El pleno del Congreso todavía no ha votado la convalidación del real decreto ley de reforma financiera, pero ya se puede anticipar un primer resultado: el Gobierno no ha logrado sumar el apoyo ni del PSOE ni de CiU.
Los socialistas, significativamente, han utilizado el turno en contra para expresar su desacuerdo de fondo con la segunda reforma del sector que ha presentado el Ejecutivo de Mariano Rajoy en apenas tres meses. En la tribuna, el exministro Valeriano Gómez no ha desvelado aún el sentido final del voto de su partido. Y es que las negociaciones siguen a estas horas, pero fuentes del Grupo Socialista ya han adelantado que no hay acuerdo por lo que, salvo cambio de última hora, el voto a favor se antoja "muy complicado". Las opciones son el no o la abstención. Tampoco hay consenso con CiU, como ha reconocido en la tribuna su portavoz de Economía, Josep Sánchez Llibre.
Es el peor escenario para el Ejecutivo, por descontado. Durante la defensa del decreto ley, Luis de Guindos ha clamado por el consenso, porque un respaldo amplio de la Cámara, "el impacto sobre la confianza" hacia España será superior. "Este decreto es imprescindible. Buscamos el máximo consenso, el apoyo es absolutamente fundamental", ha rogado, dirigiéndose sobre todo al PSOE.
El ministro ha hecho algunos guiños hacia la oposición, pero no ha mostrado por ahora disposición a que el decreto se tramite como proyecto de ley y sea posible, por tanto, introducir modificaciones vía enmiendas. El Gobierno, ha sostenido, no se opone a discutir sobre preferentes –un producto financiero que Economía reconoce como "un gran engaño" pues ha supuesto la ruina para muchos pequeños ahorradores– o sobre las sociedades inmobiliarias en las que las entidades van a poder colocar sus activos tóxicos para sanear sus balances, o sobre "cuestiones que afectan al sector".
La votación no será antes de las 14.30 horas de hoy. Las conversaciones siguen. "Vamos a ver si seguimos hablando", decía hace unos minutos Gómez en los pasillos del Congreso.
Los socialistas, significativamente, han utilizado el turno en contra para expresar su desacuerdo de fondo con la segunda reforma del sector que ha presentado el Ejecutivo de Mariano Rajoy en apenas tres meses. En la tribuna, el exministro Valeriano Gómez no ha desvelado aún el sentido final del voto de su partido. Y es que las negociaciones siguen a estas horas, pero fuentes del Grupo Socialista ya han adelantado que no hay acuerdo por lo que, salvo cambio de última hora, el voto a favor se antoja "muy complicado". Las opciones son el no o la abstención. Tampoco hay consenso con CiU, como ha reconocido en la tribuna su portavoz de Economía, Josep Sánchez Llibre.
Es el peor escenario para el Ejecutivo, por descontado. Durante la defensa del decreto ley, Luis de Guindos ha clamado por el consenso, porque un respaldo amplio de la Cámara, "el impacto sobre la confianza" hacia España será superior. "Este decreto es imprescindible. Buscamos el máximo consenso, el apoyo es absolutamente fundamental", ha rogado, dirigiéndose sobre todo al PSOE.
El ministro ha hecho algunos guiños hacia la oposición, pero no ha mostrado por ahora disposición a que el decreto se tramite como proyecto de ley y sea posible, por tanto, introducir modificaciones vía enmiendas. El Gobierno, ha sostenido, no se opone a discutir sobre preferentes –un producto financiero que Economía reconoce como "un gran engaño" pues ha supuesto la ruina para muchos pequeños ahorradores– o sobre las sociedades inmobiliarias en las que las entidades van a poder colocar sus activos tóxicos para sanear sus balances, o sobre "cuestiones que afectan al sector".
Pero no habrá negociación sobre recortes en educación o sanidad, como pide el PSOE. "Este real decreto va de incrementar las provisiones de la cartera promotora. Si vota en contra, va en contra del saneamiento de los bancos españoles, en contra de quitar todos los activos inmobiliarios tóxicos. De esto va, señor Gómez", ha atizado De Guindos para rechazar toda "mezcla" de la reforma financiera con otros asuntos. Más claro ha sido el portavoz del PP, Vicente Martínez-Pujalte: "Ustedes, por lo que sea –ha ironizado, refiriéndose a la discusión interna del PSOE entre el sector de Alfredo Pérez Rubalcaba y el de Carme Chacón–, quisieron embarrar el terreno de juego con cosas que no tocaban".
* El presidente del BCE, Mario Draghi. .................
Responsabilidades por Bankia
El diputado socialista ha verbalizado las quejas y resistencias que todavía recorren a su grupo: la escasa información y poca voluntad de diálogo por parte del Gobierno y, sobre todo, la caída de Bankia, que "pasará a la historia de los desatinos" y por la que el PSOE ya ha pedido una comisión de investigación, visto el permanente bloqueo del PP a que comparezcan los gestores anteriores de la entidad y el gobernador del Banco de España. "En algún lugar tendrán que explicar por qué se inyectan 23.000 millones de euros, y no 30.000 o menos, o cómo se ha generado un agujero de esta magnitud", ha denunciado Gómez. Guindos le ha respondido que la crisis financiera "no empezó ayer", con Bankia, sino que arrancó la pasada legislatura, cuando el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero "no hizo nada", al contrario que EEUU y varios países europeos, que ya nacionalizaron buena parte de su sector bancario.La votación no será antes de las 14.30 horas de hoy. Las conversaciones siguen. "Vamos a ver si seguimos hablando", decía hace unos minutos Gómez en los pasillos del Congreso.
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