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miércoles, 28 de noviembre de 2012

Retorno al pasado * SIGLO XIV: CUANDO LOS BANQUEROS INSOLVENTES ERAN DECAPITADOS


La Cabra
La Cabra

Guadix, sábado 24 de Noviembre de 2012. Aunque la imagen parece más propia de otro tiempo...

casi de posguerra.

El hijo obligando a la cabra a permanecer inmóvil en lo alto de la escalera, la madre pasando el platillo para interceptar "la voluntad" de los transeúntes en forma de unas monedas.
 
 Mientra tanto el padre interpreta, una y otra vez, "La Campanera".
 
 

España, años cuarenta. Bienvenidos. 
 
 


SIGLO XIV: CUANDO LOS BANQUEROS INSOLVENTES ERAN DECAPITADOS
La banca privada (Taula de Canvi) apareció en Barcelona durante el reinado de Jaime I El Conquistador (1213-1276). La legislación romana y goda que regían este negocio fue sustituida por los "USOS DE BARCELONA". 
Estos son algunos de los artículos de esta legislación bancaria:
El 13 de febrero de 1300 se estableció que cualquier banquero que se declarara en bancarrota sería humillado por toda Barcelona por un voceador público y forzado a vivir en una estricta dieta de pan y agua hasta que devolviese a sus acreedores la cantidad completa de sus depósitos.
El 16 de mayo de 1301 se decidió que los banqueros estarían obligados a obtener fianzas y garantías de terceras partes para poder operar, y a aquellos que no lo hicieran no se les permitiría extender un mantel sobre sus cuentas de trabajo. El propósito de ello era señalar a todo el mundo que estos banqueros no eran tan solventes como aquellos que usaban manteles, es decir, que estaban respaldados por fianzas. Cualquier banquero que rompiera esta regla (por ejemplo, que operase con un mantel, pero sin fianza) sería declarado culpable de fraude.

Sin embargo, a pesar de todo, los banqueros pronto empezaron a engañar a sus clientes. 
Debido a esos engaños, el 14 de Agosto de 1321 se estableció que aquellos banqueros que no cumpliesen inmediatamente sus compromisos, se les declararía en bancarrota, y si no pagasen sus deudas en el plazo de un año, caerían en desgracia pública, lo que sería pregonado por voceros por toda Catalunya. Inmediatamente después, el banquero sería decapitado directamente enfrente de su mostrador, y sus propiedades vendidas localmente para pagar a sus acreedores.
Existen evidencias documentales de que esto se cumplia.
Por ejemplo, el banquero Francesc Castelló, fue decapitado directamente frente a su mostrador en 1360, en estricto cumplimiento de la ley.

En 1.982, Jordi Pujol, Presidente de la Generalitat y Directivo en Banca catalana no pudo seguir engañando a sus clientes y el banco tuvo que que ser rescatado por el Fondo de Garantía de Depósitos. Fue procesado aunque finalmente absuelto por la Audiencia de Barcelona en marzo de 1990 que decretó el sobreseimiento definitivo del sumario contra los antiguos consejeros al no encontrar indicios suficientes de delito, aunque consideró que se pudo llevar a cabo una gestión imprudente e incluso desastrosa.
Hoy disfruta de una dorada jubilación y se rumorea que también de un importante patrimonio acumulado en Méjico, y su hijo Oriol Pujol apunta a ser el heredero de Artur Más, "el breve".
A VER SI VOLVEMOS A LAS BUENAS COSTUMBRES.


SIGLO XIV: CUANDO LOS BANQUEROS INSOLVENTES ERAN DECAPITADOS
La banca privada (Taula de Canvi) apareció en Barcelona durante el reinado de Jaime I El Conquistad...
or (1213-1276). La legislación romana y goda que regían este negocio fue sustituida por los "USOS DE BARCELONA".

Estos son algunos de los artículos de esta legislación bancaria:
El 13 de febrero de 1300 se estableció que cualquier banquero que se declarara en bancarrota sería humillado por toda Barcelona por un voceador público y forzado a vivir en una estricta dieta de pan y agua hasta que devolviese a sus acreedores la cantidad completa de sus depósitos.

El 16 de mayo de 1301 se decidió que los banqueros estarían obligados a obtener fianzas y garantías de terceras partes para poder operar, y a aquellos que no lo hicieran no se les permitiría extender un mantel sobre sus cuentas de trabajo. El propósito de ello era señalar a todo el mundo que estos banqueros no eran tan solventes como aquellos que usaban manteles, es decir, que estaban respaldados por fianzas. Cualquier banquero que rompiera esta regla (por ejemplo, que operase con un mantel, pero sin fianza) sería declarado culpable de fraude.
 
 


Sin embargo, a pesar de todo, los banqueros pronto empezaron a engañar a sus clientes.
Debido a esos engaños, el 14 de Agosto de 1321 se estableció que aquellos banqueros que no cumpliesen inmediatamente sus compromisos, se les declararía en bancarrota, y si no pagasen sus deudas en el plazo de un año, caerían en desgracia pública, lo que sería pregonado por voceros por toda Catalunya. Inmediatamente después, el banquero sería decapitado directamente enfrente de su mostrador, y sus propiedades vendidas localmente para pagar a sus acreedores.
 

Existen evidencias documentales de que esto se cumplia.
Por ejemplo, el banquero Francesc Castelló, fue decapitado directamente frente a su mostrador en 1360, en estricto cumplimiento de la ley.
En 1.982, Jordi Pujol, Presidente de la Generalitat y Directivo en Banca catalana no pudo seguir engañando a sus clientes y el banco tuvo que que ser rescatado por el Fondo de Garantía de Depósitos.
 
Fue procesado aunque finalmente absuelto por la Audiencia de Barcelona en marzo de 1990 que decretó el sobreseimiento definitivo del sumario contra los antiguos consejeros al no encontrar indicios suficientes de delito, aunque consideró que se pudo llevar a cabo una gestión imprudente e incluso desastrosa.
Hoy disfruta de una dorada jubilación y se rumorea que también de un importante patrimonio acumulado en Méjico, y su hijo Oriol Pujol apunta a ser el heredero de Artur Más, "el breve".

A VER SI VOLVEMOS A LAS BUENAS COSTUMBRES.
 
 
 
 

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