De: Ya vale de demagogia, ahora vamos a hablar en serio... — 21-04-2012 12:38
Por si alguien no ha pillado el sentido de la ironía, o para personas que no sean del estado español, el artículo está construido sobre la base de los argumentos que ha dado el gobierno para justificar el aluvión de recortes sociales que llevamos en estos meses. Usando su "neolengua", y sus salidas de tono, así como sus ataques a quienes nos oponemos a ellos. Salú!
Ya vale de demagogia, ahora vamos a hablar en serio...
Llevo un tiempo aguantando la demagogia de los rojos, y, la verdad, uno ya no puede más. Sobre todo en esta página, Kaosenlared, y muchas otras por el estilo. Ni hablar en los foros de Público, y hasta en los del Meneamé ese...
Es como si, de repente, nadie fuese capaz de hacer frente a los argumentos del catecismo comunista. Pues no señor, ¡aquí estoy yo!
Y es que desde que Mariano ha entrado en el gobierno no paran de quejarse. Todo lo que no se habían quejado en los últimos ocho años (a Zapatero, como era de los suyos, se lo aguantaron todo), se están ahora quejando en solo cuatro meses que lleva este gobierno.
Empezaron con el asunto ese de la “subida temporal de impuestos”. ¿Pero no es precisamente eso lo que piden los rojos, que se suban los impuestos? Es que no hay quien los entienda. Si se bajan, no les gusta, si se suben, tampoco. ¿En qué quedamos? Un poco de coherencia, por favor. Aunque, bueno, pedirle coherencia a un rojo, es como pedirle peras a un olmo, no hay por donde cogerlo.
Luego con la reforma laboral. ¿Pero qué quieren? Con cinco millones de parados que nos ha dejado Zapatero, ¿algo había que cambiar, no? Igual querían que lo dejásemos todo igual para que hubiese otros cinco millones de parados más. Dicen que les quita derechos a los obreros. ¿Y los derechos de los parados, qué?, ¿es que nadie va a defender los derechos de los parados?, ¿alguien ha visto alguna vez a los sindicatos defender los derechos de los parados? Pues no. Así que alguien tenía que defender los derechos de los parados, y para eso, claro, estamos los del PP.
Lo que pasa es que estos rojos son unos vagos que no quieren rendir en el trabajo, y les gusta mucho acomodarse y vivir del cuento sin que nadie los pudiera echar, porque si los echaban, la empresa se iba a la ruina de lo caro que salía despedirlos. Ahora, en cambio, ningún trabajador se podrá acomodar en su puesto de trabajo, porque sabe que el emprendedor los puede despedir con más facilidad, y eso, que todo hay que explicarlo, hará que se “aumente la productividad”, y, por tanto, que Españaaaaa gane en competitividad y pueda generar riqueza, que es justo lo que se necesita en una situación de crisis coyuntural del sistema de libre mercado como la que estamos viviendo ahora mismo.
Es que, vaya, se estaba llegando a una situación en que los obreros se aburguesaban en las empresas y eso no se puede permitir. ¡Un obrero aburguesado!, por favor. Dónde vamos a parar.
Además, ¿quién genera la riqueza, quién invierte, quién arriesga su capital?, ¿el emprendedor, no? Pues ya está. ¿Cómo va a ser viable económicamente un sistema de relaciones laborales donde el trabajador tenga más derechos que el emprendedor? No hombre, no. El trabajador no arriesga nada, si lo echan de un sitio, se puede ir a trabajar a otro, que, además, para eso hemos hecho que las Empresas de Trabajo Temporal se encarguen de gestionar los servicios de intermediación en la búsqueda de empleo. ¿Pero un emprendedor?, ¿a dónde va un emprendedor? Pues a la ruina. Después de arriesgar su capital, y pagar religiosamente sus impuestos, de contribuir al bienestar general creando empleo y aportando la mayor parte de las cotizaciones con las que pagar los gastos asociados al estado del bienestar, encima se tiene que ir a la ruina por no poder despedir antes. ¿Eso es justo?, ¿de verdad es justo?
Digo más, ahora el emprendedor si quiera tendrá que despedir para salir adelante. Con los cambios que ha hecho este magnífico gobierno del pueblo, este gran partido de los trabajadores, el emprendedor podrá ser solidario con sus trabajadores y bajarles el sueldo para así no tener que echar a nadie, e incluso, si es necesario, cambiarlo de ciudad y de puesto de trabajo, todo por su bien y el de sus compañeros. ¡Y encima lo critican! Pero, claro, viendo como se han puesto por eso de que se puede despedir a un trabajador si está unos 9 días de baja en un mismo mes, ¿pues qué más podemos decir? ¡Estos lo que no quieren es trabajar! Que si la baja por depresión, que si la gripe, que si me duele la cabeza por un tumorcillo que me han encontrao, en fin, las quejas de siempre, ¡y todo para no ir a trabajar y que el emprendedor le pague los vicios!
Son tan desagradecidos que hasta montaron una Huelga General. ¡Se puede tener más cara! Que, por cierto, fue un fracaso total. Vamos, yo me senté en un banco de un parque debajo de una farola encendida esa mañana, y aquello estaba tan normal, como cualquier otro día. El bar donde me tomo el café, abierto. El taxista que me lleva al puticlub los fines de semana, circulando. La tienda donde le compro la ropa cara a mis hijos, abierta también. En fin, todo de absoluta normalidad.
Eso sí, los pocos que hicieron huelga ese día, la tuvieron que liar, ¡cómo no! Los muy desgraciados hasta quemaron unos cuantos contenedores. ¡Pero dónde vais a ir luego a coger la comida desgraciados! Y no solo eso, sino que, además, usaron su violencia para cohibir y coaccionar a esa mayoría de trabajadores y trabajadoras que ese día fueron a su puesto de trabajo como cualquier otra jornada laboral. ¡El Wylly Toledo ese hasta quemó un bar! Así son ellos. Lo único bueno de ese día es que todos esos liberados sindicales que no trabajan en todo el año, ese día nos les quedó más remedio que trabajar. ¡Igual hasta alguno le robó el Rolex al Méndez ese! Por supuesto, todo pagado por el dinero del estado, que su buenas subvenciones se llevan, todos ellos. Además, y esto lo tengo que decir porque la mayor parte de la gente no lo sabe, encima es que a ellos, a los liberados y demás sindicalistas, ¡no les descuentan el sueldo de ese día!,
¡Así cualquiera hace huelga!
¿Y qué decir de la amnistía fiscal?, ¿es que no es una buena medida?, ¿no es dinero lo que necesita el estado para acabar con el déficit que nos ha dejado Zapatero?, ¡Pues ea, ahí es donde está el dinero!, ¿o hubiesen preferido que el dinero se quedase en las cuentas de los bancos suizos, o en las cajas fuertes de los bancos, así, en negro? Pues al parecer, estos rojos es lo que querían. Total, por defraudar unos eurillos a hacienda, no se ha muerto nadie. Que no es como romper un escaparate de una pedrada, o quemar un contenedor, ¡que eso no hace daño ni atenta contra personas o cosas! Eso sí, luego para los etarras, bien que piden amnistía.
¡Pero para los sufridos emprendedores que alguna vez, por necesidad, hayan cometido algún fraude fiscal, no! Se ve que lo tienen muy claro ¿O si no cómo se explican ustedes la que están montando también porque el Ministro de Interior ha dicho eso de que resistirse pasivamente a la autoridad será delito?
Parece ser que ahora, querer vivir en una sociedad con orden, donde la policía sea respetada, y donde uno pueda salir tranquilamente con su coche para ir de compras al centro de la ciudad sin que nadie corte el tráfico con una manifestación ilegal, va a ser malo. ¡Fijarse como son que hasta ya están enseñando a los niños de 13 o 14 años a que sean unos delincuentes!, ¿no visteis lo de Valencia? Bueno, bueno, eso fue una vergüenza. Niñatas gritando como histéricas por unas caricias de nada de la policía, ¡como se nota que en su casa no les han enseñado educación y disciplina!, Si no, ¿de qué se iban a asustar por una caricia? Un par de tortas bien dadas a tiempo, y se acabó. Menos mal que allí sí que había una delegada del gobierno como Dios manda, y un comisario de policía de los que sabe hacer bien su trabajo con los enemigos del orden social.
Pero lo más insoportable de todo lo estamos viendo estos días, desde que el Gobierno presentase los presupuestos generales del estado. Unos presupuestos, dicho sea de paso, que mejores no pueden ser. Se ahorra en todo menos en policía, en defensa, en la casa real, en la Iglesia, y ¡en los toros!. Vamos, el que no vea que esos presupuestos son fruto de una pausada reflexión, quitando solo de aquellos sitios donde no es imprescindible gastar, y no quitando de aquellos otros donde más dinero se necesita para que una sociedad pueda funcionar, es que no tiene ni idea de nada.
Que si recortan la ayuda al desarrollo (¡ahora tendremos que pagarle nosotros los despilfarros a los negros, no te jode!), que si recortan en prevención de violencia machista (¡como si con enseñar a las mujeres que se tienen que dedicar, incluso aunque sean emprendedoras, a hacer pasteles, como venía en aquella magnífica portada de La Razón, no fuese ya suficiente para que no haya malos tratos de esos!), que si recortan en ayudas a la Ciencia y la investigación (teniendo a la Iglesia, ¿quién los necesita?), que si recortan en ayudas a la dependencia (¿Y nos le vale con que los cuiden sus hijas, y sus hermanas?), vamos, que se quejan por todo, lo de siempre. ¡Qué viva el despilfarro!
Eso por no hablar de lo de la sanidad y la educación. Pero, vamos a ver, ¿a quién le puede supone un esfuerzo grande pagar lo que se gasta en cuatro cafés por unos medicamentos? ¡Unos tacaños! Eso es lo que son, ¡unos tacaños que no quieren arrimar el hombro! ¿Acaso no ven que no hay otra salida que estas medidas de ahorro que está implantando el gobierno?, ¿no se han dado cuenta aún de que la sanidad, tal y como está ahora, así, universal y gratuita, es una utopía?, ¿qué es lo que quieren, acabar con la sanidad pública? No hay quien los entienda, de verdad. Vamos, son tan irresponsables que atacan hasta sus propios intereses. Prefieren que el moro de turno se pueda traer a su madre de Marruecos o de donde sea para poder curarse aquí, que asegurar que los españoles de bien se puedan seguir curando aquí ahora y en el futuro. Joder, ¡si encima los que más van a pagar son los que más tienen, que les van a cobrar hasta 60 euros al mes por las recetas!
Y en educación, eso sí que es ya, con perdón, para mear y no echar gota. Pero vamos a ver, vamos a ver. ¿No veis que los hijos de los trabajadores han estado estudiando por encima de sus posibilidades? (cualquiera se quería hacer ingeniero, o sociólogo, o lo que sea, y, claro, como el estado medio te financiaba algo, y las familias encima se apretaban el cinturón para presumir de hijo universitario, pues luego pasa lo que pasa). Ya era hora de que un gobierno como Dios manda pusiera racionalidad y eficiencia en este asunto.
Era indispensable introducir medidas de ahorro para evitar el despilfarro realizado por la ciudadanía y que el déficit en el presupuesto educativo, al igual que con el sanitario, no siga creciendo. Para ello, nada mejor que una subida temporal de algunas tasas universitarias a algunas personas, y, por supuesto, que los zánganos que no aprueben a la primera no malgasten más fondos de la sociedad más allá del primer año. Todo esto, además, como todo lo demás, el gobierno lo está haciendo por el bien de las familias y de los más desfavorecidos, que como ya no podrán seguir pagando si su hijo repite curso, pues eso que se ahorrarán: cuatro o cinco o séis años de pagar estudios. Todo pensado y bien pensado para que "solo paguen más lo que más tienen, y menos los que menos tienen".
Pero estos rojos, con su demagogia, es que no quieren enterarse que todo lo estamos haciendo por ellos. Y encima dicen que ocultamos nuestro programa electoral y que mentimos en campaña solo para llegar al poder. ¿Pero no es eso lo que hemos hecho siempre? Pues que no nos hubiesen votado, hostias ya. Ahora a joderse, rojillos, que han sido vuestros mismos "trabajadores" los que nos han puesto ahí. Así que menos quejarse, y más arrimar el hombro. Ya vale de demagogia, hombre.
Y es que desde que Mariano ha entrado en el gobierno no paran de quejarse. Todo lo que no se habían quejado en los últimos ocho años (a Zapatero, como era de los suyos, se lo aguantaron todo), se están ahora quejando en solo cuatro meses que lleva este gobierno.
Empezaron con el asunto ese de la “subida temporal de impuestos”. ¿Pero no es precisamente eso lo que piden los rojos, que se suban los impuestos? Es que no hay quien los entienda. Si se bajan, no les gusta, si se suben, tampoco. ¿En qué quedamos? Un poco de coherencia, por favor. Aunque, bueno, pedirle coherencia a un rojo, es como pedirle peras a un olmo, no hay por donde cogerlo.
Luego con la reforma laboral. ¿Pero qué quieren? Con cinco millones de parados que nos ha dejado Zapatero, ¿algo había que cambiar, no? Igual querían que lo dejásemos todo igual para que hubiese otros cinco millones de parados más. Dicen que les quita derechos a los obreros. ¿Y los derechos de los parados, qué?, ¿es que nadie va a defender los derechos de los parados?, ¿alguien ha visto alguna vez a los sindicatos defender los derechos de los parados? Pues no. Así que alguien tenía que defender los derechos de los parados, y para eso, claro, estamos los del PP.
Lo que pasa es que estos rojos son unos vagos que no quieren rendir en el trabajo, y les gusta mucho acomodarse y vivir del cuento sin que nadie los pudiera echar, porque si los echaban, la empresa se iba a la ruina de lo caro que salía despedirlos. Ahora, en cambio, ningún trabajador se podrá acomodar en su puesto de trabajo, porque sabe que el emprendedor los puede despedir con más facilidad, y eso, que todo hay que explicarlo, hará que se “aumente la productividad”, y, por tanto, que Españaaaaa gane en competitividad y pueda generar riqueza, que es justo lo que se necesita en una situación de crisis coyuntural del sistema de libre mercado como la que estamos viviendo ahora mismo.
Es que, vaya, se estaba llegando a una situación en que los obreros se aburguesaban en las empresas y eso no se puede permitir. ¡Un obrero aburguesado!, por favor. Dónde vamos a parar.
Además, ¿quién genera la riqueza, quién invierte, quién arriesga su capital?, ¿el emprendedor, no? Pues ya está. ¿Cómo va a ser viable económicamente un sistema de relaciones laborales donde el trabajador tenga más derechos que el emprendedor? No hombre, no. El trabajador no arriesga nada, si lo echan de un sitio, se puede ir a trabajar a otro, que, además, para eso hemos hecho que las Empresas de Trabajo Temporal se encarguen de gestionar los servicios de intermediación en la búsqueda de empleo. ¿Pero un emprendedor?, ¿a dónde va un emprendedor? Pues a la ruina. Después de arriesgar su capital, y pagar religiosamente sus impuestos, de contribuir al bienestar general creando empleo y aportando la mayor parte de las cotizaciones con las que pagar los gastos asociados al estado del bienestar, encima se tiene que ir a la ruina por no poder despedir antes. ¿Eso es justo?, ¿de verdad es justo?
Digo más, ahora el emprendedor si quiera tendrá que despedir para salir adelante. Con los cambios que ha hecho este magnífico gobierno del pueblo, este gran partido de los trabajadores, el emprendedor podrá ser solidario con sus trabajadores y bajarles el sueldo para así no tener que echar a nadie, e incluso, si es necesario, cambiarlo de ciudad y de puesto de trabajo, todo por su bien y el de sus compañeros. ¡Y encima lo critican! Pero, claro, viendo como se han puesto por eso de que se puede despedir a un trabajador si está unos 9 días de baja en un mismo mes, ¿pues qué más podemos decir? ¡Estos lo que no quieren es trabajar! Que si la baja por depresión, que si la gripe, que si me duele la cabeza por un tumorcillo que me han encontrao, en fin, las quejas de siempre, ¡y todo para no ir a trabajar y que el emprendedor le pague los vicios!
Son tan desagradecidos que hasta montaron una Huelga General. ¡Se puede tener más cara! Que, por cierto, fue un fracaso total. Vamos, yo me senté en un banco de un parque debajo de una farola encendida esa mañana, y aquello estaba tan normal, como cualquier otro día. El bar donde me tomo el café, abierto. El taxista que me lleva al puticlub los fines de semana, circulando. La tienda donde le compro la ropa cara a mis hijos, abierta también. En fin, todo de absoluta normalidad.
Eso sí, los pocos que hicieron huelga ese día, la tuvieron que liar, ¡cómo no! Los muy desgraciados hasta quemaron unos cuantos contenedores. ¡Pero dónde vais a ir luego a coger la comida desgraciados! Y no solo eso, sino que, además, usaron su violencia para cohibir y coaccionar a esa mayoría de trabajadores y trabajadoras que ese día fueron a su puesto de trabajo como cualquier otra jornada laboral. ¡El Wylly Toledo ese hasta quemó un bar! Así son ellos. Lo único bueno de ese día es que todos esos liberados sindicales que no trabajan en todo el año, ese día nos les quedó más remedio que trabajar. ¡Igual hasta alguno le robó el Rolex al Méndez ese! Por supuesto, todo pagado por el dinero del estado, que su buenas subvenciones se llevan, todos ellos. Además, y esto lo tengo que decir porque la mayor parte de la gente no lo sabe, encima es que a ellos, a los liberados y demás sindicalistas, ¡no les descuentan el sueldo de ese día!,
¡Así cualquiera hace huelga!
¿Y qué decir de la amnistía fiscal?, ¿es que no es una buena medida?, ¿no es dinero lo que necesita el estado para acabar con el déficit que nos ha dejado Zapatero?, ¡Pues ea, ahí es donde está el dinero!, ¿o hubiesen preferido que el dinero se quedase en las cuentas de los bancos suizos, o en las cajas fuertes de los bancos, así, en negro? Pues al parecer, estos rojos es lo que querían. Total, por defraudar unos eurillos a hacienda, no se ha muerto nadie. Que no es como romper un escaparate de una pedrada, o quemar un contenedor, ¡que eso no hace daño ni atenta contra personas o cosas! Eso sí, luego para los etarras, bien que piden amnistía.
¡Pero para los sufridos emprendedores que alguna vez, por necesidad, hayan cometido algún fraude fiscal, no! Se ve que lo tienen muy claro ¿O si no cómo se explican ustedes la que están montando también porque el Ministro de Interior ha dicho eso de que resistirse pasivamente a la autoridad será delito?
Parece ser que ahora, querer vivir en una sociedad con orden, donde la policía sea respetada, y donde uno pueda salir tranquilamente con su coche para ir de compras al centro de la ciudad sin que nadie corte el tráfico con una manifestación ilegal, va a ser malo. ¡Fijarse como son que hasta ya están enseñando a los niños de 13 o 14 años a que sean unos delincuentes!, ¿no visteis lo de Valencia? Bueno, bueno, eso fue una vergüenza. Niñatas gritando como histéricas por unas caricias de nada de la policía, ¡como se nota que en su casa no les han enseñado educación y disciplina!, Si no, ¿de qué se iban a asustar por una caricia? Un par de tortas bien dadas a tiempo, y se acabó. Menos mal que allí sí que había una delegada del gobierno como Dios manda, y un comisario de policía de los que sabe hacer bien su trabajo con los enemigos del orden social.
Pero lo más insoportable de todo lo estamos viendo estos días, desde que el Gobierno presentase los presupuestos generales del estado. Unos presupuestos, dicho sea de paso, que mejores no pueden ser. Se ahorra en todo menos en policía, en defensa, en la casa real, en la Iglesia, y ¡en los toros!. Vamos, el que no vea que esos presupuestos son fruto de una pausada reflexión, quitando solo de aquellos sitios donde no es imprescindible gastar, y no quitando de aquellos otros donde más dinero se necesita para que una sociedad pueda funcionar, es que no tiene ni idea de nada.
Que si recortan la ayuda al desarrollo (¡ahora tendremos que pagarle nosotros los despilfarros a los negros, no te jode!), que si recortan en prevención de violencia machista (¡como si con enseñar a las mujeres que se tienen que dedicar, incluso aunque sean emprendedoras, a hacer pasteles, como venía en aquella magnífica portada de La Razón, no fuese ya suficiente para que no haya malos tratos de esos!), que si recortan en ayudas a la Ciencia y la investigación (teniendo a la Iglesia, ¿quién los necesita?), que si recortan en ayudas a la dependencia (¿Y nos le vale con que los cuiden sus hijas, y sus hermanas?), vamos, que se quejan por todo, lo de siempre. ¡Qué viva el despilfarro!
Eso por no hablar de lo de la sanidad y la educación. Pero, vamos a ver, ¿a quién le puede supone un esfuerzo grande pagar lo que se gasta en cuatro cafés por unos medicamentos? ¡Unos tacaños! Eso es lo que son, ¡unos tacaños que no quieren arrimar el hombro! ¿Acaso no ven que no hay otra salida que estas medidas de ahorro que está implantando el gobierno?, ¿no se han dado cuenta aún de que la sanidad, tal y como está ahora, así, universal y gratuita, es una utopía?, ¿qué es lo que quieren, acabar con la sanidad pública? No hay quien los entienda, de verdad. Vamos, son tan irresponsables que atacan hasta sus propios intereses. Prefieren que el moro de turno se pueda traer a su madre de Marruecos o de donde sea para poder curarse aquí, que asegurar que los españoles de bien se puedan seguir curando aquí ahora y en el futuro. Joder, ¡si encima los que más van a pagar son los que más tienen, que les van a cobrar hasta 60 euros al mes por las recetas!
Y en educación, eso sí que es ya, con perdón, para mear y no echar gota. Pero vamos a ver, vamos a ver. ¿No veis que los hijos de los trabajadores han estado estudiando por encima de sus posibilidades? (cualquiera se quería hacer ingeniero, o sociólogo, o lo que sea, y, claro, como el estado medio te financiaba algo, y las familias encima se apretaban el cinturón para presumir de hijo universitario, pues luego pasa lo que pasa). Ya era hora de que un gobierno como Dios manda pusiera racionalidad y eficiencia en este asunto.
Era indispensable introducir medidas de ahorro para evitar el despilfarro realizado por la ciudadanía y que el déficit en el presupuesto educativo, al igual que con el sanitario, no siga creciendo. Para ello, nada mejor que una subida temporal de algunas tasas universitarias a algunas personas, y, por supuesto, que los zánganos que no aprueben a la primera no malgasten más fondos de la sociedad más allá del primer año. Todo esto, además, como todo lo demás, el gobierno lo está haciendo por el bien de las familias y de los más desfavorecidos, que como ya no podrán seguir pagando si su hijo repite curso, pues eso que se ahorrarán: cuatro o cinco o séis años de pagar estudios. Todo pensado y bien pensado para que "solo paguen más lo que más tienen, y menos los que menos tienen".
Pero estos rojos, con su demagogia, es que no quieren enterarse que todo lo estamos haciendo por ellos. Y encima dicen que ocultamos nuestro programa electoral y que mentimos en campaña solo para llegar al poder. ¿Pero no es eso lo que hemos hecho siempre? Pues que no nos hubiesen votado, hostias ya. Ahora a joderse, rojillos, que han sido vuestros mismos "trabajadores" los que nos han puesto ahí. Así que menos quejarse, y más arrimar el hombro. Ya vale de demagogia, hombre.
Publicado en Humor anticapitalista