Conflictos mundiales * Blog La cordura emprende la batalla


miércoles, 10 de octubre de 2012

EL FIN DE LAS DEMOCRACIAS I



Por la extensión del tema, lo trataré en dos entradas.
La primera, dedicada a la guerra fría y la utilización de Europa como “escaparate del paraíso capitalista” frente al “paraíso soviético”, y su invalidación a partir de la caída del muro de Berlín y el fracaso del comunismo en la extinta Unión Soviética.
La segunda hará referencia al ejemplo español y su “modélica” Transición, como paradigma que se ha querido exportar a otros países para mantener vigentes las dictaduras, camufladas de falsas democracias, igual que se ha hecho en España.


LA REBELIÓN DE LAS ÉLITES
Cuando al gran capital y la banca, el monstruo que habían creado se volvió contra ellos y no lo pudieron controlar, no les quedó más remedio que acabar con él, máxime cuando tampoco había logrado el fin para el que lo habían concebido: acabar con el socialismo y el comunismo.

Acabada la II Guerra Mundial, había que rehacer Europa y utilizarla como escaparate atractivo, capaz de vender el mundo maravilloso y feliz del capitalismo, pleno de libertades y de consumo al alcance de todos los ciudadanos. Para poder lograr tal cosa se ideó el Plan Marshall, que se encargó de reconstruir la Europa que antes habían arrasado y de hacer inversiones para la creación y puesta en marcha de industria y puestos de trabajo. Alemania, como frontera con la zona roja, fue la elegida como parte fundamental para su desarrollo.

Pero este plan de poco habría servido, si no se hubiera hecho en un determinado contexto histórico, como fue la guerra fría, y en presencia de unas determinadas fuerzas sociales con una concreta correlación de fuerzas entre ellas. Los sindicatos y la izquierda habían salido fortalecidos de la guerra contra el nazismo y el fascismo, y al capitalismo no le quedaba más remedio que ir cediendo en la demanda de derechos laborales y sociales, que ya desde antiguo, las clases trabajadoras habían reivindicado, para poder mantener un cierto consenso, un pacto no escrito, pero que permitió el desarrollo de las instituciones democráticas, y las condiciones de vida conocidas como estado del bienestar, de las que se ha disfrutado hasta hace relativamente bien poco.

Pero con la caída del muro de Berlín y el hundimiento del comunismo real en la antigua Unión Soviética, ya no había motivo para seguir manteniendo el consenso, el pacto no firmado, y los que durante más de 35 años habían tenido que soportar ir cediendo en sus luchas con las clases trabajadoras, se plantan y se rebelan, quieren volver de nuevo a sus antiguos privilegios, a eliminar los derechos que de mala gana han tenido que ceder durante estos años, se hacen con todo el poder porque tienen lo principal: dominan el capital y la banca y saben cómo hundir un país o levantarlo, tienen la llave maestra que abre todas las puertas, el dinero. Ha llegado el momento de la rebelión de las élites.

Crean una crisis, y bajo la manta de la austeridad van eliminando los elementos fundamentales de todas las democracias hasta hacerse ellos con el poder total; ya de nada vale votar, porque se siguen sus órdenes y no los programas de los partidos, quienes de verdad mandan ni siquiera son elegidos de forma indirecta, sino que son servidores directos de las élites financieras, la libertad de prensa la tienen en sus manos, ya que son dueños de todos los medios de comunicación, y la libertad de expresión la reducen al mínimo a base de la utilización de la fuerza y la represión.

Se rebajan los sueldos y se eliminan los derechos laborales y sociales de los ciudadanos, y las clases medias quedan reducidas a su más mínima expresión. Se rebajan a sí mismos los impuestos, subiéndolos al resto de los ciudadanos y se privatiza todo lo que los pueblos habían ido nacionalizando y ahorrando como patrimonio personal de los estados.

Los partidos clásicos y los sindicatos, anquilosados estos y apoltronados los otros, se ven incapaces de responder ante esta ataque frontal a las instituciones que creían intocables y sagradas. Son los pueblos, quienes desde abajo, comienzan a crear nuevas formas de agrupación y lucha para enfrentarse y poder recuperar la democracia.


La lucha de clases ha vuelto para evitar regresar al siglo XIX.

Cuando se volvió el nazismo
contra aquellos que lo crearon,
después de que lo aplastaron
tenían el comunismo
que era de nuevo enemigo
aunque hubiera sido amigo.
———————-
Y Alemania fue escogida
para hacer de escaparate
en que cualquier botarate
pudiera ver que su vida
se convertía en más vital
en el bando del capital.
———————-
Para ello el capitalista
tuvo que volverse cuerdo
y firmar más de un acuerdo
de los de tipo pactista
con sindicatos de clase
para que bien funcionase.
———————-
Muchas cosas se lograron.
A base de mucha audacia
se consiguió democracia
aunque lo que no alcanzaron
fue a otros sitios exportalla,
que allí estaba la canalla.
———————-
La sociedad del bienestar
ha sido también un logro
que se ha convertido en ogro
y nos la quieren restar
pues siendo cual son rateros,
les gustan de otros, dineros.
———————-
Y pues que se han rebelado
y quieren sus privilegios
propios de seres egregios
una crisis han colado
y han impuesto austeridad
en toda comunidad.
———————-
Y a base de hacer recortes
los derechos van quitando,
también nos van arruinando
y eliminan los soportes
propios de la democracia
para hacella plutocracia.
———————-
Y pues los viejos partidos
e incluso los sindicatos
no sirven ya ni de ornatos
y viven cual mantenidos,
el pueblo, determinado
por sí ya se ha organizado.
 
Por Carlos Galeón



No hay comentarios:

Publicar un comentario

GRACIAS POR TU OPINION-THANKS FOR YOUR OPINION