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jueves, 10 de enero de 2013

Pilar Rahola: "El caso Pallerols no es más feo que los del PP y el PSOE" * Borja Sémper, el 'Basagoiti Boy', llora a moco tendido en El Mundo por decir que Bildu no es ETA

Borja Semper para Jot Down 1

 
Borja Sémper, el 'Basagoiti Boy', llora a moco tendido en El Mundo por decir que Bildu no es ETA




Borja Sémper reelegido presidente PP Gipuzkoa


El tema estrella en los espacios de opinión en la prensa de papel de Madrid y Barcelona este 10 de enero de 2013 es el 'caso Pallerols' y el vergonzoso apaño con el que los responsables de unió se libran de pasar por los juzgados. Por una vez, las corruptelas de los políticos catalanes no son ignoradas o negadas por los articulistas de la Ciudad Condal. Entre ellos las posturas se dividen entre quienes tratan de relativizar y quienes sí hacen una condena abierta. De hecho, esta postura sorprende por quien la mantiene en la prensa subvencionada por la Generalitat.


En el autodenominado 'diario de la Catalunya real' Ernest Folch publica Corrupción 'made in Catalonia', donde hace un duro retrato de los dos partidos de la coalición CiU. Dice el articulista de El Periódico de Catalunya:
Nos encontramos ante el reconocimiento público de que uno de los partidos del Gobierno se financió con el dinero de todos, la certificación de que bajo las dunas de aquel oasis catalán se escondían alcantarillas llenas de basura. No son euros que se devuelven: es una admisión definitiva de culpabilidad.
Llevamos meses asistiendo cada día a un nuevo caso de corrupción 'made in Catalonia' y, pese a que se nos repite que quienes ponen en marcha el ventilador tienen intereses políticos deshonestos, esto no implica necesariamente que la porquería ventilada sea mentira. Por mucho que los Ferraris los den a conocer desde Madrid, siguen siendo Ferraris.
Curiosa reflexión. El propio Folch acusaba el 22 de noviembre de 2012 a Pedrojota Ramírez de 'poner en marcha el ventilador' y se quejaba de que se hablara de los casos de corrupción que publicaba El Mundo. Pero él ahora sostiene que 'se nos repita que quienes ponen en marcha el ventilador', como si esa afirmación no fuera con él. Aún así, al menos ahora da la razón a quienes desde fuera de Cataluña alertaban sobre la corrupción en dicha comunidad.
El 'caso Unió' demuestra que el principal enemigo del proceso soberanista que se ha puesto en marcha no está en Madrid, sino en nuestra casa, y se llama corrupción. Mucho peor que las animaladas del ministro Wert son los aprovechados de aquí que dan la razón a las teorías conspiratorias de la capital.
Sorprendente eso de que "dan la razón a las teorías conspirativas de la capital". Este humilde lector de columnas pensaría que si los hechos dan la razón a alguien, lo que defiende ya no es una teoría conspirativa. Pero claro, para el 'cazador de dragones Folch' es demasiado escribir sobre 'Madrit' sin meter puyita alguna. Concluye:
La transición nacional debe estar precedida por una transición democrática, donde la prensa, los políticos y la sociedad en general abandonen la 'omertà' oficial, investiguen a tumba abierta las sospechas de corrupción, y quienes hablen no sean acusados de traidores a la patria, que ya somos mayorcitos.
Nos hemos pasado años denunciando con razón los abusos del poder del Estado, ¿pero qué tal si empezamos por fin a hablar de nosotros mismos?
Algo nos dice que el resto de los articulistas catalanes no van a estar por la labor. Es más, tal vez su columna haya sentado muy mal a algunos responsables del propio periódico en el que se ha publicado.
Los articulistas del diario del Conde de Godó y Grande de España que han decido hablar sobre el caso 'Pallarols' mantienen una postura muy diferente a la de Folch. Tratan de quitar importancia al asunto con argumentos del tipo 'es muy grave, pero no peor que los casos del resto de partidos españoles' (para esto no distinguen entre Cataluña y España). El caso extremo es el de Pilar Rahola, que casi llega a acusar de las corruptelas de la formación del democristiano más conocido en el madrileño Hotel Palace al PP y al PSOE. Publica en La Vanguardia un artículo titulado Pallerols y otros.
Tras decir que es un asunto feo, sostiene:
Sin embargo, si bien el caso Pallerols es feo, no lo es más que el resto que se amontona en el barranco de la política. Y lo digo porque ahora que se ha abierto la caza mayor a Duran, algunos de los cazadores más avezados o sufren de un síndrome de desmemoria o tienen una cara que se la pisan. Pongamos el ejemplo del PP, que es el que más chilla.
Repasa casos de corrupción en el Partido Popular y el PSOE, cita como de pasada el asunto del Palau (Convergencia) y añade:
Y por ahí va el resto de partidos, que parecen más transparentes, no se sabe si porque lo son o porque han tenido suerte.
Concluye:
Ni un solo partido puede gastarse lo que se gasta en campañas y propaganda, y de esos polvos vienen estos lodos. Lo peor es que han sido PP y PSOE quienes han impedido que esta cuestión se resolviera, y así estamos, con una situación de financiación opaca y escurridiza. Por supuesto, lo feo del resto no embellece lo feo de Unió. Pero ¡qué quieren que les diga! Más que practicar el tiro a Duran, preferiría escuchar propuestas para acabar con esta opacidad. Me parecería más serio, más útil y menos hipócrita.
Siendo cierto que posiblemente la ley de financiación favorece la corrupción (también lo hace el hecho de que los partidos tengan estructuras gigantescas y sobre dimensionadas), a este humilde lector de columnas le parece que no se sostiene ese intento de señalar que la culpa final esta en el PP y el PSOE por no cambiar la normativa. Al margen de excusas, el responsable del Caso Pallarols es el partido que lo ha protagonizado.
En El Mundo, Arcadi Espada escribe sobre el mismo asunto en La ley y el tiempo:
El caso ha vuelto como un váter embozado en un momento dramático para la ética de los gobernantes catalanes; no en la Cataluña blindada del pujolismo, sino en la Convergència embargada por el caso Palau y por la presunta responsabilidad de su secretario general en un amaño de concursos públicos. Tampoco es lo mismo.
El paso del tiempo es lo que ha acabado permitiendo esta sentencia de conformidad. Y bajo unas circunstancias que tienen poco que ver con las apariencias. Desde hace más de un año el fiscal trataba de conseguir este pacto: suya fue desde el principio la iniciativa. Quería cerrar de una vez una instrucción bochornosa y asegurarse un fallo que permitiera la devolución del dinero.
Plantea una cuestión interesante:
El único misterio es de dónde ha sacado Unió los 388.000 euros que ha devuelto a la Administración en razón del pacto. Exactamente: no tanto de dónde los ha sacado, que habrá sido del banco, sino cómo y cuándo los va a devolver. La relación entre el dinero y los partidos políticos españoles no permite una hipótesis fácil. Para entender esa relación basta saber lo que me sucedió anoche cuando quería rematar la columna y llamé al jefe de prensa de Unió.
-¿Puede decirme el presupuesto corriente del partido? -No lo sé.
También el el periódico de Unidad Editorial publica un largo ladrillo el presidente del PP de Guipúzcoa, Borja Sémper, titulado A los que me llaman traidor, en el que responde a los que le critican por unas declaraciones que hizo en una entrevista a otro medio --Borja Sémper: "El futuro de Euskadi se tiene que construir también con Bildu"--.
Se muestra muy duro con Unión Progreso y Democracia y su líder:
De tal suerte, la batalla parece en ocasiones no librarse en defensa de la libertad, el Estado de Derecho o la exigencia de memoria, dignidad y justicia para las víctimas del terrorismo. Ahora se libra desde el prejuicio y la intencionalidad política torticera, cuyo mayor exponente es la UPyD de Rosa Díez, así como desde actitudes inquisitoriales que no aceptan ni matiz ni reflexión.
Añade:
Les puedo asegurar que mi antagonismo político ante lo que representa políticamente Bildu -donde la defensa de un proyecto revolucionario socialista y totalitario a imagen y semejanza de la Venezuela de Chávez es bandera de la coalición- no puede ser más absoluto.
Explica sobre Bildu:
Cuando alguien me pregunta si «Bildu es ETA» reconozco que no puedo despachar una respuesta de trazo grueso. La coalición está formada por partidos que siempre han mantenido un discurso inequívoco ante el terrorismo. Al menos eso antes era aceptado así: Aralar, Eusko Alkartasuna o Alternativa (escisión de IU). Siendo también cierto que todos ellos conviven en una coalición donde el mayor peso político lo tienen quienes hasta antes de ayer justificaban y jaleaban a ETA.
Sorprende el uso del pasado, ese 'justificaban' y 'jaleaban'. Desde Bildu se sigue justificando y aplaudiendo a los terroristas.
Añade:
Por otro lado, siempre he creído que el ejercicio de la política implica inexcusablemente un nivel de sacrificio, de esfuerzo y de proyección de un futuro mejor de lo que ha sido el pasado. Quienes hemos vivido en primera línea la falta de libertades, el acoso, la intimidación y el insulto por parte de ETA y su entorno no somos ajenos a esto. Ahora se nos exige un nuevo esfuerzo, leer la situación y dar la talla como la dimos cuando nos mataban. Nos mueve la construcción de una sociedad donde todo eso no tenga nunca más cabida, donde opinar o tener una opción política determinada, donde defender la España constitucional, moderna y abierta en la que creemos no te convierta en paria y te complique la vida. Y sabemos que dentro de pocos años nuestros hijos compartirán aulas, bares y calles con los hijos de quienes preferían vernos muertos. Y sabemos que ese futuro hay que construirlo ya, porque no queremos que su futuro sea igual que nuestro pasado.
Concluye:
Yo no aspiro a poder ir con la cabeza alta por lo que hice en el pasado. Nadie me obligó y no podría haber vivido de otra manera. Eso me lo llevo para mí. Aspiro a actuar con responsabilidad, a estar a la altura de las circunstancias y a poder contribuir desde mi humilde condición de cargo público a que el futuro sea mejor que el pasado. Y por todo esto, algunos me llaman traidor.
En La Gaceta, Fernando Díaz Villanueva escribe sobre la nueva candidatura olímpica de la capital de España. Lo hace en 'Vuelta a la corazonada':
En este país no aprendemos así nos maten. Con cinco millones de parados, la deuda por las nubes y el Estado al borde de la bancarrota, al ayuntamiento de la capital no se le ocurre mejor idea que resucitar lo de las Olimpiadas, una obsesión recurrente, un aciago recuerdo de la larga noche del Cejas. Esta vez la banda de la Botella quiere celebrar los juegos del año 2020, que como pilla lejos, creen que para entonces ya se habrá acabado la crisis y las administraciones volverán a nadar en la abundancia.
Pero no, 2020 está a la vuelta de la esquina, a sólo siete años y tonelada y media de bonos del Estado al 6% de interés.
Concluye:
Por de pronto llevan gastados casi 10.000 millones, los mismos que costaron los juegos de Londres. Una minucia, obviamente, si lo comparamos con la deuda municipal. 7.500 millones que nos legó el Cejas a mayor gloria de sus corazonadas, y que bien podríamos utilizar como unidad de cuenta en todo lo referente al gasto municipal en Madrid. Así, si las Olimpiadas de, pongamos, el año 2036 nos terminan saliendo por 30.000 millones hablaríamos de un coste de 4 gallardones. El gallardón sería a la contabilidad estatal lo que el año luz es a la longitud. Medidas extraordinarias, la primera aplicable al espacio-tiempo absoluto einsteniano, la segunda al absoluto despilfarro gallardoniano.

Los años luz carecen de símbolo propio porque los físicos no han debido ponerse de acuerdo en elegir uno. Para evitar que algo similar suceda con los gallardones propongo algo sencillo: un botellín y una ceja debidamente simplificados para que puedan incorporarse a los teclados de los ordenadores como el símbolo del euro o el de dólar. España por fin habría aportado algo a la historia de la contabilidad.


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