Conflictos mundiales * Blog La cordura emprende la batalla


viernes, 8 de junio de 2012

España cañí * Miedo de Rajoy a que le pase lo de Berlusconi * El mandato de Rajoy, desinflado en menos de un año


Desde que nos desgobierna el desgobierno del Partido Popular los españoles estamos siendo testigos directos de la presencia de esa España cañí que muchos no conocíamos del todo (salvo por referencias, lecturas y recuerdos de nuestros mayores), algunos han conocido demasiado y otros, los más jóvenes, habían tenido la suerte de no haber conocido nunca. La tenemos de frente, en cada decreto, en las palabras de gobernantes, en sus silencios, en sus abusos y sus desprecios, en los recortes, en el argumento solapado que parece pulular por el ambiente según el cual los ciudadanos somos tontos de capirote, nos tragamos todo y no decimos ni “mu” cuando vemos que nos expropian derechos y nos expolian servicios básicos, mientras se enriquecen chorizos de guante blanco, se evaden fortunas, se financia a banqueros, se exculpa a corruptos con amnistía fiscal, y hasta algunos de apolillada honorabilidad se van de picos pardos a “humildes” hoteles de lujo con cargo al dinero de la ciudadanía empobrecida al límite.

La España cañí es ese país hipócrita, maniqueo, cínico, voraz, teñido de esa manoseada moral impostora basada en las apariencias. Esa moral ficticia y simulada que demoniza la coherencia, la verdad, la felicidad y la libertad, pero justifica, de puertas para adentro, la perversión y la falsedad más pérfida e insana. Ejemplos recientes hay a montones. Es ese país regentado por los que desprecian a los ciudadanos e ignoran sus derechos, aunque proclaman a los cuatro vientos su adhesión a esa moral inmoral basada en dogmas, no en la decencia, ni en el respeto, ni en la solidaridad.

Es ese país dirigido por los que sienten apego por la violencia; ésos que gustan de policías golpeando a manifestantes, u organizan ostentosos dispositivos policiales para detener la voz ciudadana, y detienen a estudiantes por ejercer su derecho de libre expresión y su legítima aspiración a una enseñanza digna, a tener futuro, y a un mundo mejor. La prensa ultramontana les llama perroflautas o radicales de izquierda, como Franco y los franquistas nombraban como “rojos” a progresistas y demócratas. Y tanto les gusta la violencia que consideran cultura a la muerte, y toman como símbolo del recreo patrio al acto sanguinario de torturar y matar a un animal. Lo llevan en la sangre, quizás. ¿Cómo van a respetar a un animal si no respetan la dignidad humana?

Es ese país intolerante, cerril y sectario que no soporta lo diferente. Que desprecia a los inmigrantes, que rechaza a cualquier otra cultura; que considera “extranjero” a todo aquello o aquel que le resulte ajeno, porque en su corpus ideológico se autoconvence de que sus ideas carcas son las únicas ideas posibles. Ese país clasista y decimonónico heredero de las paranoias de falsa unidad y falsa grandeza, que desprecia el pluralismo, que idolatra el lema de una, grande y libre, cuando no entiende, ni de lejos, lo que es la unidad, ni la grandeza, ni la libertad. Es la España no democrática.

Y es la España inculta, la que exilió a grandes intelectuales, artistas y creadores en la dictadura; la que expulsó a Picasso, a Alberti, a Machado; la que fusiló a Lorca y acabó con Miguel Hernández en un triste penal, como tantos otros. Es, repito, la España que llama cultura a los toros, que cree que es historia la vulgar propaganda, que considera educación al adoctrinamiento en colegios elitistas, religiosos y de pago, y reniega de la educación democrática, pública y de todos. Es la España que desprecia la investigación, que llama “titiriteros” a los artistas, que considera riqueza sólo al dinero.

Es la España que dice que no hay dinero porque lo quiere todo. Es esa que está muy bien adoctrinada, que no tiene corazón. Esa que denunciaban Cervantes, y Goya, y Quevedo, y Moratín, y Clarín, y Larra, Galdós, Blasco-Ibáñez, Pío Baroja, Machado… Esa España que, decía el gran poeta, ora y embiste, esa España que hiela el alma. Es la España que ya existía en el siglo XV, y que, al parecer, salvo en las formas poco ha cambiado. Yo la llamo la España cañí, por desdramatizar, aunque es la que ahora, en pleno siglo XXI, nos está gobernando.

Coral Bravo es doctora en Filología




Miedo de Rajoy a que le pase lo de Berlusconi





El diputado del PP José Maria Beneyto, hasta ahora coordinador de su partido en la subcomisión del FROB, ha sido fulminantemente 'decapitado' por orden de la superioridad 'popular'. Su 'pecado' es haber pronunciado, hace unos días, unas palabras llenas de sensatez. ¿Pero qué dijo Beneyto para que Mariano Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría procedieran a llevarlo al 'cadalso'?

Pues bien, declaró a la agencia EFE que no había para tanto. Que la “intervención o rescate de la economía española es algo que  no se podía descartar” y que si bien supondría un “varapalo” para España no sería el Apocalipsis”. O sea, que a ese diputado conservador le ha costado muy caro no coincidir punto por punto con la doctrina oficial popular. Aviso a navegantes genoveses. Prohibida, de parte de Rajoy, cualquier herejía por mínima que ésta sea.
Broche admirable
Puede interpretarse también como un broche admirable de patriotismo, inspirado en aquel grito del general Moscardó: “¡El Alcázar no se rinde!”. “¡España no se rinde!”, sostiene Rajoy respecto a la posibilidad de un rescate extranjero para mejorar la situación en la que nos encontramos. Sucede, en todo caso, que el líder de la derecha española no quiere ni hablar de ello.
De forma agria
Recordemos cuando Rajoy desdeñó de forma agria la oferta del presidente de la República Francesa de contribuir a rescatar los bancos españoles. “Hollande no sabe cómo es la banca española.”, le espetó de forma prepotente, en lugar, al menos, de agradecerle su gesto de ayudar a la recuperación financiera de España. Pero todo esto nos conduce a la alergia sistemática de Rajoy en relación con un rescate.

Teme perder su silla
Rechaza Rajoy cualquier movimiento de rescate o de intervención. Teme que en una de éstas puede perder su silla. O, dicho de otro modo,  que pueda verse obligado a salir -casi corriendo y de pronto- de La Moncloa. Le da miedo que se repita en España lo que aconteció en Italia. Adiós a Silvio Berlusconi. Pase Vd. señor Mario Monti. El pelotón mediático, que le ha puesto otra vez la proa a Rajoy, insiste estos días en su probable caída. De momento, no obstante, la caída ha sido la del diputado Beneyto. Por decir la verdad, claro.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM


El mandato de Rajoy, desinflado en menos de un año







Subrayamos ayer, Sr. Rajoy, que el 95% de los ciudadanos de este país exigía una investigación -digamos que sin pantomimas- para saber cómo se ha gestionado Bankia/Caja Madrid, que está bajo legítima sospecha de corrupción o de graves irregularidades. La enorme cifra del 95% podía encontrarse en una encuesta de 'El País', difundida también por ELPLURAL.COM


Procuramos, desde este periódico digital progresista, avalar siempre nuestras opiniones a partir de datos objetivos. Por cierto, el prestigioso CIS acaba de divulgar el panorama económico y político global  de la España gobernada por el PP. La mayoría, consultada por los expertos demoscópicos del CIS, sostiene la teoría de que la situación “es peor que hace un año”.
“Vamos a peor”
Estamos “peor que nunca”, advierte el 90% de españoles. El paro inquieta cada día más.  El 64´8% califica de mala o muy mala la situación política. Un 30% asegura que todavía será peor que lo que fue hace un año. El 35´8% apunta que vamos a peor. Sólo un 12’14% afirma que la política está mejor.
Hemos retrocedido
Convendría puntualiza además que Rajoy preside el Gobierno desde finales de 2011. En lugar de que mejorara la economía y la política, lo cierto es que hemos retrocedido de forma indiscutible.
Mandato desinflado
Sr. Rajoy, su mandato se ha desinflado en menos de un año, porque nada, o casi nada, de lo que Vd. nos iba predicando, desde que estalló la crisis, era verdad. Sonaba bien –para los ingenuos y los pelotas de la derecha- su retórica, sobre todo cuando Vd. saltaba a la yugular de Zapatero y, posteriormente, a la de Rubalcaba. A ambos se les colgó, desde Génova 13, el sambenito de ser los malos de la película. Así actúan, muy a menudo, estos cuatreros populares, protegidos por la prensa amiga.
Por una vez, no lea el Marca
Léase, a fondo y por una vez, Sr. Rajoy, no el Marca, sino las dos encuestas recientes, la de El País y la del CIS. Y luego márchese a su casa, antes de que tenga que salir de La Moncloa por la puerta de atrás y a cajas destempladas.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM






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