La Casa del Rey negará el acceso de los redactores en aquellos actos que tengan exclusivamente cobertura gráfica, después de que esta semana se difundiera un vídeo que mostraba el enfado de Juan Carlos I por el tratamiento de algunos medios de comunicación sobre su estado de salud.
La Casa del Rey negará el acceso de los redactores en aquellos actos que tengan exclusivamente cobertura gráfica a partir del lunes próximo y después de que esta semana se difundiera un vídeo que mostraba el enfado de Juan Carlos I por el tratamiento de algunos medios de comunicación sobre su estado de salud.
Zarzuela ha difundido este viernes, como es habitual, la agenda de actos oficiales de la Familia Real para la semana próxima y por vez primera se especifica que las audiencias en el Palacio de la Zarzuela y en el Palacio Real de El Pardo tendrán "cobertura informativa exclusivamente gráfica".
Un portavoz de Casa Real ha aclarado a Europa Press que a partir del lunes los redactores no podrán acceder a aquellos actos a los que se haya convocado exclusivamente a prensa gráfica, tanto fotógrafos como cámaras de televisión.
Hasta la fecha, los redactores podían permanecer junto a los gráficos al inicio o término de los actos pensados para que la prensa pueda tener imágenes de esas reuniones o audiencias, en las que en ocasiones los redactores podían presenciar alguna anécdota o incluso intercambiar algunas palabras con Su Majestad.
Se hacía así "por naturalidad, costumbre", ha reconocido la misma fuente. Pero esta semana esa costumbre ha tenido un efecto no deseado para la Casa del Rey.
Los periodistas que acudieron el martes pasado a Zarzuela con motivo de una audiencia de Don Juan Carlos justo un día después de que se anunciara que le operarían de la rodilla derecha le preguntaron durante el acto cómo se encontraba.
Y el Rey, enfadado, les contestó: "Fatal, no me veis. Lo que os gusta es matarme y ponerme un pino en la tripa todos los días en la prensa. Eso es lo que hacéis la prensa", si bien unos minutos después volvió a acercarse al reducido grupo de prensa, esta vez más conciliador, para precisar que quizás no se comportaba así toda la prensa, pero sí algunos medios de comunicación.
El jefe del Estado expresaba de esta forma su malestar, aunque no era la primera vez, por las continuas especulaciones en torno a su salud desde que se operara en mayo de 2010 para que le extirparan un nódulo pulmonar que resultó benigno, intervención de la que quedó completamente recuperado.
El enfado del Rey lo grabaron las cámaras y los medios de comunicación lo difundieron rápidamente. La Casa del Rey se molestó al considerar que la prensa no respetó el carácter del acto, pensado según Zarzuela para que se tomen imágenes, pero no para que se hagan preguntas al jefe del Estado y se grabe su respuesta.
El portavoz de Zarzuela indica que la Casa del Rey no hace otra cosa que "clarificar" de esta manera la cobertura de los actos que a partir de ahora tendrá la Familia Real, como hace también Presidencia del Gobierno, por ejemplo, que restringe algunos actos a periodistas exclusivamente gráficos, y en general cualquier organismo público o privado en el mundo occidental.
Junto a las audiencias, la Casa del Rey tiene intención de negar el acceso de los redactores a otro tipo de actos pensados para una cobertura gráfica, como la presentación de cartas credenciales de los embajadores extranjeros al Rey en el Palacio Real, una ceremonia en la que los diplomáticos llegan a palacio en carrozas de gala y que data del siglo XVI.
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