El ministro de Defensa, Pedro Morenés, y el rey Juan Carlos reconocen durante la Pascua Militar las dificultades por las que atraviesa el Ejército como consecuencia de la crisis económica.
El ministro de Defensa, Pedro Morenés, ha avanzado esta mañana que está en proceso de creación el mando de defensa del ciberespacio, para contrarrestar las amenazas que desde ese entorno pongan en riesgo la seguridad nacional. Ha adelantado esta iniciativa durante el discurso pronunciado con motivo de la Pascual Militar, ante los reyes y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, donde también ha elogiado la actuación de los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil quienes cumplen "calladamente" su deber "sin atender a absurdas provocaciones".
Ha subrayado que "garantizan la seguridad y la defensa de España y anteponen el cumplimiento de su deber constitucional en defensa de la patria a cualquier anhelo o interés particular de sus miembros". Además, ha dedicado un recuerdo a los doce soldados españoles fallecidos en el último año en cumplimiento de su deber.
Además, ha asegurado que la industria de defensa es fundamental para la seguridad y la soberanía del país, creada "con el esfuerzo de todos los españoles, que ha requerido muchas décadas de esfuerzo" y que es necesario seguir apoyando y dimensionando para garantizar su existencia. Precisamente para garantizar su existencia, según el ministro, "el Gobierno ha hecho frente a los compromisos contraídos" con esa industria por sucesivos ejecutivos, una "decisión difícil y responsable" para mantener "la indispensable credibilidad" de la acción gubernamental tanto internacional como internamente.
Por último, Morenés ha concluido recordando que los militares "velan de manera permanente" por la seguridad interna del país en el territorio, en las aguas y en el espacio aéreo, y también operan en otros países de Asia, Oriente Próximo y del océano Índico. A este respecto, ha explicado que las fuerzas afganas y las libanesas están cada vez más preparadas y "casi ya listas" para garantizar, con el apoyo internacional, la estabilidad de sus países.
No obstante, ha advertido de que no hay que bajar la guardia, por lo que el cumplimiento de la misión, de los compromisos con los aliados y la seguridad de los contingentes destacados fuera de España son y seguirán siendo los principios que guiarán la acción política y militar.
Morenés ha tomado palabra antes de que lo hiciera el rey Juan Carlos I, quien ha entrado en el Salón del Trono ayudándose con dos muletas. Su recuperación de la operación de cadera a la que se sometió a finales del pasado noviembre han provocado cambios en el protocolo, que han reducido la duración de la celebración de la Pascua Militar.
El rey ha recalcado también que la crisis económica es "una amenaza a la seguridad" y ha hecho hincapié en que hay que "priorizar el esfuerzo" para que puedan mantenerse las capacidades militares que "garanticen una disuasión verosímil en defensa de los intereses de España".
Ha subrayado que "garantizan la seguridad y la defensa de España y anteponen el cumplimiento de su deber constitucional en defensa de la patria a cualquier anhelo o interés particular de sus miembros". Además, ha dedicado un recuerdo a los doce soldados españoles fallecidos en el último año en cumplimiento de su deber.
Recortes "duros", también en Defensa
Según el ministro, se han impuesto medidas de control y reducción del gasto muy duras en su departamento, acompañadas de un esfuerzo de reorganización de las infraestructuras con motivo de la crisis. Junto a ello ha apuntado que habrá una reforma paralela en los órganos que gestionan la administración de los recursos y la preparación y el apoyo de las Fuerzas Armadas, con el fin de eliminar duplicidades.Además, ha asegurado que la industria de defensa es fundamental para la seguridad y la soberanía del país, creada "con el esfuerzo de todos los españoles, que ha requerido muchas décadas de esfuerzo" y que es necesario seguir apoyando y dimensionando para garantizar su existencia. Precisamente para garantizar su existencia, según el ministro, "el Gobierno ha hecho frente a los compromisos contraídos" con esa industria por sucesivos ejecutivos, una "decisión difícil y responsable" para mantener "la indispensable credibilidad" de la acción gubernamental tanto internacional como internamente.
Morenés: "Las fuerzas afganas y libanesas están ya casi listas para garantizar la estabilidad de sus países respectivos"
No obstante, ha advertido de que no hay que bajar la guardia, por lo que el cumplimiento de la misión, de los compromisos con los aliados y la seguridad de los contingentes destacados fuera de España son y seguirán siendo los principios que guiarán la acción política y militar.
Morenés ha tomado palabra antes de que lo hiciera el rey Juan Carlos I, quien ha entrado en el Salón del Trono ayudándose con dos muletas. Su recuperación de la operación de cadera a la que se sometió a finales del pasado noviembre han provocado cambios en el protocolo, que han reducido la duración de la celebración de la Pascua Militar.
El rey ha recalcado también que la crisis económica es "una amenaza a la seguridad" y ha hecho hincapié en que hay que "priorizar el esfuerzo" para que puedan mantenerse las capacidades militares que "garanticen una disuasión verosímil en defensa de los intereses de España".
El rey tuvo que apoyarse en dos muletas.
El rey dice estar "divinamente" con las muletas
Juan Carlos explica que los médicos le han pedido que tenga "cuidado" porque va "deprisa" en su recuperación. El estado del rey ha obligado a cambiar el protocolo y reducir la duración del acto.
El Rey Don Juan Carlos ha asegurado que se encuentra "divinamente", pese a que ha tenido que apoyarse en dos muletas durante la celebración de la Pascua Militar, en el Palacio Real. Según ha dicho esta mañana, las usa por indicación de los médicos, que le han pedido que tenga "cuidado" porque va "deprisa" en su recuperación de la última operación de cadera a la que se sometió el pasado noviembre.
Don Juan Carlos ha abandonado el Salón junto a la Reina y los Príncipes ayudado de dos muletas cuando ha bromeado con los periodistas que disparaban sus cámaras de fotos: "No soy el único", ha dicho. Después, les ha felicitado el año y cuando se le ha preguntado cómo se encontraba ha respondido: "Me encuentro divinamente". A continuación ha hecho un gesto hacia sus muletas, levantándolas ligeramente y ha asegurado que tiene "ganas de mejorar".
En concreto, este año se ha eliminado el paso de revista a las tropas, con lo que la ceremonia militar con la que comienza la celebración se ha reducido considerablemente. Este año, el Rey ha llegado en un automóvil, junto a la Reina y los Príncipes, hasta el patio interior del Palacio y desde ahí se ha dirigido a la Plaza, de la Armería, desde donde se le han rendido honores militares. En todo momento ha estado ayudado de sus muletas.
Otros años, los Reyes y los Príncipes entraban por la puerta frente a la Catedral de la Almudena y recibía ahí los honores para después cruzar la Plaza de la Armería pasando revista a la formación. Este año, se ha evitado este trayecto al Rey, que después se ha dirigido por el ascensor de Carlos III hacia la Saleta de Gasparini, mientras que el resto de las autoridades lo ha hecho por la escalera de Embajadores.
En la Saleta Gasparini, los Reyes y los Príncipes han sido saludados por un grupo reducido de autoridades asistentes, entre los que estaban el secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles, y los jefes de los Ejércitos de Tierra, general Jaime Domínguz Buj, del Aire, general Francisco Javier Arnáiz, y de la Armada, almirante Muñoz Delgado, que asisten por primera vez a esta celebración como tales, ya que fueron nombrados el pasado julio.
Desde este lugar, la Familia Real se ha dirigido al Salón del Trono, donde el Rey ha hecho entrada apoyado en dos muletas, y donde tienen lugar los dos discursos de la celebración: el del ministro de Defensa, que Don Juan Carlos ha escuchado sentado, y el del monarca, que ha hecho en pie, acodado en el atril desde el que ha pronunciado sus palabras.
Una vez finalizados los discursos, y tras los correspondientes vítores dirigidos a España y al Rey, la Familia Real y el resto de autoridades se ha dirigido a la Saleta de Teniers, para departir unos minutos antes de dirigirse al Salón de Columnas, para el vino de honor que ha puesto fin al acto.
Don Juan Carlos ha abandonado el Salón junto a la Reina y los Príncipes ayudado de dos muletas cuando ha bromeado con los periodistas que disparaban sus cámaras de fotos: "No soy el único", ha dicho. Después, les ha felicitado el año y cuando se le ha preguntado cómo se encontraba ha respondido: "Me encuentro divinamente". A continuación ha hecho un gesto hacia sus muletas, levantándolas ligeramente y ha asegurado que tiene "ganas de mejorar".
Reducen la duración por su estado de salud
Precisamente la convalecencia del Rey debido a la intervención quirúrgica del pasado 23 de noviembre ha introducido este año cambios de protocolo en la celebración. Se ha reducido su duración a algo menos de una hora. Los actos públicos, que finalizan con los discursos, se han desarrollado en poco más de 30 minutos.En concreto, este año se ha eliminado el paso de revista a las tropas, con lo que la ceremonia militar con la que comienza la celebración se ha reducido considerablemente. Este año, el Rey ha llegado en un automóvil, junto a la Reina y los Príncipes, hasta el patio interior del Palacio y desde ahí se ha dirigido a la Plaza, de la Armería, desde donde se le han rendido honores militares. En todo momento ha estado ayudado de sus muletas.
Otros años, los Reyes y los Príncipes entraban por la puerta frente a la Catedral de la Almudena y recibía ahí los honores para después cruzar la Plaza de la Armería pasando revista a la formación. Este año, se ha evitado este trayecto al Rey, que después se ha dirigido por el ascensor de Carlos III hacia la Saleta de Gasparini, mientras que el resto de las autoridades lo ha hecho por la escalera de Embajadores.
En la Saleta Gasparini, los Reyes y los Príncipes han sido saludados por un grupo reducido de autoridades asistentes, entre los que estaban el secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles, y los jefes de los Ejércitos de Tierra, general Jaime Domínguz Buj, del Aire, general Francisco Javier Arnáiz, y de la Armada, almirante Muñoz Delgado, que asisten por primera vez a esta celebración como tales, ya que fueron nombrados el pasado julio.
Tampoco hubo besamanos
Este año tampoco ha tenido lugar el tradicional besamanos, en el que las autoridades civiles y militares presentes en el Palacio Real saludaban a los Reyes y los Príncipes en la Saleta Gasparini, otro de los cambios de protocolo introducidos este año pensando en la recuperación del monarca.Desde este lugar, la Familia Real se ha dirigido al Salón del Trono, donde el Rey ha hecho entrada apoyado en dos muletas, y donde tienen lugar los dos discursos de la celebración: el del ministro de Defensa, que Don Juan Carlos ha escuchado sentado, y el del monarca, que ha hecho en pie, acodado en el atril desde el que ha pronunciado sus palabras.
Una vez finalizados los discursos, y tras los correspondientes vítores dirigidos a España y al Rey, la Familia Real y el resto de autoridades se ha dirigido a la Saleta de Teniers, para departir unos minutos antes de dirigirse al Salón de Columnas, para el vino de honor que ha puesto fin al acto.


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