No es porque me parezca mal la defensa del periodismo y los puestos de trabajo, sino porque su militancia es oportunista, de soltar el slogan de clase obrera sólo cuando les tocan la cartera...
Desde que ven peligrar sus puestos por una feroz regulación de empleo, gran parte de la plantilla del "El País" y “Tele Madrid” asegura trabajar en medios que no sólo son suyos, sino "de todos", tratando de movilizar a colegas y ciudadanía para que no peligren sus plazas, es decir, sus ingresos.
Sin embargo, aún lamentando los efectos familiares de los temidos recortes, yo no me solidarizo con ellos de buenas a primeras, aún menos con los valores que dicen representar en los correos, vídeos y mensajes que transmiten a diario.
No es porque me parezca mal la defensa del periodismo y los puestos de trabajo, sino porque su militancia es oportunista, de soltar el slogan de clase obrera sólo cuando les tocan la cartera.
Sí, en “El País” tolerasteis sin protesta alguna poner vuestra firma junto a aquel histórico editorial de apoyo al golpe de Estado en Venezuela, callastéis frente al cierre violento de otros diarios del Estado que dejaron en la calle a docenas de periodistas y en la cárcel -hoy probadamente torturados- a sus directores, y así, una y mil veces, habéis mostrado vuestro cuajo insolidario. Del periodismo “de todos” que se hacía en “TeleMadrid”, mejor ni hablamos.
Las formas de lucha, de dignidad y resistencia, debéis de aprenderlas precisamente de todas las víctimas de vuestra incoherencia. De los periodistas de Honduras y Buenaventura asesinados sin reflejo en vuestras páginas; de los estudiantes, amas de casa, amigos míos o trabajadores que, violando el código deontológico profesional y vuestro propio libro de estilo, llamasteis sin juicio previo "terroristas"; de los palestinos o latinoamericanos que malviven bajo el influjo imperial de vuestros colegas Lévy, Tertsch o Vargas Llosa, por no hablar de vuestro genocida protegido, el expresidente Uribe, bien conocido entre los sin voz -y periodistas exiliados- por su apoyo a quienes troceaban niños con motosierras.
Participar durante años de bonanza en la crueldad desinformativa, quejarse públicamente de lo malo que puede ser Tele Madrid o PRISA solo cuando os dejan de dar dinero, y aún peor, convertir el cese de vuestro lucro en un problema de toda la maltrecha sociedad es hacer lo que hace La Caixa o Bankia: privatizar la ganancia y socializar la perdida.
Sí, será siempre bienvenido vuestro aparente cambio de rol frente a las políticas del "libre mercado", pero también un insulto superlativo a los ciudadanos y pueblos a los que en golosa nómina, habéis machacado.
por Unai Aranzadi
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