“Hola buenas. Es la primera vez que me pongo en contacto con un blog de información no oficial, aunque esté enviando este mensaje a varios de ellos. Quería compartir una reflexión contigo, y si te parece apropiada, con todos tus lectores. Trata sobre el movimiento 15-M del que ahora no se oye nada, pero que dado el momento en el que vivimos en este país, su ausencia me parece un hecho destacable.
Ahora que llega el rescate, ahora que los bancos alemanes están echando sus redes sobre nuestra economía, ahora que los futuros recortes dejarán en anecdóticos a los realizados por el gobierno, ahora que es el momento de salir a la calle para rechazar semejante estafa, ¿dónde está el movimiento 15-M?, ¿por qué no vuelve a denunciar la corrupción política?, ¿por qué no lidera la lucha contra los abusos del sistema financiero? Mi conclusión no deja de ser paradójica, puesto que el movimiento 15-M, aún sin aparecer, está cumpliendo a la perfección con la función para la que fue diseñado.
Cuando el 15-M se dio a conocer el año pasado, pudo colocar bajo su etiqueta de indignados a todo aquél que no estuviera conforme con la corrupción inherente al sistema. Televisión, periódicos, internet, la propia presión social; desde todas las fuentes se anunciaba la grandeza del movimiento. Si no defendías el movimiento eras acusado de insolidario, de reaccionario o de algo peor. El 15-M representaba la lucha del pueblo contra la corrupción política y económica, representaba la fortaleza y dignidad de los valores democráticos de nuestra sociedad, representaba el cambio de un modelo que en realidad, no puede ser cambiado.
El pueblo, ufano y orgulloso de su poder, aceptó y se conformó con unas festivas acampadas para demostrar su indignación. Contra los bancos y sus prácticas mafiosas, el pueblo parecía adquirir sus propias armas, el movimiento 15-M. Es el bien que se enfrenta al mal. Es la creencia de que cuando políticos y banqueros nos estafen, el movimiento volverá a surgir para defendernos.
Como movimiento popular y espontáneo que ha insistido mucho en ser, y puesto que al pueblo se le supone inteligente, responsable y soberano; si el movimiento 15-M no sale a protestar, es que el rescate financiero a España, no es motivo de movilizaciones populares. Si no hay movimiento 15-M, será porque no es necesario tener ahora esa lucha.
Y el primer rescate llegó. Sin más quejas que las prefabricadas por las redes sociales, sin movilizaciones más allá de milicias mineras locales, estudiantes idealistas o sindicatos con un poder social y mediático muy debilitado. Y el primer rescate llegó, con apariencia de suavidad, como si no lo tuviéramos que acabar pagando todos. Nadie se cree eso, pero las movilizaciones no se producen, el 15-M que dice representarnos no reaparece.
Vendrá un segundo rescate, y un tercero, y los que hagan falta hasta obtener de España la soberanía que pretenden, y el 15-M seguirá sin aparecer. Los efectos en la vida normal del pueblo se empezarán a notar, más paro, más pobreza, más rabia y frustración; mientras progresivamente van desmontando nuestro estado del bienestar. Finalmente el pueblo volverá a salir a la calle por sí mismo. Volverán las movilizaciones, cada uno por su cuenta y a su manera. Y será entonces cuando el movimiento 15-M podrá volver a surgir, al día siguiente, para encabezar, liderar y unificar todas las protestas del pueblo. Para encauzarlas y que molesten lo mínimo posible
La campaña en televisión y redes sociales volverá a repetirse con mayor intensidad si cabe, el 15-M volverá a ser el referente en la lucha contra las miserias del sistema, y aquéllos que no estén de acuerdo con él volverán a ser ignorantes insolidarios. Pasado un tiempo razonable el movimiento se volverá a disolver, llevándose consigo el espíritu revolucionario invocado previamente por el pueblo. Pronto sólo quedarán creyentes de corazón y no de fachada, repitiéndose contra ellos la misma guerra de baja intensidad que ya usaron la primera vez. Acoso policial, campañas para desacreditarlos, embargo de suministros.
Cada vez irán quedando menos, cada vez resistir será más exigente. Al final, sólo volverán a quedar los menospreciados antisistema, y contra éstos, usar una cierta fuerza represora siempre es políticamente correcto.
El proceso habrá terminado, el movimiento 15-M habrá cumplido su función, y oculto esperará hasta que vuelva a ser necesitado. El pueblo aceptará con resignación e impotencia la nueva situación del país. España se habrá convertido en aquello que habían buscado las élites desde un principio; ser un protectorado del renacido IV Reich alemán. En ello están.“
Tan sólo matizaremos que lo independientemente de que lo que se está creando sea un nuevo imperio alemán, una supranación UE (como experimento previo a la instauración del nuevo concepto a nivel global), o directamente un gobierno global (de momento en OR nos inclinamos por la segunda opción, ver video al final del post) coincidimos completamente con la visión de este lector sobre la utilidad del este movimiento que ha sido sobradamente demostrado provenir del propio sistema.
El video es por cortesía de otro lector y comentador: Quico. Gracias por la aportación
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