El pucherazo de los fascistas * O cómo se caen las caretas de quienes consideran Euzkadi una colonia española.

O cómo se caen las caretas de quienes consideran Euzkadi una colonia española.

El pucherazo de los fascistas

El ministro del Interior, Fernández Díaz, asegura que “la ley electoral se reformará para que los "exiliados" vascos puedan votar”.

Se han quitado las caretas. La idea del niñato Fachagoiti de sacar 200 o 300.000 votos para el PP de donde sobren en Hispanistán, mediante una simple declaración que “acredite” haber sido “obligado” a “exiliarse” de Euzkadi por el “acoso terrorista” sigue adelante y se presentará a los grupos políticos, no se sabe si aguantándose la risa.

En principio hay que dar las gracias a la mal llamada y peor considerada “Izquierda y Abertzale” (juas juas juas!) por su excelsa contribución a que esta cacicada fascista haya sido siquiera considerada. Décadas de contribución al ideario falangista español apoyando, jaleando, justificando y dando cobertura política incluso internacional a la idea de que “en Euzkadi no hay libertad” han sido la excusa principal de esta iniciativa colonizadora.

En segundo lugar, la jugada es clara: Sacar entre 200.000 y 300.000 votos para el PP del censo electoral español, con la ventaja de que ni siquiera hay que subvertir el mapa político de ninguna región española, pues bastan 100 votos de aquí, 50 de allá, otros doscientos de donde haya muchos y así, entre afiliados y simpatizantes del PP, inflar artificialmente el censo de votantes para disimular que el PP y el PSOE son partidos marginales en Euzkadi. Con el añadido de que quien tiene que verificar si los postulantes a telecolonos son los mismos beneficiados: el Partido Unico Español, el PPSOE.

Estamos pues ante otro intento de modificación legal e incluso constitucional de carácter finalista y excepcional: conseguir por todos los medios que el nacionalismo colonial español tenga una representación ficticiamente sobredimensionada en la colonia vasca. Precisamente lo mismo que pretendió el sátrapa marroquí de Hassan II y su hijo, el igualmente sátrapa y tirano Mohamed VI, con la salvedad de que incluso estos debieron y aún deben certificar fehacientemente ante la Misión de Naciones Unidas para el Sahara Occidental la condición real de ciudadanos saharauis de los colonos con los que pretenden desvirtuar el referendum que debe decidir sobre la independencia de la República Arabe Saharaui Democrática.

Es decir: España ha conseguido el record histórico de pretender ser menos democrática que Marruecos, pues España pretende convertir en vasco instantáneo a cualquier pepero o sociata despistado (preferentemente peperos) que simplemente alegue una residencia de cinco años en Euzkadi entre 1976 y 2011 y “haberse tenido que marchar por las amenazas terroristas”.

Es evidente que sin ni siquiera tener que inventarse nada, la práctica totalidad de los policías nacionales, miembros de las Fuerzas Armadas españolas o guardias civiles, todos ellos vascos por los cuatro costados, como es natural, cumplen el requisito. Además, como el mismo que debe aprobar la solicitud es el mismo interesado promotor del pucherazo, nos vamos a encontrar con que de repente van a haber como siete millones de vascos-vascos dispuestos a colonizar via router a las provincias traidoras de vascongadas y navarra, con lo cual el problema que se va a plantear en las pocilgas del facherío hispanopepero va a ser el de filtrar a tanto émulo de Pizarro para que no se note demasiado.

Qué más da, si ellos ya han hecho sus cuentas y cuando alcancen el número suficiente de votos necesarios, cerrarán el grifo de la teleinvasión.

Afortunadamente, parece que no lo lograrán para la próxima legislatura, en la que va a ser perentorio que ni un sólo voto abertzale se quede en casa para así dejar patente que la composición política y sociológica del País de los Vascos deja a los Boers hispanistaníes en la más absoluta irrelevancia política.

Además, con un Gobierno y un Parlamento Vasco de clara y absoluta mayoría abertzale, las posibilidades legales y políticas de detener esta fascistada aumentan exponencialmente.

Y si aún así consiguen su objetivo, bien porque aún el facherío pepero aún conserva la mayoría absoluta en el infraebro, bien por la colaboración del facherío pseudoprogre del PSOE, será el momento de plantear medidas drásticas de resistencia.

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