Economía española, ¿en caída libre?
Ya a nadie se nos oculta la gravísima crisis de la economía española y tampoco a nadie, o en este caso al menos a casi nadie, se nos oculta que la gestión de dicha crisis ha sido y sigue siendo absolutamente penosa. Así también es interpretado por los líderes económicos mundiales que, para nuestra desgracia, su opinión es tan eficaz que hacen tambalear peligrosamente nuestra estabilidad económica-financiera.
Brujuleando por aquí y por acullá, he leido que, desde el inicio del caso Bankia, el Ibex 35 se encuentra en el peor momento de su historia:
* Nunca había caído tanto. Desde enero hasta mayo se ha desplomado en un 28,9%.
* La distancia con Alemania jamás había sido tan elevada.
* Telefónica vuelve a niveles de 2003 y como el peso de esta compañía es de un 19% en el Ibex, su evolución es clave para el índice.
* Banco Santander ha caído un 28%.
* El resto de la banca, está en caída libre y sufriendo la incertidumbre del propio sector tras el caso Bankia.
* Solo se salvan cuatro valores "refugio": Grifols, Amadeus, Inditex y Técnicas Reunidas.
* Podría haber una recuperacióncon un fuerte rebote en el futuro, pero nadie sabe cuando.
Si quieren más datos, les animo a que lean el artículo completo publicado en La Información.com.
Algunos de los líderes a los que antes hacía referenciase se vuelven a encontrar en el Club Bliderberg. Justo estos días tiene lugar el encuentro anual, esta vez en Estados Unidos, en la ciudad de Chantilly. En este oscuro Club, personas influyentes del mundo de la política, de la economía y de la comunicación, toman decisiones al margen muchas veces de los gobiernos elegidos democráticamente y deciden sobre el futuro de millones de personas.
Este año acuden a este engendro la propia Vicepresidenta, Soraya Saénz de Santamaría; el comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia: el consejero delegado de CaixaBank, Juan María Nin y el consejero delegado del Grupo Prisa, Juan Luis Cebrián. Ya con los nombres, no se si hace falta mayor comentario. Rechina todo, verdad? ¿Se les ocurrirá alguna medida para España, alguna medida que no sean más ajustes y más recortes que nos llevan al suicidio colectivo?
Mientras tanto, el caso español ya empieza a ser considerado por muchos analistas como la bomba que caerá, está cayendo o ya ha caído, sobre el euro. En el propio periódico "The Wall Street Journal" se apunta a que España se opondrá al final a las recetas de austeridad propuestas por Alemania. Da varias razones de peso y termina su análisis asegurando que "España es la nación que primero podría dejar el euro" y apunta además a que "una salida negociada de la moneda común sería un paso lógico.
La referencia española a este artículo la he leído en este enlace, por si están interesados.
LEVANTATE Y ANDA
Este país ha vivido con frecuencia al borde del precipicio, pero siempre se ha salvado de milagro. Acostumbrados al vértigo, nos hemos colocado la alegría en el sombrero para que nada ni nadie nos apee del asombro de vivir. La indistinta pronunciación entre la B y la V llevaba a los latinos a admirar a los españoles para los que era lo mismo “vivir que beber” (Beati hipanii, quibus bibere est vivere) Y tentando a la esperanza, hemos ido haciendo la historia tejiendo y destejiendo los acontecimientos como una Penélope-Corte-Ingles-rebajas. Porque agrandamos lo que fuimos hasta el infinito, pero abaratamos el presente que somos.
Se nos vino el mundo abajo allá por dos mil ocho. La crisis no era crisis. Andaba Solbes habándole a Zapatero al oído. Y Zapatero, que aprendió de Jordi Sevilla economía en dos tardes, escuchaba. O a lo mejor no hizo caso a su ministro y tiró hacia delante con unas elecciones recién ganadas. Las hipotecas se llamaron “basura” para empezar a culpar así a los pobres de la hecatombe que se avecinaba. Y los pobres, con su culpa a cuestas, siguen peregrinando hacia el destierro porque estorban la recuperación bancaria, hacia la nada porque ellos y sólo ellos aportan su esfuerzo, su dinero, su trabajo, su despido, su desahucio. Los ricos tienen bastante con preocuparse de ser los que dan de comer al pobrerío sudado, entristecido, postulando un trozo de paz a las puertas del mundo.
Nos quiso devorar Europa en 2.010. Zapatero se plantó en el Congreso y se colocó a la derecha de sí mismo. Recortó, recortó, recortó. Y empezamos a no perdonarle. Decidió perder las elecciones. Pidió que alguien le echara una mano a España. Que solo no podía. Que Europa andaba ya por los Pirineos. Que se adentraba como un Napoleón de Emidio Tucci y corbata. Sonsoles rubia-pelo-corto, empezó a hacer maletas. Llamó a los niños y les habló de un chalet construido en el frío León de los recuerdos.
Ana Oramas, a plena luz en el Congreso, una sombra menos en Canarias, ha nombrado a Montoro. El no estaba. Tiene frecuentes apretones de vientre cuando alguien quiere apretarle el alma. Montoro –dijo Ana- no ayudaría a cortar la hemorragia. Rajoy iba camino de la Moncloa y él –fiel escudero-Sancho-ministro- aseguró que prefería ver desangrarse al país. Con el barreño en la mano, aseguró que era preferible esa larga muerte agónica, sin posible eutanasia. Mariano, que estaba ya en la escalinata de palacio, haría la transfusión y España volvería a ser una, grande y libre. Montoro llamó a Pons, a Cospedal, a Soraya y empujaron. Zapatero rodó, pero Europa se quedó en los Pirineos, esperando a Rajoy como quien espera a un godó que no llegará nunca. Porque Mariano está, pero no está. Se le ha puesto cara de viernes-con-Soraya. Ahora es de Guindos quien miente o se equivoca. Es Wert quien avergüenza y Montoro quien se esconde. “Ya la levantaremos nosotros” Y gracias a Coalición Canaria y a CIU el país no fue intervenido. Montoro fingió otro apretón y se fue a llorar al WC tirando de la cadena para que el agua se llevara su tristeza por las cloacas envenenadas de Génova.
Le preguntaron a Aznar allá cuando Buhs era generalísimo de IraK: ¿Cuál es el milagro de su economía en alza”? Y D. José María-Carlos-Quinto respondió: “El milagro soy yo”. Después aprendió inglés, desterró la intimidad de su catalán, y se echó por el mundo a manchar la España que le pagaba.
Estamos aquí, ahora. Con el despido exigido por Europa, con la sanidad enferma, con la enseñanza pidiendo limosna, con la investigación a la puerta de las iglesias, con los desahucios en cada esquina, con la prima de riesgo, la recapitalización, el rescate, la opaca transparencia, el déficit. Rajoy buscando soluciones en el Marca. Pujalte con la herencia recibida en la maleta. Pons creando tres millones de puestos de trabajo. Cospedal, nuestra señora de los trabajadores, reinando. Disimulando Soraya. Floriano enmendando y enmendado sin saber a qué atenerse. Y Bankia aplastando comisiones de investigación ayudados por Divar-presidente-con-Marbella-tatuada.
Ana Oramas ha envuelto la denuncia en celofán de regalo y se la ha dado a Montoro con la vergüenza estreñida, sistémica y milagrosa. Hay viagra por los rincones a ver si a Montoro se le levanta España.
Rafael Fernando Navarro
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