Más de 40.000 alemanes trabajan en nuestro país, una tasa de 1,734 por mil sobre la población activa
Pese a los avisos sobre una creciente emigración española a Alemania, las cifras reflejan que hay más trabajadores alemanes en España, que españoles en Alemania, en tasa sobre población activa. Según los datos oficiales de la Seguridad Social española, la tasa de trabajadores alemanes en nuestro país en relación a la población activa es de 1,734 por cada mil personas. Mientras que la de trabajadores españoles en Alermania en relación a su población activa, es de 1,350. Cuatro décimas menos.
El pasado mes de junio, el número de alemanes que trabajaban en España ascendía a 40.066 personas, 4.000 más que en mayo. La población activa en el segundo trimestre en España era de 23,11 millones de personas. Luego la tasa de empleados alemanes en nuestro país sobre población activa era de 1,734.
Por su parte, el número de españoles que trabajan como cotizantes en Alemania era de 46.026 el pasado mes de mayo, en relación a una tasa de población activa de 34,09 millones. Es decir, que el número de españoles sobre dicha población activa era de 1,350 por cada mil personas.
La Oficina Federal de Empleo alemana informó hoy que, en el último año, el número de españoles trabajando en Alemania se ha incrementado en 4.753 personas, lo que representa un 11,5%, alcanzando la cifra de 46.026. Asimismo, ofreció los datos de incremento de trabajadores italianos, griegos y portugueses en Alemania, que superan en términos absolutos el de españoles, pero no en porcentaje de aumento.
El número de trabajadores griegos ha subido el 9,8 %, para un total de 117.744 ciudadanos de esa nacionalidad empleados en Alemania. En términos absolutos, el mayor colectivo entre ese grupo de cuatro países lo forman los italianos, con 232.772 personas y un incremento interanual del 4,2 %, mientras que el número de portugueses subió un 5,9 %, hasta situarse en 55.560. De acuerdo con esas estadística, el total de trabajadores de esos cuatro países se sitúa en 452.102, lo que representa un aumento global del 6,5 % respecto a mayo de 2011. Dentro del cómputo de población laboralmente activa de Alemania, integrada por 34,09 millones de personas, los trabajadores de estos cuatro países representan un 1,3 %.

El último boletín mensual del Banco Central Europeo aplaude la reciente reforma laboral en España pero cree que llega demasiado tarde y que se queda muy corta. Así, la institución que preside Mario Draghi exige al Gobierno de Mariano Rajoy -y al del resto de países rescatados- que acometa acciones urgentes para reducir los costes laborales y los beneficios empresariales excesivos. Entre las primeras, plantea relajar la protección de los parados, rebajar el salario mínimo, abolir la indexación de salarios y permitir los convenios en el nivel de la empresa.
Respecto al segundo tipo de medidas para elevar la productividad, el equipo de estudios de Draghi señala que hacen falta "políticas valientes de reformas estructurales", como la liberalización de las profesiones colegiadas y de la inmigración, una reorientación del gasto hacia la educación y la I+D, y reformas del marco jurídico y regulatorio para hacer un país más business friendly. Asimismo, advierte que esto exige una postura firme frente a las presiones de los grupos privilegiados y de los intereses creados.
El pasado mes de junio, el número de alemanes que trabajaban en España ascendía a 40.066 personas, 4.000 más que en mayo. La población activa en el segundo trimestre en España era de 23,11 millones de personas. Luego la tasa de empleados alemanes en nuestro país sobre población activa era de 1,734.
Por su parte, el número de españoles que trabajan como cotizantes en Alemania era de 46.026 el pasado mes de mayo, en relación a una tasa de población activa de 34,09 millones. Es decir, que el número de españoles sobre dicha población activa era de 1,350 por cada mil personas.
La Oficina Federal de Empleo alemana informó hoy que, en el último año, el número de españoles trabajando en Alemania se ha incrementado en 4.753 personas, lo que representa un 11,5%, alcanzando la cifra de 46.026. Asimismo, ofreció los datos de incremento de trabajadores italianos, griegos y portugueses en Alemania, que superan en términos absolutos el de españoles, pero no en porcentaje de aumento.
El número de trabajadores griegos ha subido el 9,8 %, para un total de 117.744 ciudadanos de esa nacionalidad empleados en Alemania. En términos absolutos, el mayor colectivo entre ese grupo de cuatro países lo forman los italianos, con 232.772 personas y un incremento interanual del 4,2 %, mientras que el número de portugueses subió un 5,9 %, hasta situarse en 55.560. De acuerdo con esas estadística, el total de trabajadores de esos cuatro países se sitúa en 452.102, lo que representa un aumento global del 6,5 % respecto a mayo de 2011. Dentro del cómputo de población laboralmente activa de Alemania, integrada por 34,09 millones de personas, los trabajadores de estos cuatro países representan un 1,3 %.
El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi
El último boletín mensual del Banco Central Europeo aplaude la reciente reforma laboral en España pero cree que llega demasiado tarde y que se queda muy corta. Así, la institución que preside Mario Draghi exige al Gobierno de Mariano Rajoy -y al del resto de países rescatados- que acometa acciones urgentes para reducir los costes laborales y los beneficios empresariales excesivos. Entre las primeras, plantea relajar la protección de los parados, rebajar el salario mínimo, abolir la indexación de salarios y permitir los convenios en el nivel de la empresa.
Estas medidas son las que deben tomarse en primer lugar, a juicio del banco central, dentro de lo que denomina "fortalecimiento de la flexibilidad en el proceso de fijación de salarios". En segundo lugar, propone emprender acciones para incrementar la productividad como privatizaciones, formación de los trabajadores, innovación o la creación de un entorno más favorable para las empresas. En tercer lugar, pide que se controlen los márgenes de beneficios excesivos, en especial en el sector servicios.
Respecto al mercado laboral, la autoridad monetaria reconoce que España "por fin aprobó en febrero una reforma del mercado laboral amplia y de gran calado", pero añade que "podría haber resultado muy beneficiosa para evitar la destrucción de empleo si se hubiera aprobado hace algunos años". Así, ilustra en un gráfico que el proceso de moderación salarial desde que estalló la crisis en 2008 en todos los países ayudados por Europa -con la excepción de Irlanda- ha tardado mucho en comenzar o ha sido muy limitado, como en España y Chipre.
Para el futuro, el BCE espera una "fuerte caída de la compensación por empleado en España, como resultado de nuevos recortes del salario de los funcionarios y el impacto de las reformas del mercado laboral en la moderación de las demandas salariales en el sector privado". Una caída esperada que también se refleja en el gráfico y que llevará a España a ser el país con un mayor deterioro salarial al final de la crisis de todos los rescatados (el BCE no habla de "rescate" sino de "programa de asistencia financiera").
Catálogo de reformas estructurales
Finalmente, pide que se controlen los márgenes empresariales excesivos que suelen darse en sectores puramente nacionales, sobre todo en los servicios. Para conseguirlo propone "eliminar obstáculos a la competencia (internacional), particularmente en las profesiones protegidas, por ejemplo reduciendo las barreras de entrada a nuevas empresas y, de forma más general, reduciendo la burocracia".
Por supuesto, el BCE insiste en el estricto cumplimiento de los objetivos de consolidación fiscal para "obtener los beneficios de los esfuerzos de consolidación llevados a cabo hasta ahora y anclar de forma creíble las expectativas de los mercados financieros".



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