Antiguamente en Euskal Herria existía la creencia de que Ama-lur, (madre tierra), nos regalaba esta flor seca, (Carlina acaulis), Eguzkilore ( euskeraz ), como forma de protección de nuestros hogares. Como símbolo ancestral aún hoy se coloca en las puertas de muchos baserris . Eguzki : sol Lore : flor ... la flor del sol, que nos trae en las horas de oscuridad la luz a nuestros hogares
Aunque este tema necesita una mayor explicación, voy a resumir, en pocas palabras los hechos, sufrimientos, pensamientos, torturas y hasta quemas en la hoguera, que padecieron las personas denominadas paganas en las zonas de los valles de Malerreka, Cuenca del Bidasoa y Xareta (más o menos de 1400-1600), en la época más oscura y difícil que les tocó vivir.
La conclusión a la que llegó la propia inquisición, después de las “actos de fe” de Logroño (1610), fue muy clara y concisa (en estas tierras no existen ni brujas ni brujos hasta que no se ha comenzado a hblar de ellas); de ahí la visita por estos valles del inquisidor D. Alonso de Salazar y Frías (1611) promulgando el “Edicto de gracia y perdón” y el posterior “Edicto del olvido”, donde se obligaba a los clérigos a no hablar más sobre la brujería desde el púlpito. Muy frágil cierre para más de 200 años de miedo y sufrimiento que les tocó vivir a nuestra gente, en una atroz espiral de fiebre juvenil, orquestada desde linajes civiles y religiosos (donde comenzaban a perder su poder social y económico), pero que terminó en una locura de acusaciones y denuncias entre todas las capas sociales.
La inmensa mayoría eran articuladas en falsos testimonios de niños y niñas, que eran los más vulnerables en estos tiempo de guerras y hambre.
Por otro lado, las damnificadas en su gran mayoría fueron las herbolarias y comadronas. Gentes de estos valles cuyo único pecado era tener creencias paganas muy vinculadas con el devenir de la naturaleza, que ha llegado hasta nosotros en infinidad de leyendas,mitología y signos, como el “eguzkilore” (flor del sol), así como numerosas expresiones culturales. El más expresivo y conocido del valle de Malerreka es el retumbe de los cencerros “joaldunak”, cuya principal misión es despertar a la naturaleza después de un largo invierno.
Las herbolarias eran personas que se dedica a manipular hierbas o plantas medicinales que se usan para curar enfermedades o calmar dolores. Esto métodos medicinales fueron heredados de tiempos ancestrales cuando la medicina no llegaba a todos los pueblos.
En la ruta de las herbolarias recordamos muchos pasajes y experiencias de la vida de las personas cómo las herbolarias así como actividades y expresiones culturales que aún hoy en día se practican en recuerdo a aquelas épocas.
Os recomendamos la ruta de las herbolarias por su caracter mistico y cultural.


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