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lunes, 23 de abril de 2012

Detectan en Bizkaia la presencia de un ejemplar de avispa asesina * La situación está controlada y de momento no existe motivo de alarma

Un ejemplar de esta avispa invasora con sus ojos saltones.
Un ejemplar de esta avispa invasora con sus ojos saltones. (FOTO: DEIA)
Bilbao. El primer ejemplar de vespa velutina, conocida comúnmente como avispa asiática o asesina, ha llegado a Bizkaia. Según ha podido saber DEIA esta especie invasora, -que devora a las abejas locales-, fue detectada la pasada semana por un apicultor de la zona de Urdaibai. Según fuentes forales consultadas por este periódico, "la situación está controlada y no hay motivos para la alarma".
 
Es una nueva amenaza que se cierne sobre Bizkaia y aunque no hay motivo para la alarma, no hay que perderla de vista. La avispa asiática hizo acto de presencia en 2010 en Gipuzkoa, en alrededor de 14 ubicaciones en Bidasoa y Donostialdea, así como en Nafarroa por lo que era de es esperar que en cualquier momento llegara a tierras vizcainas.

Un miembro de la Asociación de Apicultores de Bizkaia auguraba hace apenas un año que finalmente "entrará, aunque no sabemos cuándo y si logrará estabilizarse o no pero lo más probable es que se adentre en Bizkaia". Por el momento, se ha detectado un solo ejemplar y aunque se lleva un exhaustivo control no consta que existan más.

La Diputación foral de Bizkaia se puso manos a la obra a principio de 2011 para poner en marcha un protocolo que consistía en localizar los insectos, eliminar los enjambres y reinas, destruir los niños y colocar trampas, entre otros. Una de las claves para abordar la posible llegada de esta especie es la promoción del trabajo conjunto entre el sector apícola la guardería forestal y los bomberos forales para, en el caso que fuera necesario, frenar el problema de manera más eficaz.

Plan de control Los apicultores están colaborando activamente, en la detección de esta especie invasora en un plan de control en el que participan también los centros tecnológicos Neiker-Teknalia. Estos últimos son los que han analizado la muestra hallada en Kortezubi y verificaron que se trata de una vespa velutina.
La avispa asiática se detectó por primera vez en Francia en 2004 en las proximidades de Burdeos, a donde parece ser que llegó a través del comercio marítimo en un barco cuya mercancía procedía de China. El avance de la población de avispa en tierras francesas ha sido de 100 kilómetros al año, dado que las condiciones climáticas de la zona asiática de donde esta especie es originaria parecen ser similares al sur del continente europeo.

Ya entonces los apicultores vascos estaban en alerta por el peligro que representa para el sector, ya que esta especia invasora se alimenta de las abejas domésticas comunes y es capaz de eliminar un enjambre en muy poco tiempo. Como curiosidad las hembras de estas avispas asesinas crean su propio nido, que puede llegar a tener hasta un metro de alto, en árboles frondosos a una altura de 20-30 metros del suelo.

Sin peligro para las personas Eso sí, si bien ocasionalmente puede provocar picaduras dolorosas y problemáticas a las personas, no está considerada en general como especialmente agresiva para las personas.

Un ejemplar de esta avispa invasora con sus ojos saltones.Su principal objetivo es la abeja apis melifera a la cual ataca y mata para alimentarse ella misma y a sus crías, además de provocar con su presencia tal estrés sobre las abejas que éstas abandonan la colmena, dejándola a su merced para que devoren las larvas y se coman la miel.
El tamaño de las casas de la vespa velutina va del tamaño de un balón de balonmano a uno de fútbol e incluso pueden llegar a ser más grandes.

Las abejas vascas por el momento carecen de defensas contra su ataque, ya que es una intrusa en el ecosistema. Este problema no lo tienen las abejas asiáticas que se defienden mediante un ingenioso sistema: rodean a la invasora en grupos numerosos formando una bola y generan por acumulación una temperatura superior a los 45 grados centígrados. Se da la circunstancia de que las abejas pueden soportar temperaturas mayores, por lo que sobreviven mientras que la avispa agresora, más sensibles al calor, muere. Al parecer, las abejas francesas ya han comenzado a practicar una estrategia similar para luchar contra la vespa velutina.

Sandra Atutxa -

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