¿Qué es un Arquetipo?
Un
arquetipo es un modelo o ejemplo de ideas o conocimiento del cual se
derivan otros tantos para modelar los pensamientos y actitudes propias
de cada individuo, de cada conjunto, de cada sociedad, incluso de cada
sistema.
El
concepto de arquetipo fue introducido por el psicólogo suizo Carl
Gustav Jung como término dentro del campo de lo psíquico. La existencia
del arquetipo solo puede ser inferida, ya que es por definición
inconsciente; pero las imágenes arquetípicas acceden a la consciencia y
constituyen nuestro modo de percibir el arquetipo. Ellos entonces
aparecen en forma de imágenes.
Los
arquetipos se manifiestan a través de nuestras proyecciones, lo que nos
permite inferir su presencia. Las estructuras arquetípicas aparecen en
el hombre a través de formas determinadas: en las mitologías, en las
leyendas, en los sueños, en ciertos deseos colectivos. Los hombres
compartimos una serie de experiencias que han quedado, por su naturaleza
colectiva, incorporadas en la memoria de la humanidad como patrones de
comprensión de la realidad.
Son
las imágenes primordiales, los símbolos universales con los que hacemos
una conexión con dimensiones de las que no somos conscientes. Son los
patrones de energía que expresamos tan espontáneamente como los
instintos. Son las máscaras que usamos para representar un papel. Son la
fachada que exhibimos públicamente para dar una imagen favorable y ser
aceptadas socialmente. Podemos usar diferentes máscaras en diferentes
circunstancias, una con la familia, otra en el trabajo, otra con las
amigas, etc. Aunque las máscaras pueden ser provechosas o nocivas,
permiten obtener beneficios, igualmente nos podemos fusionar demasiado
con una de ellas dejando de lado las demás y no permitiendo que se
manifiesten equitativamente todas los aspectos de nuestra personalidad.
Es decir un Arquetipo
Representa modelos de ser y actuar que reconocemos a partir del inconciente colectivo que todos conocemos.
Femenino
En el sentido Biológico es toda aquella persona que por naturaleza produce Óvulos.
La mujer y su relación con el arquetipo de la Diosa
Veremos una parte del Universo femenino, visto por los diferentes rostros, con los que la Diosa Madre, se expresa en el mundo físico a través de la mujer.
En
el inconsciente colectivo están registradas las experiencias que marcan
de forma profunda la vida de una mujer, como el ciclo menstrual, el
inicio de la sexualidad, el embarazo, el parto y la menopausia.
Estas
experiencias producen un impacto diferente en cada ser femenino, las
cuales son compartidas en todas las épocas, manteniendo el hilo de la
trama que nos une de forma innegable con la Diosa que vive en todas nosotras.
Diosa que se expresa en una multiplicidad de formas, que crece y se enriquece
con el pasar de los siglos, llegando hasta los días de hoy intacta,
como fue idealizada por las primeras Mujeres que dejaron sus huellas en
esta Tierra, antes del Comienzo de los Tiempos.
La mitología de la Diosa es uno de los arquetipos femeninos, y explica las diferentes experiencias vividas durante nuestra vida.
Tradicionalmente
se considera que la mujer debe atravesar tres etapas diferentes: la
mujer joven, la mujer en su plenitud o mujer madura, y la mujer sabia y
anciana. Estas experiencias psicológicas y físicas únicas caracterizan
cada etapa, formando así los arquetipos pertenecientes a la mitología de
la Diosa.
Cada
uno de los mitos de la Diosa, es un arquetipo que se expresa en la vida
de toda mujer, produciendo un impacto directo sobre su psiquismo.
Por eso, comprender
la mitología de las diferentes Diosas, es comprender el reflejo que el
arquetipo produce en nosotras: visto a la luz del mito, un pequeño
detalle de nuestro comportamiento puede tener una importancia mayor y
revelarnos las claves de un enigma que intentamos resolver desde hace mucho tiempo.
La
versatilidad de la mitología de la Diosa, posibilita que cada mujer
reconozca sus propias experiencias y características dentro de su
contexto, dibujando el sendero que la llevará a su verdadero yo, y por
eso podemos decir…
Hay una Diosa en y para cada Mujer.
En
el pasado, las Diosas hacían parte de la estructura religiosa y social
de la sociedad de forma vívida. Desde el paleolítico superior, que se
puede definir como el arborecer de la humanidad, los sistemas temporales
para medir el tiempo, eran basados en la observación de las fases de la
Luna.
Estas
fases que estaban vinculadas al ciclo menstrual y a los vestigios de
los antiguos rituales usados en las ceremonias religiosas femeninas, nos
hablan de la presencia intensa e influyente de la Deidad femenina.
Las
culturas agrarias que se asentaron en el Creciente Fértil de
Mesopotamia, desarrollaron una Religión Cósmica, que implicaba la
renovación constante y periódica de la Vida, siendo que el objeto de
culto era La Diosa Madre.
La Tierra era percibida como Madre, y todos -animales, plantas y hombres- eran sus hijos y estaban sujetos a Sus Leyes.
El
misterio de la sexualidad femenina, la asociación del ciclo femenino
con el ritmo de la Luna, de la Tierra entendida como vientre, de la
muerte de la semilla para la creación, son motivos fundamentales de la
mitología de la Diosa Madre.
Los pueblos primitivos se concentraban en torno a la oración y el rito, de la misma forma que la Vida se concentra en torno a la fuente de la Creación: El Vientre.
La Diosa Primordial, era única e incluía en su figura todas las fuerzas de la vida, de la muerte y del renacimiento.
Todas las mujeres eran Sus Sacerdotisas, servidoras de Su voluntad y de las manifestaciones terrenales de Su Poder y de Su Magia.
Con el surgimiento de la cultura griega, altamente sofisticada y enormemente diferenciada, -si la comparamos con las
civilizaciones mesopotámicas- podremos comprender mejor la influencia
de la Diosa en la vida diaria de una mujer. La religión de la Grecia antigua refleja las ideas patriarcales de su estructura social; la poderosa y única Diosa ya no era el principal centro de culto, pues los Dioses masculinos también fueron incorporados al rico panteón griego.
Muchas Diosas adoptaron la forma de la Diosa Primordial, cada una asumiendo un aspecto de Ella.
La principal estructura del mito griego, estaba profundamente influenciada por la presencia de las Diosas. Ellas
representaban el hogar y el vinculo de la mujer con el hombre, la vida
natural de los animales, las plantas y la humanidad, la afirmación del
valor, la fertilidad y el Amor Erótico.
El pensamiento occidental es una herencia y una elaboración directa de la filosofía y la estructura religiosa griega clásica.
El
número de Diosas que han recibido culto por los diversos pueblos a
largo de la Historia es muy extenso; por eso nos limitaremos a hacer una
serie resumida.
Hemos dividido a estas diosas en tres categorías, las diosas vírgenes, las vulnerables y las alquímicas.
Arquetipos de las diosas vírgenes:
Grecia: Artemisa Atenea Hestia
Roma: Diana Minerva Vesta
El
primer grupo es el de las diosas vírgenes: Artemisa –diosa de la caza y
de la luna-, Atenea –diosa de la sabiduría y la artesanía- y Hestia
–diosa del hogar-. Las diosas vírgenes representan la cualidad de independencia y autosuficiencia en las mujeres.
Por el contrario de las demás diosas del Olimpo, estas tres no podían
enamorarse. Los apegos emocionales no las desviaban de lo que
consideraban importante. No eran victimizadas y no sufrían.
Como arquetipos, expresan
la necesidad de autonomía en las mujeres y la capacidad que éstas
tienen de centrar su conciencia en lo que tiene sentido personalmente
para ellas. Artemisa y Atenea representan la actitud de ir
directamente a los objetivos y el pensamiento lógico, que hacen de ellas
los arquetipos orientados hacia el logro. Hestia es el arquetipo cuya
atención está enfocada hacia dentro, hacia el centro espiritual de la
personalidad de una mujer. Estas tres diosas son arquetipos femeninos
que persiguen sus metas de manera activa. Amplían nuestro concepto de
los atributos femeninos para incluir la competencia y la
autosuficiencia.
Diosas vírgenes en América: existían bajo los nombres de Pacha-Mama o Mamanchic para los Incas; Mapu para los Mapuches; Ixchel, la Hera del panteón Maya; Coatlicue para los Aztecas; la Nuna de los esquimales; Tacoma de los Salish; Maka Ina de los Siux Oglalas; Iyatiku de los Keres y Kokyang Wuthi de los Hopis, además de otros muchos.
En
Africa era Mawu; Nin-hursag en Sumeria; Hepat en Babilonia, Mami en
Mesopotamia; Isis o Hator en Egipto; Innana, Astarté, Ishtar o Asherah
en Oriente Medio; Rhea en Creta; Kubaba en Turquía, Cibeles en Grecia;
Semele en Tracia y Frigia; Zemyna en Lituania; Pele en Hawai.,Gaia….. la
lista es interminable.
ARTEMISA, DIOSA DE LA CAZA, DE LA LUNA, RIVAL Y HERMANA
Artemisa
personifica a la mujer independiente que busca sus propias metas en el
terreno que ella misma elige. Inmune al enamoramiento, capaz de cuidar
de sí misma, no necesita de un hombre y tampoco de la aprobación
masculina para sentirse completa. Es valiosa por sí misma, no por la
pareja con quien esté en ese momento.
Artemisa,
la arquera, podía apuntar a cualquier blanco y acertar, este tipo
proporciona a las mujeres la capacidad para no ser desviadas de sus
propósitos por las necesidades de los demás. Es competitiva como buena
cazadora y representa el movimiento feminista.
Artemisa,
también representa la hermana, las compañeras, las mujeres aliadas
entre si. Mantiene buenos lazos con el resto de las mujeres.
Es
una mujer que si bien ha tenido sus relaciones o sus maridos, no
pertenece a ningún hombre, pues ella es libre y está completa en sí
misma.
Es
una mujer no domesticada, conectada con la naturaleza salvaje. Suele
ser catalogada como inaccesible y distante emocionalmente o despiadada,
pues está concentrada en sus propios objetivos.
Muchas
mujeres sienten que dentro de si existe una parte libre, alegre y audaz
que necesita expresar.
Muchas mujeres descubren y valoran las
cualidades de Artemisa después de su divorcio, cuando viven solas por
vez primera en su vida, de pronto descubren la felicidad de poder viajar
solas o pertenecer a algún grupo de mujeres que las apoyen. Algunas
mujeres desarrollan su Artemisa después de haber “renunciado a los
hombres”. Eso sucede cuando sienten que poseen el valor de afrontar su
vida y organizarse alrededor de los amigos y de aquellas cosas que
realmente les importan, es entonces cuando tienen una sensación de
totalidad consigo mismas, un inesperado bienestar.
Ya
desde niña, Artemisa tiene mucha capacidad para concentrarse en lo que
le interesa: es obstinada, firme, tiene convicciones y es capaz de
luchar en defensa de alguien o de una causa en la que cree.
Reclama su
igualdad de género. No es una hija sumisa, mas bien, no soporta las
barreras y las imposiciones. Es una “señorita independiente”.
Si por suerte para ella resulta ser hija de una madre amorosa y un padre que le apoya y valora su manera de ser, todo irá bien.
Pero
si le ha tocado tener una madre negativa, adicta o desvalorizadora,
Artemisa tomará las riendas ayudándole y siendo la mamá y papá de la
familia. En tal caso, están decididas a no parecerse a sus madres,
suprimen los sentimientos de dependencia, evitan expresar su debilidad, y
se prometen a si mismas ser independientes. Cuando esto sucede, se
encuentra rechazando lo que se considera femenino: dulzura, receptividad
y atracción hacia el matrimonio y la maternidad. Entonces se sentirá
invadida por el sentimiento de “no ser suficientemente femenina”.
Artemisa
se mostrará como luchadora y constante. Le encanta explorar, es
inconformista e independiente. Es una mujer nada tradicional, luchadora
por las causas perdidas antes que por aumentar su prestigio o posición
económica. Su matrimonio tendrá una cualidad de igualdad y su relación
con los hombres es “como de hermanos”. No le interesan las relaciones de
dominio, ni las de madre-hijo, se siente ridícula teniendo que hacer de
“mujercita”. Son buenas madres, ya que fomentan la independencia de sus
hijos.
ATENEA, DIOSA DE LA SABIDURÍA, ESTRATEGA, HIJA DEL PADRE
El
aspecto ATENEA en una mujer crea una persona lógica, práctica,
gobernada más por el sentido común que por su corazón. Mujer que
conserva la cabeza en una situación emocional, capaz de desarrollar
buenas tácticas en medio del conflicto. Tiene una mente penetrante capaz
de afrontar las situaciones con sabiduría. Una gran consejera que puede
ayudar a resolver situaciones difíciles para otras personas, elaborar
una estrategia y conseguir el éxito para el otro.
Pero al igual que
Artemisa, se enfocará en lo que a ella le importa en lugar de hacerlo en
las necesidades de los demás.
Atenea
busca compañía masculina al contrario que Artemisa o Hestia que tienden
a retirarse o separarse de ellos. Atenea es capaz de involucrarse con
los hombres evitando enredos emocionales o sexuales, con los que puede
trabajar cómodamente como compañera, colega o confidente sin desarrollar
sentimientos eróticos o intimidad emocional. Percibe el mundo de manera
muy realista sin romanticismos o idealismos que la confundan. Ella es
un “adulto sensato”.
Es
una mujer de negocios, el aspecto estratégico de su personalidad.
Perspicaz, puede manejar situaciones políticas o de negocios con
diplomacia, lo cual implica estrategia, poder y maniobras de disimulo.
Atenea
es la diosa de la artesanía, realiza cosas útiles y estéticamente
agradables. Un artesano es paciente, domina sus manos, los detalles, es
planificador y previsor.
Atenea
también representa el arquetipo de “la hija del padre”, de manera
natural gravita alrededor de hombres poderosos que tienen autoridad,
responsabilidad y poder, es la mano derecha de ellos, leal a su jefe,
una perfecta secretaria ejecutiva. Ella no simpatiza con los perdedores,
con los oprimidos o rebeldes, es conservadora y por tanto, le gusta el
orden establecido. Les atraen los hombres con poder y autoridad.
Actúa
con moderación, le gusta el equilibrio, el punto medio. Atenea no es
mujer de excesos, no es una mujer apasionada, miedosa o codiciosa.
Toda
mujer debiera cultivar este arquetipo para si misma, educándolo,
trabajándolo con disciplina para desarrollar su aspecto desapasionado,
pensamiento lógico y habilidades concretas. Debe aprender a pensar con
claridad, preparar exámenes y lograr objetivos prácticos.
Atenea
es práctica, sin complicaciones, no está pendiente de si misma y es
confiada, es alguien que consigue que se hagan las cosas sin llamar
demasiado la atención. No tiene conflictos mentales.
Tiene
un aspecto elegante, comedido, de buen tono, no sigue demasiado las
modas y más bien es bastante asexual en su atuendo. No es alguien que se
muestre sexy, ni tiene gran interés por el sexo, excepto porque sabe
que es algo bueno y saludable para su vida.
Ella
tiene una imagen positiva de sí misma, y a la cual no le causa
conflictos tener ambición; es una mujer exitosa, incluso puede ser una
gran ama de casa que gestiona perfectamente los asuntos domésticos.
Puede
ser una maestra excelente y también domina los trabajos con las manos,
el diseño, la investigación (por su gran enfoque lógico) y es buena en
matemáticas y ciencias.
No
soporta que otras mujeres se quejen o se hagan las víctimas, cree en el
éxito de las mujeres y en su independencia y valía. Ella se considera
astuta y siempre buscará una manera para resolver los problemas.
HESTIA: DIOSA DEL HOGAR Y DE LOS TEMPLOS MUJER SABIA Y TIA SOLTERA
Este
es el aspecto de una mujer en la vida cotidiana o la casa ya que estos
elementos le proporcionan un sentido de integridad. Hestia no se
aventura por el mundo para explorar su naturaleza salvaje como Artemisa o
Atenea. Hestia permanece dentro del hogar, ya sea templo o casa. Lo que
sí tiene en común con las otras dos diosas vírgenes es su capacidad
para enfocarse en lo que realmente le interesa y su independencia de
otras personas u hombres. Pero en Hestia, su conciencia está enfocada
hacia adentro, cuando medita está completamente absorta.
Siente
de manera intuitiva qué es lo que pasa. Conectar con la Hestia de cada
mujer permite entrar en contacto con nuestros valores y lo que tiene
significado personal para una. Esta mirada interna, da claridad y
desapego emocional, lo cual le hace tender a apartarse de la compañía de
los demás porque ella es completa en sí misma, busca la tranquilidad
serena que se encuentra más fácilmente en soledad o en el fuego del
hogar.
Hestia
mantiene el hogar, dándole armonía interna, realizando sus tareas
cotidianas, atendiendo a los detalles, como si de una práctica de
meditación se tratara. Obtiene una paz interior de lo que hace al igual
que una monja de una orden religiosa. Mujer anónima pero valiosa para
crear hogar, cobijo. Son las virgen vestales, las que mantenían el fuego
en el templo, amas de casa, monjas, tías solteras…..
Hestia es el punto tranquilo de una mujer, la parte interna y centrada.
Mujer
tranquila y de fácil carácter cuya presencia crea una atmósfera de
calor y orden pacifico. Mujer introvertida que disfruta de su soledad.
Tendrá un carácter paciente y calmado sin grandes aspiraciones de éxito
social, con un trabajo bastante anónimo.
Encaja
en la anticuada idea de una buena esposa, no compite con su marido, ni
le critica, no tiene aventuras, ni es promiscua… en apariencia una mujer
sumisa, pero realmente una mujer que mantiene su autonomía interna y
reina en su mundo silenciosamente. Atrae a hombres que se sienten
atraídos por mujeres tranquilas, no autosuficientes.
Arquetipos de las diosas vulnerables:
Grecia: Hera Demèter Persèfone
Roma: Juno Ceres Korè
Las
diosas vulnerables conforman el segundo grupo: Hera –diosa del
matrimonio y esposa de Zeus-, Deméter –diosa de las cosechas-, Perséfone
–la hermana de Deméter-. Las tres diosas vulnerables representan los
papeles tradicionales de la esposa, la madre y la hija.
Como arquetipos están
orientadas hacia las relaciones, su identidades y bienestar dependen de
tener una relación significativa. Expresan las necesidades de las
mujeres de afiliación y vinculación. Están armonizadas con otras
personas y son vulnerables. Cada una sufrió a su manera al romperse o
deshonrarse una relación afectiva. Cada una de ellas también evolucionó,
y puede proporcionar a las mujeres una compresión interna de la
naturaleza y pauta de las propias reacciones que deben abandonarse, y el
potencial para el crecimiento interno mediante el sufrimiento inherente
a cada uno de estos tres arquetipos de diosas.
Están
calificadas como vulnerables por haber sido raptadas, violentadas y
dominadas por los Dioses masculinos. Sufriendo por los conflictos de
relaciones afectivas significativas y hasta negativas, muestran síntomas
de traumas psicológicos.
HERA: DIOSA DEL MATRIMONIO, ARTÍFICE DEL COMPROMISO Y ESPOSA
Representa
la mujer que anhela casarse. Una mujer con el arquetipo de Hera
fuertemente marcado, se sentirá incompleta sin una pareja. Aspira a un
matrimonio con el que tenga reconocimiento y aceptación social de su
papel de esposa.
Hera
es la parte de toda mujer que le da capacidad de vincularse, de ser
leal y fiel, de soportar y atravesar dificultades con una pareja. Es el
compromiso incondicional de una mujer: una vez casada permanece así, “en
la dicha y en la adversidad”.
Esta
necesidad de unión también tiene un aspecto místico, cuando una mujer
alcanza con el ser que ama una unión intensa y maravillosa siente
realizada su Hestia interna, pero ante una decepción de su pareja
reaccionará con rabia y ansia de venganza.
Una mujer Hera vive centrada en su marido, incluso sus hijos ocupan un puesto posterior.
Una mujer Hera es atraída por un hombre competente y con éxito, no son para ella los bohemios o genios excéntricos.
Si
una mujer Hera se casa con hombre que resulta ser un amanerado y un
mentiroso (como Zeus), y ella le cree, algo muy típico de Hera que
quiere seguridad, será herida una y otra vez.
El
estado de felicidad de una mujer Hera depende de la devoción que su
esposo tenga por ella. Pero ella se siente atraída por hombres con
éxito, muchos de los cuales lo tienen porque están dedicados al trabajo o
casados con su profesión. Por ello, tal vez ella descubra que es
infeliz a pesar de estar casada, e incluso aunque nunca surja una
infidelidad sexual. El matrimonio quizás no le llene completamente a la
mujer Hera cuando este no es muy importante para su marido. Ella
necesita la implicación real de su pareja.
Una
mujer debe reconocer en sí misma la existencia de esta influencia de
Hera. Es un paso para poder trascenderla. Pero aunque un matrimonio es
el ideal de Hera, ésta no debe permitir que prevalezcan los intereses de
él sobre los suyos, tiene la obligación de desarrollar otros aspectos
de su vida. Una mujer Hera que ha sido rechazada o que ha sufrido un
divorcio, ha de fluir y convertirse de nuevo en una doncella lista para
recibir a su próximo amado.
DEMETER: DIOSA DE LAS COSECHAS, NUTRIDORA Y MADRE
Una
mujer que posea un fuerte arquetipo de Demeter, anhela ser madre y esta
función la llenará. Cuando Demeter es el arquetipo más fuerte en la
psique de una mujer, ser madre es el rol y la función más importante de
su vida.
Este
arquetipo motiva a las mujeres a nutrir a los demás, a ser generosa y a
dar y encontrar satisfacción como cuidadoras y proveedoras.
Demeter
no está restringida a ser madre únicamente, hay muchas cosas que se
pueden hacer para ser una mujer nutridora y generosa: una docente,
prodigar cuidados a otras personas, ser consejeras, psicólogas, o tener
cualquier empleo en el que ayudar a los demás sea la función.
También en este rol reside ese instinto de ser madre.
A Demeter proveedora de alimento, diosa de las cosechas, le encanta preparar comidas para los demás.
En
Demeter encontramos la madre que no cede cuando está en juego el
bienestar de sus hijos: obstinación, paciencia y perseverancia.
Cuando
una mujer se plantea tener hijos está pidiendo a Demeter hacerse más
activa en su psique, se fijan en los bebés y en las mujeres embarazadas.
Cuando
una mujer aplica su cuidado a su hijo o a otro niño, se esforzará por
ser más paciente y perseverante en beneficio de este. Parecen ser
capaces de ser madres estupendas o terribles, pero en todo caso son
absorbentes. Con el fin de proteger a sus hijos pueden volverse muy
controladoras y sentirse culpables de cualquier cosa que les pase.
A
menudo los hijos de una madre Demeter, permanecen siempre cerca de
ella, incluso sin casarse. Demeter refuerza la dependencia. Es una mujer
consentidora que sobreprotege a los suyos, incapaz de decir que no
puede mostrarse agresivo-pasiva.
PERSEFONE: LA DONCELLA Y REINA DEL MUNDO SUBTERRÁNEO, MUJER RECEPTIVA E HIJA DE LA MADRE
Es
una mujer joven, esbelta y bella, asociada a la fertilidad y también a
la diosa madura de las almas muertas. Si es Perséfone quien proporciona
la estructura de la personalidad, predispone a una mujer a no actuar,
sino a dejarse actuar en función de los demás: a ser complaciente en la
acción, pero pasiva en su actitud.
Tiene
dos aspectos, como doncella, que representa a la joven adolescente que
no sabe quién es y todavía no es consciente de sus deseos y sus propias
fuerzas. Su actitud es la de la eterna adolescente, indecisa en cuanto a
que no sabe qué es lo que quiere ser cuando crezca, a la espera de que
algo o alguien transformen su vida. El camino del crecimiento de
Perséfone es pasar de ser la doncella inocente a la diosa de las
profundidades, debe volverse una mujer apasionada y sexual.
Perséfone
representa a la hija de la madre, quiere agradar a su madre, ser buena
chica, ser prudente y defendida de toda experiencia que suponga riesgo.
Como
mujer, Perséfone se pone guapa para él, se adapta a sus deseos y hace
lo que a él le gusta, es incapaz de expresar lo que ella misma desea ya
que no lo sabe.
Es
muy adaptable y presenta muchas caras, según el deseo del otro. Es una
receptividad innata que la hace muy camaleónica. Sabe escuchar lo que
otras personas tienen que decir sin juzgarlas. Antes de unirse a un
grupo, se muestra tímida, prefiere observar primero.
Es
una mujer niña que no es consciente de su atractivo sexual. Recatada,
no sabe decir no directamente, educada para evitar perturbar la armonía
con desacuerdos o exigencias.
El
otro aspecto es como reina del mundo subterráneo. Cuando a través de la
experiencia, la mujer Perséfone crece, se convierte en alguien capaz de
conectar con el inconsciente, con el mundo psíquico más profundo. Es
capaz de unir ambos mundos y de guiar a otras personas a comprender su
mundo oculto y hacerlo visible.
Perséfone,
la guía, es el arquetipo que produce una conexión con el lenguaje
simbólico, los rituales, la locura, las visiones o la experiencia
mística.
Muchas mujeres necesitan cultivar la cualidad de la receptividad.
Sabe esperar a que la situación cambie o los sentimientos se aclaren porque es abierta y flexible.
Cuando
descubre su facilidad para entender el mundo interno, aprende a confiar
en su propia visión interior, en su intuición. Esto le ayuda a tomar
decisiones según lo que le parece adecuado, cuestión que le cuesta, pues
se suele mostrar indecisa de lo que le conviene.
Perséfone
tiene algo de infantil en su personalidad, parece que dice “cuidad de
mi”. Esta mujer-niña atraerá hombres que no se encuentran cómodos entre
mujeres maduras o independientes, y a quienes les gusta la inocencia
angelical y la fragilidad. También atrae a jóvenes inexpertos como ella.
Perséfone, secuestrada por Hades, se comporta en su matrimonio como
“secuestrada”, arrastrada a casarse, cede ante alguien fuerte. Los
hombres son los que eligen, no al revés. Es la diosa menos segura de sí
misma, pero presenta mas vías posibles para su crecimiento porque es muy
adaptable.
La
mentira, la manipulación, son posibles problemas de esta mujer, al
sentirse indefensa y dependiente de otras personas mas poderosas, puede
aprender a conseguir lo que quiere de manera indirecta, esperar a que
llegue el momento oportuno para actuar, o utilizar la adulación. Tal vez
solo digan parte de la verdad.
Suele
evitar el enfado, no quiere que la gente se enfurezca con ellas.
Imagínala frente al espejo preguntándose si es suficientemente lista y
bella, puede ser bastante narcisista y centrada en sí misma.
Arquetipos de las diosas Alquímicas o Transformadoras:
Grecia: Afrodita
Roma: Venus
Afrodita
–diosa del amor y de la belleza-. Era la más bella e irresistible de
las diosas. Tuvo muchas aventuras y numerosa descendencia procedente de
sus numerosas relaciones. Creaba amor y belleza, atracción erótica,
sensualidad, sexualidad y nueva vida. Entablaba relaciones por decisión
propia y nunca fue victimizada. Así pues, siempre mantuvo su autonomía
como diosa virgen y tuvo relaciones como diosa vulnerable. Su conciencia
era receptiva y al mismo tiempo estaba concentrada, lo que le permitía
un intercambio en dos direcciones, que le afectaba tanto ella como a la
otra persona.
El arquetipo de
Afrodita motiva a las mujeres a perseguir intensamente las relaciones
más que la permanencia, a valorar el proceso creativo y a estar abiertas
a cambiar.
AFRODITA: DIOSA DEL AMOR Y LA BELLEZA, MUJER CREATIVA Y AMANTE
Afrodita-Venus, rige el disfrute del amor, la belleza, la sexualidad y sensualidad en la mujer.
Es
la figura de “la amante” en la que una mujer sabe transformarse, se
enamora, se siente atractiva y sensual. Posee un magnetismo personal que
atrae a muchos.
Cuando
Afrodita está presente como el arquetipo principal en la personalidad
de una mujer, esta se enamora con frecuencia y facilidad. Y cuando esto
pasa, ve bajo la “luz dorada” de Afrodita y se siente arrastrado hacia
la belleza del otro. Hay una magia que flota en el aire. Los enamorados
se sienten dioses y diosas.
A través de ella fluye la atracción, la unión, la fertilización y el nacimiento de una nueva vida, es un proceso de creación.
Afrodita
inspira y aporta gran creatividad. Tiene tanto el aspecto creativo,
como el romántico. Si ambos están presentes en la misma mujer, se
compromete en relaciones intensas, dejándose absorber.
Este tipo de
mujer sigue a cualquier persona o cosa que le fascine.
En
su matrimonio fomenta la sexualidad y la pasión, sin embargo a menudo
es difícil para una mujer Afrodita conseguir un matrimonio monógamo
duradero pues la emoción no siempre se mantiene.
Y
en cuanto a sus conflictos, son todos aquellos que se derivan de las
relaciones amorosas, pues Afrodita se arriesgará a entrar en cualquier
relación que la enamore, con resultados muy variados.
Conocer
el patrón arquetípico es muy importante para una mujer Afrodita ya que
le ayuda a saber que su naturaleza (enamorarse fácilmente, sentir
atracción erótica y poseer un fuerte impulso sexual que otras mujeres no
tienen), no es nada de lo que haya que sentirse culpable.
A
través de la meditación puede que resista más fácilmente el tirón de la
atracción erótica y que pueda cultivar la introversión.
Estos
tres conjuntos de Diosas: las Vírgenes, las Vulnerables y las
Alquímicas, son la representación, a través de sus metáforas, de lo que
una mujer puede hacer de su diversidad y de su conflicto interior,
manifestando la complejidad y las múltiples facetas del funcionamiento femenino.
Estas tres
categorías a su vez se pueden subdividir en otras categorías y hacer que
la lista sea interminable, ya que una diosa puede encontrarse en varias
categorías.
Ejemplos:
Diosas independientes e invulnerables: Artemisa o Diana, Atenea o Minerva y Vesta. Aman
su libertad personal, sus propias decisiones y no se dejan influir por
los otros. Son las artistas, las innovadoras; funcionan por sí mismas.
Diosas vulnerables y emocionales: Hera, Démeter, Perséfone.
Son dependientes de los otros; sus sentimientos y su acción está muy
influida por sus cercanos. Muy emotivas, corresponden a las esposas,
madres, hijas.
Diosas de gran fortaleza personal: Isis, Pachamama, Freya, Coatlicue, entre otras. Son diosas creadoras, muy fuertes y de gran capacidad de realización y contención. Ejercen una influencia en la comunidad.
Diosas de Sanación: Birgit, Yemanyá, Oshun.
Son muy inspiradoras relacionadas con el agua y con el fuego,
principalmente y conectadas con emociones más sutiles. Ayudan en el
contacto con el amor y las energías más invisibles.
Diosas Oscuras o Ocultas: Inana, Pelé, Lilith, Sekhmet entre otras.
Son nuestra sombra: la parte de cada una que nos cuesta ver y asumir.
La ira, el resentimiento, el caos. Cuando sale a la luz ayuda a
desarrollar mucha energía y transmutación.
Diosas de la Compasión: Tara y Kuan Yin.
Generosas, meditativas, sanadoras nos enseñan la meditación, la
misericordia y la bondad. Son de origen oriental e irradian luminosidad y
paz con su sola presencia y más aún, con su invocación.
Diosa de la Buena Suerte: Lakshmi.
Del panteón hindú representa la deidad de la fortuna personal, de la
dicha en el plano espiritual y en la tierra. Cuando aparece los jardines
florecen y todo tiende a mejorar. Es la Rueda de la Fortuna, arcano X
del Tarot, que todos tenemos.
Fuentes de información:
- Centro de Psicoterapia y Crecimiento Personal (San Sebastián – España)
- La Nave Argos
- Las diosas de cada mujer. Jean Shinoda Bolen.
- Arquetipos de la Madre. Alexis López Tapia
- Wikipedia
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