los grupos parlamentarios para
proponerles "racionalizar" los horarios
y medidas que favorezcan la conciliación.
Entre ellas, adelantar el
comienzo de las sesiones plenarias para evitar votaciones entrada ya
bien la noche, como ocurrió en el último pleno de diciembre cuando se
votó en torno a las once de la noche.
Y no es la primera vez que eso
ocurre.
Pastor también quiere que las reuniones de la
Mesa y de la Junta de Portavoces, que se celebran los martes, se
adelanten y así poder convocar el Pleno por la mañana y no a las cuatro
de la tarde como es ahora habitual.
El debate ha
quedado aplazado para después de Navidades dado que hay muchos flecos
por ajustar. Entre ellos, la disponibilidad de los ministros que deben
acudir también los martes a las sesiones de control del Senado. El
presidente solo lo hace una vez al mes.
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