El Ministerio de Educación y Cultura que dirige José Ignacio Wert quiere incluir en los Presupuestos Generales del Estado para 2012 una serie de medidas de ahorro. Tales medidas no tienen desperdicio. Interinos, e hijos de trabajadores/as que quieran ir a la Universidad, principales afectados.
Pedro Antonio Honrubia Hurtado/Kaosenlared
Según una noticia publicada ayer en el diario digital El Confidencial, entre otras cosas, Educación quiere aumentar a 32 el número de horas de presencia en la escuela de los docentes, eso sí, a cambio de un aumento de su base salarial. Ya veremos si lo segundo es verdad, de lo primero no nos cabe la menor duda de que así será, pues esa es la tendencia que ya han marcado las CCAA en manos del PP, tales como Madrid, Castilla La Mancha, Valencia, etc.
La medida supondría un ataque frontal a la contratación de interinos, algo que, como decimos, ya ha hecho la Comunidad de Madrid y que ha supuesto protestas por parte de la comunidad escolar, pero el Ministerio considera que "ese ajuste es necesario porque no tiene sentido seguir pagando interinos cuando los docentes titulares pueden hacer ese trabajo”. Esa es la manera del PP para crear empleo, no renovar a los que ya están, y no volver a contratar a un solo interino más, salvo necesidades muy extremas.
La idea de Educación es ofrecer a los profesores dos horas más en el centro para actividades complementarias, no lectivas, lo cual implicaría, como decimos, un recorte en el número de interinos, ya que no sería necesaria su contratación para suplir a los docentes titulares dado que ellos mismos harían ese trabajo. Y esta no es la única medida que afecta a los interinos entre las que estudia Educación.
Aactualmente existe en todas las comunidades autónomas una bolsa de interinos en la cual pueden estar todos aquellos docentes que no hayan conseguido la plaza por oposición, pero que la Administración considera que, por sus resultados en las pruebas de oposición, podrían estar ya en disposición de ejercer como docentes. Esos interinos, los que consiguen trabajar algún tiempo haciendo sustituciones o mediante la adjudicación temporal de alguna plaza no cubierta, acumulan experiencia que luego les podría servir en su carrera profesional, y que, además, a la hora de evaluar para siguientes concursos/oposiciones podrían suponerles hasta cuatro puntos del total obtenido en la prueba.
Pues bien, la intención del Ministerio de Educación es eliminar esa practica por ley, de manera que la experiencia no sume esos cuatro puntos. La experiencia y el trabajo ya no será tenido en cuenta, veremos, eso sí, cuáles son los criterios que el Ministerio fija para sustiuir en el concurso/oposición los puntos que se podían sumar por esa vía, puesto que en ningún momento se ha anunciado que las pruebas vayan a pasar a ser pruebas de "oposición pura", y, en ese caso, los puntos que ahora no podrán sumar los opositores por medio de la experiencia de trabajo con la administración, deberá venir por algún otro lado. No adelantaremos acontecimientos, pero seguro que al opositor no le va a salir gratis, y, teniendo en cuenta el sesgo ultraliberal que hay detrás de todos estos cambios, seguro que el dinero que los opositores tengan que destinar para ello, irá a parar a los bolsillos de algún tipo de interés privado.
Pero hay más todavía. Los estudiantes ya se pueden ir preparando para un aumento en el precio de sus tasas universitarias, así como, incluso en el caso de las personas becadas, al pago de una parte de la matrícula, hasta ahora totalmente gratuita para estas personas. A partir de este año el Ministerio va a exigir a los becarios que abonen, al menos, un 25% de esas tasas y como ya se anución, la política de becas va a estar "más ligada a los méritos del alumno en lugar de solo a la situación económico-familiar como ocurre hasta ahora". Una gran mentira con la que el gobierno trata de justificar su nueva política de alejar de la Universidad pública a quien no pueda pagarla, salvo que sea un estudiante de notas altas.
Recordemos que ya existen unos duros requisitos académicos para que el estado, a partir del segundo año (el primero solo requiere requisitos económicos), renueve la beca al estudiante universitario, que obliga a los alumnos a tener que aprobar un % del total de créditos matriculados, y que varia según la rama de estudio, sitúandose en el 80% en la mayoría de casos.
Pero esta salvajada, que no busca otra cosa que alejar a los hijos de los trabajadores y trabajadoras menos "excelentes" de la Universidad pública, no es tampoco la única reforma que afecta a los estudios universitarios. El Ministerio cree que el Estado debe dejar de subvencionar los cursos de postgrado como venía haciendo hasta ahora, y para ellos va a firmar convenios con entidades financieras para que concedan préstamos a los alumnos a cambio de que estos comiencen a amortizar el préstamo en el momento en el que dispongan de un empleo estable que les permita afrontar la devolución del crédito.
Esto es: se eliminarán las becas para másteres oficiales, y hasta los préstamos universitarios en condiciones ventajosas que venían existiendo hasta ahora (esta medida fue anuncia ayer por el Ministro), y, en su lugar, se dejará como única opción el modelo neoliberal ya vigente en varios países: endeudarse hasta los ojos con los bancos, en condiciones de usura, e hipotecando con ello tu futuro, ya que el no devolver ese prestamo tendría las mismas consecuencias que la no devolución de cualquier préstamos personal al uso que podamos pedir. Muchos estudiantes, especialmente aquellos que no tengan unos padres que se lo puedan pagar o algún dinero ahorra de antemano, no se arriesgarán a pedir semejantes préstamos, mucho menos conociendo la realidad actual del mercado laboral, con tasas de paro juvenil, incluídos para las personas con estudios de postgrado, supera el 50%. ¿Y quien iba a querer endeudarse por 6 0 12.000 euros a sabiendas de que, con mucha probabilidad, luego no podrás encontrar un empleo con el que hacer frente a la devolución del préstamo?
Tal tendencia se viene denunciando desde hace años por diversos colectivos estudiantiles en lucha contra el deterioro y la privatización de la Universidad pública, que ya avisaron que el modelo americano, ese que, salvo casos muy concretos, elimina las becas universitarias para sustituirlas por créditos usureros que los estudiantes hijos de trabajadores y trabajadoras, cuyos padres no pueden pagarle los estudios, deberán asumir si quieren seguir adelante con sus estudios, y que los esclaviza a los bancos ya desde su misma entrada a la Universidad.
Una última medida de ahorro que va a afectar también a la escuela pública, se refiere a las ratios de alumnos por aula. Actualmente esa ratio es de 27 alumnos en primaria y 30 en secundaria, pero la ley permite un margen al alza del 10% en ambos casos. Educación va a subir ese margen al 15%, con el fin de optimizar costes. Sin embargo, está más que demostrado que es precisamente la disminución en estos ratios lo que genera un aumento en la calidad de la enseñanza, lo que, con esta medida, el Gobierno pretende ahorrar costes, sí, pero a sabiendas de que con ello se estará deteriorando otro poquito más la calidad de la enseñanza pública universitaria.
En definitiva, Wert asume y hace propio el neoliberalismo más extremo, y no se cortará un pelo a la hora de poner a los hijos e hijas de los trabajadores y trabajadoras contra las cuerdas, haciéndonos retroceder así a los tiempos en que solo los hijos de los ricos podían disponer libremente de la educación superior, mientras que los hijos de las clases trabajadoras o no podían hacerlo, o para poder hacerlo tenían que hipotecar toda su vida sin tener si quiera la seguridad de que ello les fuese a servir de algo.
Y es que, donde va a parar, promocionar la tortura animal es mucho, pero mucho más importante, que financiar los estudios universitarios de los hijos de la "chusma" proletaria. ¿Dónde va a parar?
Según una noticia publicada ayer en el diario digital El Confidencial, entre otras cosas, Educación quiere aumentar a 32 el número de horas de presencia en la escuela de los docentes, eso sí, a cambio de un aumento de su base salarial. Ya veremos si lo segundo es verdad, de lo primero no nos cabe la menor duda de que así será, pues esa es la tendencia que ya han marcado las CCAA en manos del PP, tales como Madrid, Castilla La Mancha, Valencia, etc.
La medida supondría un ataque frontal a la contratación de interinos, algo que, como decimos, ya ha hecho la Comunidad de Madrid y que ha supuesto protestas por parte de la comunidad escolar, pero el Ministerio considera que "ese ajuste es necesario porque no tiene sentido seguir pagando interinos cuando los docentes titulares pueden hacer ese trabajo”. Esa es la manera del PP para crear empleo, no renovar a los que ya están, y no volver a contratar a un solo interino más, salvo necesidades muy extremas.
La idea de Educación es ofrecer a los profesores dos horas más en el centro para actividades complementarias, no lectivas, lo cual implicaría, como decimos, un recorte en el número de interinos, ya que no sería necesaria su contratación para suplir a los docentes titulares dado que ellos mismos harían ese trabajo. Y esta no es la única medida que afecta a los interinos entre las que estudia Educación.
Aactualmente existe en todas las comunidades autónomas una bolsa de interinos en la cual pueden estar todos aquellos docentes que no hayan conseguido la plaza por oposición, pero que la Administración considera que, por sus resultados en las pruebas de oposición, podrían estar ya en disposición de ejercer como docentes. Esos interinos, los que consiguen trabajar algún tiempo haciendo sustituciones o mediante la adjudicación temporal de alguna plaza no cubierta, acumulan experiencia que luego les podría servir en su carrera profesional, y que, además, a la hora de evaluar para siguientes concursos/oposiciones podrían suponerles hasta cuatro puntos del total obtenido en la prueba.
Pues bien, la intención del Ministerio de Educación es eliminar esa practica por ley, de manera que la experiencia no sume esos cuatro puntos. La experiencia y el trabajo ya no será tenido en cuenta, veremos, eso sí, cuáles son los criterios que el Ministerio fija para sustiuir en el concurso/oposición los puntos que se podían sumar por esa vía, puesto que en ningún momento se ha anunciado que las pruebas vayan a pasar a ser pruebas de "oposición pura", y, en ese caso, los puntos que ahora no podrán sumar los opositores por medio de la experiencia de trabajo con la administración, deberá venir por algún otro lado. No adelantaremos acontecimientos, pero seguro que al opositor no le va a salir gratis, y, teniendo en cuenta el sesgo ultraliberal que hay detrás de todos estos cambios, seguro que el dinero que los opositores tengan que destinar para ello, irá a parar a los bolsillos de algún tipo de interés privado.
Pero hay más todavía. Los estudiantes ya se pueden ir preparando para un aumento en el precio de sus tasas universitarias, así como, incluso en el caso de las personas becadas, al pago de una parte de la matrícula, hasta ahora totalmente gratuita para estas personas. A partir de este año el Ministerio va a exigir a los becarios que abonen, al menos, un 25% de esas tasas y como ya se anución, la política de becas va a estar "más ligada a los méritos del alumno en lugar de solo a la situación económico-familiar como ocurre hasta ahora". Una gran mentira con la que el gobierno trata de justificar su nueva política de alejar de la Universidad pública a quien no pueda pagarla, salvo que sea un estudiante de notas altas.
Recordemos que ya existen unos duros requisitos académicos para que el estado, a partir del segundo año (el primero solo requiere requisitos económicos), renueve la beca al estudiante universitario, que obliga a los alumnos a tener que aprobar un % del total de créditos matriculados, y que varia según la rama de estudio, sitúandose en el 80% en la mayoría de casos.
Pero esta salvajada, que no busca otra cosa que alejar a los hijos de los trabajadores y trabajadoras menos "excelentes" de la Universidad pública, no es tampoco la única reforma que afecta a los estudios universitarios. El Ministerio cree que el Estado debe dejar de subvencionar los cursos de postgrado como venía haciendo hasta ahora, y para ellos va a firmar convenios con entidades financieras para que concedan préstamos a los alumnos a cambio de que estos comiencen a amortizar el préstamo en el momento en el que dispongan de un empleo estable que les permita afrontar la devolución del crédito.
Esto es: se eliminarán las becas para másteres oficiales, y hasta los préstamos universitarios en condiciones ventajosas que venían existiendo hasta ahora (esta medida fue anuncia ayer por el Ministro), y, en su lugar, se dejará como única opción el modelo neoliberal ya vigente en varios países: endeudarse hasta los ojos con los bancos, en condiciones de usura, e hipotecando con ello tu futuro, ya que el no devolver ese prestamo tendría las mismas consecuencias que la no devolución de cualquier préstamos personal al uso que podamos pedir. Muchos estudiantes, especialmente aquellos que no tengan unos padres que se lo puedan pagar o algún dinero ahorra de antemano, no se arriesgarán a pedir semejantes préstamos, mucho menos conociendo la realidad actual del mercado laboral, con tasas de paro juvenil, incluídos para las personas con estudios de postgrado, supera el 50%. ¿Y quien iba a querer endeudarse por 6 0 12.000 euros a sabiendas de que, con mucha probabilidad, luego no podrás encontrar un empleo con el que hacer frente a la devolución del préstamo?
Tal tendencia se viene denunciando desde hace años por diversos colectivos estudiantiles en lucha contra el deterioro y la privatización de la Universidad pública, que ya avisaron que el modelo americano, ese que, salvo casos muy concretos, elimina las becas universitarias para sustituirlas por créditos usureros que los estudiantes hijos de trabajadores y trabajadoras, cuyos padres no pueden pagarle los estudios, deberán asumir si quieren seguir adelante con sus estudios, y que los esclaviza a los bancos ya desde su misma entrada a la Universidad.
Una última medida de ahorro que va a afectar también a la escuela pública, se refiere a las ratios de alumnos por aula. Actualmente esa ratio es de 27 alumnos en primaria y 30 en secundaria, pero la ley permite un margen al alza del 10% en ambos casos. Educación va a subir ese margen al 15%, con el fin de optimizar costes. Sin embargo, está más que demostrado que es precisamente la disminución en estos ratios lo que genera un aumento en la calidad de la enseñanza, lo que, con esta medida, el Gobierno pretende ahorrar costes, sí, pero a sabiendas de que con ello se estará deteriorando otro poquito más la calidad de la enseñanza pública universitaria.
En definitiva, Wert asume y hace propio el neoliberalismo más extremo, y no se cortará un pelo a la hora de poner a los hijos e hijas de los trabajadores y trabajadoras contra las cuerdas, haciéndonos retroceder así a los tiempos en que solo los hijos de los ricos podían disponer libremente de la educación superior, mientras que los hijos de las clases trabajadoras o no podían hacerlo, o para poder hacerlo tenían que hipotecar toda su vida sin tener si quiera la seguridad de que ello les fuese a servir de algo.
Eso sí, para aumentar el dinero a la promoción y difusiónn de los toros como "Bien de Interés Cultural", sí hay dinero:
Y es que, donde va a parar, promocionar la tortura animal es mucho, pero mucho más importante, que financiar los estudios universitarios de los hijos de la "chusma" proletaria. ¿Dónde va a parar?
Publicado en Educación
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