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jueves, 22 de diciembre de 2011

Morenés fue consejero de una firma que vendía bombas de racimo * El actual ministro de Defensa fue hasta hace un mes representante de Instalaza S.A., cuyas bombas de racimo fueron usadas por Gadafi *Rajoy sitúa a dos moderados en Interior y Justicia para gestionar el final de ETA

Pedro Morenés.El nuevo ministro de Defensa, Pedro Morenés Eulate, fue consejero y hasta hace un mes representante de la empresa Instalaza S.A., fabricante de bombas de racimo hasta 2008 que fueron utilizadas por las fuerzas leales al exlíder libio, Muamar Gadafi, contra la población civil, según desveló el diario estadounidense The New York Times.
Morenés es además el actual director ejecutivo en España de la empresa MBDA (comunicado de la empresa en PDF), que diseña, fabrica y vende misiles.
El ministro de Defensa entró a formar parte de Instalaza S.A. el 26 de agosto de 2005 como consejero. Estuvo en ese puesto casi dos años, hasta el 31 de mayo de 2007, fecha en la que cesó para ser nombrado representante, cargo que ostentó hasta el 20 de septiembre de este mismo año (registrado en el Boletín Oficial del Registro Mercantil del martes 4 de octubre de 2011), solo un mes antes de que se celebrasen las elecciones generales.
Mientras ocupaba el cargo de representante, y según desveló Cinco Días el pasado 9 de mayo, Instalaza decidió reclamar al Gobierno "una compensación de 40 millones de euros en concepto de daño emergente y lucro cesante después de que España decidiera prohibir las bombas de racimo".
En diciembre de 2008 un total de 107 países, entre ellos España, ratificó un tratado internacional que prohibía el uso, desarrollo, fabricación, adquisición y almacenamiento de bombas de racimo. Un mes después, el 6 de enero de 2009, la entonces ministra de Defensa, Carme Chacón, aseguraba que el Gobierno aprobaría "en pocos días" las nuevas Reales Ordenanzas —normas de conducta para las Fuerzas Armadas— que suponían, entre otras cosas, "la exclusión del uso de ciertas armas y tácticas que repugnan a la conciencia moderna", como las bombas de racimo.

Casi dos años después, la organización Human Rights Watch (HRW) confirmaba lo que era de esperar: España y otros países que se habían comprometido a eliminar las bombas de racimo habían destruido ya un total de 176.000 artefactos. Según EFE, España se adscribió no obstante a la excepción que permitía conservar los artefactos de racimo que no excedían las 20.000 minibombas con el fin de investigar y entrenar.

La polémica se desató este mismo año, el 15 de abril. El periódico estadounidense The New York Times sacaba a la luz una información ("Qaddafi Troops Fire Cluster Bombs Into Civilian Areas") que denunciaba el uso de bombas racimo por parte de las fuerzas del entonces líder libio, Muamar Gadafi, contra la población civil libia. Según destapaba el diario estadounidense, las bombas de racimo descubiertas se correspondían a proyectiles de mortero MAT-120 fabricados en España en el año 2007. The New York Times apuntaba directamente a una empresa española: Instalaza S.A., de la que fue consejero y posteriormente representante el recién nombrado ministro de Defensa, Pedro Morenés Eulate.

En el catálogo de productos que Instalaza posee en su página web, aún mantienen el MAT-120, aunque explican que se trata de "munición de racimo prohibida por decisión del Consejo de Ministros de España del 11 de julio de 2008 y la posterior firma del texto de la Convención de Oslo el 3 de diciembre de 2008". No obstante, restan peligrosidad al artefacto: "La munición MAT-120 de INSTALAZA fue diseñada con el objetivo de ANULAR el riesgo de explosión accidental, en caso de que alguna submunición no hubiese detonado al impactar con el terreno".


Fuente Publico.es*** HÉCTOR JUANATEY


Los Reyes posan con el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy (3-i, primera fila), y los trece ministros, nueve hombres y cuatro mujeres, que forman su primer Gobierno y que han jurado hoy sus cargos ante el rey en una ceremonia celebrada en el Palacio de la Z 
El nuevo gobierno español Los ministros juran ante el rey

Los Reyes posan con el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy (3-i, primera fila), y los trece ministros, nueve hombres y cuatro mujeres, que forman su primer Gobierno y que han jurado hoy sus cargos ante el rey en una ceremonia celebrada en el Palacio de la Zarzuela. (i-d, primera fila) los ministros de Defensa, Pedro Morenés, y Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo; Rajoy y los Reyes, la vicepresidenta primera, ministra de la Presidencia y portavoz del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría; y los ministros de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro. (i-d, segunda fila) los ministros de Economía y Competitividad, Luis de Guindos; Industria, Energia y Turismo, José Manuel Soria; Educación Cultura y Deporte, José Ignacio Wert; Interior, Jorge Fernández Díaz; Fomento, Ana Pastor; Empleo y Seguridad Social, Fátima Bañez; Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias, y Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato. (efe)

Rajoy sitúa a dos moderados en Interior y Justicia para gestionar el final de ETA
Jorge Fernández Díaz y Alberto Ruiz-Gallardón afrontarán el nuevo tiempo abierto en Euskadi
El Gobierno más veterano y corto de la democracia da un paso atrás en la paridad: 10 hombres, 4 mujeres
El nuevo presidente español apuró ayer hasta el último suspiro para mostrar sus cartas antes de comenzar a jugar una partida en la que Alberto Ruiz-Gallardón y Jorge Fernández Díaz serán sus ases de la baraja. Por lo menos en lo que respecta a Euskadi. Lo hizo, además, midiendo muy bien los tiempos de la jugada, sabedor de que los nuevos ministros de Justicia e Interior tienen ante sí el reto de abrir el juego político en el Estado español pero también de cerrar el final de ETA, una tarea para la que Mariano Rajoy ha echado mano de dos hombres de la casa, dos perfiles de similares características que sonaban con fuerza para acceder a la atalaya de su equipo de Gobierno.

Uno de los que más ligado estará a Euskadi durante los próximos cuatro años será Jorge Fernández Díaz (Valladolid, 1950), nuevo ministro de Defensa, una persona cercana a las tesis más moderadas del partido que llegó a militar en Alianza Popular -formación creada en su mayoría por ministros franquistas- y que goza de la máxima confianza del nuevo presidente español, que le ha otorgado los galones de la cartera de Interior consciente de la necesidad de contar con un hombre cualificado para afrontar una de sus principales tareas: medir los tiempos de los hipotéticos acercamientos de presos de ETA a Euskadi.

El nombramiento de Fernández Díaz, del que Rajoy llegó a decir que siempre le ha sido fiel, se interpreta como un guiño al sector catalanista de su partido, acostumbrado a batallar en territorio hostil, pero en el que el nuevo ministro nunca se ha jactado de hacer apología del discurso más duro y españolista del PP, ni en su etapa como concejal del Ayuntamiento de Barcelona ni tampoco en el Parlament. A falta de conocer las primeras medidas con las que desembarcará en el Ministerio, Fernández Díaz fue noticia el pasado 20 de octubre al ser uno de los pocos populares que no puso peros a la declaración de cese de ETA más allá de pedir su disolución, un gesto que volvió a cargar de razón a los que destacan de él su talante conciliador y dialogante, dos requisitos que los partidos vascos siempre han entendido necesario.

En este contexto, tal y como informó ayer este periódico, Rajoy es plenamente consciente de que el camino se hace andando y que, más pronto que tarde, deberá tomar cartas en el proceso de paz, especialmente en lo que a la revisión de las condenas de los presos de ETA se refiere. Es por ello que ha confiado la cartera de Justicia a Alberto Ruiz-Gallardón, una persona del círculo de su máxima confianza que se aleja del sector más duro del partido.

El actual alcalde de Madrid, que será sustituido en el cargo por la mujer de Aznar, Ana Botella, será el encargado, en caso de que así lo estime oportuno el Gobierno, de buscar la fórmula que desbloquee el conflicto de las cárceles y de implantar una política penitenciaria no restrictiva y flexible en sintonía con lo planteado por el PNV, un partido al que Rajoy tiene en buena estima y con el que perfilará, como así se comprometió el martes, una estrategia que cierre definitivamente las heridas del pasado y permita dar la bienvenida a la normalización política y social.

Proximidad Al margen de los políticos a los que se les ha reservado el objetivo de afrontar el final de ETA, si existe un denominador común que caracterice al nuevo Gobierno español es el de la proximidad con el presidente. Los 13 nuevos ministros forman parte de la bancada popular que ha acompañado a Rajoy en la larga travesía por el desierto que el PP ha padecido en los últimos ocho años, gente de su máxima confianza, amigos personales incluso, en el que destaca sobremanera la figura de Soraya Sáenz de Santamaría, que pasa a convertirse en la número dos del Ejecutivo español. Un nuevo proyecto del que también forman parte personas de la época del aznarismo, como Arias Cañete, que repite en Agricultura.

Sin embargo, el gesto preferente de Rajoy con su discípula más aventajada no se ve reflejado en la paridad del gobierno, donde da un paso atrás respecto a la etapa del zapaterismo. De los trece ministros nombrados ayer por el presidente español solamente cuatro son mujeres -Soraya Sáenz de Santamaría (vicepresidente y ministra de Presidencia), Ana Mato (Sanidad), Ana Pastor (Fomento) y Fátima Báñez (Empleo)- en un gabinete que cuanta con nueve hombres -José Manuel García Margallo (Exteriores), Jorge Fernández Díaz (Interior), Pedro Morenes (Defensa), Alberto Ruiz Gallardón (Justicia), Luis de Guindos (Economía), Cristóbal Montoro (Hacienda), José Manuel Soria (Industria), Miguel Arias Cañete (Agricultura) y José Ignacio Wert (Educación).

Pese a que la equidad a la hora de confeccionar los gobiernos no es obligatoria, los nuevos jefes del ejecutivo suelen recurrir a ella al considerarla una regla no escrita, un matiz que el nuevo presidente español ha pasado por alto en el ámbito del género pero no así en el geográfico. Y es que Rajoy ha sabido hilar muy fino hasta situar en el Gobierno a políticos vascos, catalanes y andaluces, los únicos territorios que históricamente han resistido el envite de los populares en las urnas y hacia los que Rajoy ha redoblado sus esfuerzos. En el caso de Pedro Morenes, único ministro vasco, natural de Getxo, todas las quinielas apuntaban a que el nuevo presidente iba a acordarse de Euskadi a la hora de tejer su nuevo equipo, más si cabe con el actual escenario político, por lo que el nombramiento de un vasco estaba poco menos que garantizado.

Otra de las novedades que presenta el Gobierno más corto de la democracia en cuanto a ministerios, es que también es el más veterano nunca antes confeccionado. La media de edad del equipo de Gobierno se sitúa en 55 años y seis de los trece ministros superan los 60, siendo Sáenz de Santamaría la más joven (40) y García-Margallo el más veterano (67). Al margen de las paradojas del nuevo equipo de Rajoy, los trece ministros jurarán hoy a las 11.00 horas su cargo ante el rey español en la Zarzuela en un acto en el que Gallardón, titular de Justicia, será el primero en ser nombrado. Mañana será el turno del primer Consejo de Gobierno de la era Rajoy.

Fuente***[http://www.deia.com/2011/12/22/politica/estado/rajoy-situa-a-dos-moderados-en-interior-y-justicia-para-gestionar-el-final-de-eta]


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