Tal como andan las cosas ahora mismo nadie debería asombrarse si Mariano Rajoy Brey terminara siendo -en breve y en términos estrictamente políticos- otro muñeco roto más. La riada de la crisis podría llevárselo por delante en cualquier momento. Siete meses ha cumplido desde que tomó posesión del palacio de la Moncloa.
Laberinto sin salida
La situación de entonces acá no sólo ha empeorado, sino que la crisis nos está empujando a la fuerza para meternos en un laberinto sin salida a la vista. Las luces rojas de alerta se han encendido sin tapujos cuando en el Congreso de los Diputados el presidente del Gobierno ha anunciado un paquete de reformas en formato de recortes que son escalofriantes.
Con el culo al aire
Como hemos subrayado en ELPLURAL.COM, “la España de Rajoy, intervenida por la Unión Europea”. ¿Va a ser rescatada formalmente España? Por supuesto que sí. Desde hace ya tiempo eso se sabía. Una vez que todos los sacrificios que castigan a la clase media y a la clase obrera trabajadora, o instalada de forma obligada en el paro, hayan culminado, llegará la intervención inflexible de EU y de otros organismos, que dejarán a Rajoy con el culo al aire.
Un robo colectivo
El alud de tijeretazos es -sin duda alguna- insoportable para la mayoría de los ciudadanos españoles. Esto que estamos sufriendo desde hace ya tres años o cuatro es un robo colectivo más, de los muchos que ha habido en la historia de la humanidad. Este robo lo han perpetrado desde el Gobierno disparando contra los más débiles, los pobres y, en general, los más vulnerables. Todos ellos van a ser asaltados por los más ricos.
El fantasma de Grecia
Este país está llegando al límite de lo tolerable. El fantasma de Grecia se pasea por España. El crecimiento de la economía, tan jaleado por algunos como si fuera una varita mágica, no sido más que una tomadura de pelo. Naturalmente, la indignación sí que crece y con evidente razón.
¿Bonanza y pronto?
Rajoy nos prometió la bonanza y pronto. Y lo único que ha hecho de modo positivo el líder de la derecha es velar por los bancos, nacionalizar Bankia, que la han saqueado quienes sabemos o sospechamos, y pedir ayuda pecuniaria para las entidades financieras a la Unión Europea.
Invento ominoso
Rajoy nos ha engañado desde su investidura como presidente del Ejecutivo. Aquella confianza de la que él alardeaba era un invento ominoso. Las confrontaciones callejeras entre los ciudadanos encabronados por una situación delirante y los antidisturbios abundan a borbotones. Los mineros fueron atacados en Madrid por la policía. Y fueron, en cambio, homenajeados por miles de madrileños. Rajoy tal vez cree que para controlar lo que puede pasar, o ya está pasando, basta con la policía. Pero se equivocaría creyendo lo que, en el fondo, es una patraña.
Convivencia fructífera
En España hemos vivido muchos años en convivencia fructífera, desde la transición hasta ahora. Pero observamos con enorme indignación que el Gobierno popular se está cepillando la red social o el pacto social, que tantos episodios admirables nos han traído. La jornada de ayer fue funesta. Como señaló en el Congreso de los Diputados Cayo Lara, resulta que Rajoy da la impresión de que se dedica a echar “gasolina por las calles”. O cabría decir también que Rajoy prefiere ser pirómano y no bombero.
Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM
Con el culo al aire
Como hemos subrayado en ELPLURAL.COM, “la España de Rajoy, intervenida por la Unión Europea”. ¿Va a ser rescatada formalmente España? Por supuesto que sí. Desde hace ya tiempo eso se sabía. Una vez que todos los sacrificios que castigan a la clase media y a la clase obrera trabajadora, o instalada de forma obligada en el paro, hayan culminado, llegará la intervención inflexible de EU y de otros organismos, que dejarán a Rajoy con el culo al aire.
Un robo colectivo
El alud de tijeretazos es -sin duda alguna- insoportable para la mayoría de los ciudadanos españoles. Esto que estamos sufriendo desde hace ya tres años o cuatro es un robo colectivo más, de los muchos que ha habido en la historia de la humanidad. Este robo lo han perpetrado desde el Gobierno disparando contra los más débiles, los pobres y, en general, los más vulnerables. Todos ellos van a ser asaltados por los más ricos.
El fantasma de Grecia
Este país está llegando al límite de lo tolerable. El fantasma de Grecia se pasea por España. El crecimiento de la economía, tan jaleado por algunos como si fuera una varita mágica, no sido más que una tomadura de pelo. Naturalmente, la indignación sí que crece y con evidente razón.
¿Bonanza y pronto?
Rajoy nos prometió la bonanza y pronto. Y lo único que ha hecho de modo positivo el líder de la derecha es velar por los bancos, nacionalizar Bankia, que la han saqueado quienes sabemos o sospechamos, y pedir ayuda pecuniaria para las entidades financieras a la Unión Europea.
Invento ominoso
Rajoy nos ha engañado desde su investidura como presidente del Ejecutivo. Aquella confianza de la que él alardeaba era un invento ominoso. Las confrontaciones callejeras entre los ciudadanos encabronados por una situación delirante y los antidisturbios abundan a borbotones. Los mineros fueron atacados en Madrid por la policía. Y fueron, en cambio, homenajeados por miles de madrileños. Rajoy tal vez cree que para controlar lo que puede pasar, o ya está pasando, basta con la policía. Pero se equivocaría creyendo lo que, en el fondo, es una patraña.
Convivencia fructífera
En España hemos vivido muchos años en convivencia fructífera, desde la transición hasta ahora. Pero observamos con enorme indignación que el Gobierno popular se está cepillando la red social o el pacto social, que tantos episodios admirables nos han traído. La jornada de ayer fue funesta. Como señaló en el Congreso de los Diputados Cayo Lara, resulta que Rajoy da la impresión de que se dedica a echar “gasolina por las calles”. O cabría decir también que Rajoy prefiere ser pirómano y no bombero.
Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM
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