Debate

Sentir una revelación debe de causar miedo. Así como el experimento de un científico se repite una y otra vez variando ligeramente condiciones hasta llegar a buen puerto , el iluminado sin apenas esfuerzo siente en un instante la inspiración y su percepción del mundo deja de tener zonas grises.

La revelación de Rajoy parece consistir en haber dado con un método infalible para la recuperación, sin un ápice de autocrítica, perdido en un mar de papeles, algo inconcebible para cualquier opositor de esos que produjeron otros modelos educativos ajusticiados por la gracia de Wert. Este Wertdievo está constituido sobre una fe inquebrantable en la unidad seguida de ceros; "si tuviera un ordenador" (para hacer cuentas), le decía a Cayo Lara. "Nuestro partido de momento" no ha sido condenado. Ay el subconsciente. Bárcenas planeó sobre todos ellos y populares y socialistas, Cánovas y Sagasta, se batieron en una especie de ventilador que tardó en aparecer pero cuando lo hizo, llegó con todos los honores. Necesitan sus señorías distinguir, a juzgar por el tono empleado, entre debate de investidura, moción de censura y estado de la nación.

En este falso bipartidismo la izquierda plural ha dado una lección de claridad, de nervio desde la tribuna. A pesar del reparto del tiempo, a pesar de los huecos en los escaños que evidencian una falta elemental de educación. Ha sido de agradecer escuchar a Cayo Lara hacer propuestas sobre fraude fiscal y descorazonadora la sesión de herencia y de aplausos-abucheos. Me gustaría hablar con los regidores de ambos grupos, con los que deciden los momentos de impacto. Y sobre todo, me gustaría entrevistarme con esos señores que perfectamente uniformados lleva un vaso de agua al orador: han visto tantos acaloramientos, tantas broncas de cara a la galería, tantas palmadas en la espalda...

Está claro tras pasar unas horas pendiente de los discursos que mañana seguirán las ejecuciones hipotecarias y que los usuarios pagaremos lo que se decida, hasta la inanición si es necesario. Lo importante es la palabra empeñada en Europa: la que dio el presidente en el programa no tiene tanto peso y eso -revestido de deber- es una coartada inmensa para seguir abundando en el abismo neocon. Dice Rubalcaba que las mujeres retrocedemos. Es cierto, somos de las primeras víctimas de todas las guerras. Los autoproclamados líderes gritan "¡el que esté conmigo que me siga!". Y una tiene la sensación de que vienen cargando hacia nosotros.