Petra, de Écija * La mujer de Écija asesinada por su pareja, la séptima este año

La mujer de Écija asesinada por su pareja, la séptima este año, no era un ministro, un alcalde, un miembro de un cuerpo de la seguridad del estado. No era una niña, ni una estrella de rock, ni una actriz. Era solamente una mujer y a partir de hoy, una mujer muerta.

 

 

Esta mujer no se ha merecido una primera plana, una lluvia de tuits, una campaña de declaraciones de los partidos políticos que están en plena campaña de puntales y transparencia, haciéndose dignos de nuestro voto en un futuro en el que tal vez ya no quede nada que prometer o defender. A esta mujer ya no le afectará si Patxi López es o no candidato, si Corina fue o no contratada, si Madrid se entrampa en un nuevo carrusel olímpico. A esta mujer ya nada le afecta, nada le duele, nada le hiere, pero a las que quedamos, sí.

 

 

 

 

 

Leo que a los equipos de fútbol se les reconoce una deuda de casi 700 millones de euros. Con eso se pueden hacer muchos programas, dar protección, educar. Educar con las ideas que hacen que una sociedad avance y sea igualitaria, que se doten casas de acogida, que las criaturas que sufren la violencia tengan cuanto necesitan para crecer lo más felices posible. Como los demás. Pero la pelota es una prioridad nacional, y una mujer muerta es eso, una mujer muerta.

 

 

Mientras transcurre el día me entero que falta confirmar una segunda víctima por violencia de género. Como las víctimas de accidentes de tráfico: este fin de  semana dos,  tres, diez.  Números sin identidad, sin historia. Muertes estériles para las que no estamos programados para reaccionar, y teniendo aún frescas las imágenes repugnantes  de los soldados españoles dando golpes a un detenido deberíamos plantearnos que cuando una mujer sale corriendo de su casa, cuando llega al hospital tras ser maltratada quizá haya sufrido un episodio semejante.

 

 

Petra se llamaba y la llorarán sus hijos: tres hijos sin madre y sin padre que no han merecido que nuestros políticos se sienten a hablar de cómo acabar con esto. No es su prioridad, no les duele.

 

 

Hoy mismo decía Rubalcaba que no habría otro Ponferrada. Qué bien van a tener que hacerlo para que les crea…