En lo referente a la retirada de Jana a sus adoptantes y del informe no apto para la adopción esto es lo que desde el grupo de seguimientos de Aspacan Torres declaramos y explicamos:
El pasado domingo día 2, dos responsables de Aspacan Torres que se encargan de hacer los seguimientos de los perros entregados en adopción visitan el domicilio del adoptante de Jana (no vamos a dar nombres para perservar la intimidad de la persona a la que hacemos alusión), la casa tiene una jardín semicerrado y tras entrar en dicho jardín nos encontarmos a Jana atada a una cadena debajo de la escalera de la casa, la primera impresión no fue buena.
Una vez contactamos con el adoptante, este nos explica que la perra esta atada por su seguiridad ya que al no estar él en casa corre el peligro de escaparse y salir a la carretera y poner en riesgo su vida; es en ese momento cuando tomamos conciencia de que la casa, en efecto, esta abierta a la calle y pegada a una carretra general; nuestro trabajo y responsabilidad es ofrecer a Jana un hogar feliz y SEGURO por ese motivo comenzamos a hacer una serie de recomendaciones al adoptante sobre todo acerca de como solucionar el problema de la falta de cerramiento en el jardín.
Esta persona nos dice, textualmente: "no vais a venir a mi casa a decirme lo que tengo que hacer", y por su puesto que nosostros no somos nadie para opinar acerca de nada referente a su vida ni a su intimidad pero si estamos en nuestro derecho de pedirle explicaciones y soluciones ante una situación en la que un perro de nuestro refugio corre peligro y sus condiciones de seguridad son más que discutibles. Todo esto transcurre en un tono educado y amable, ya que he de decir que el adoptante en todo momento nos muestra su cariño hacia la perra y podemos apreciar que la quiere y le importa, en ese momento la cosa queda así: el nos dice que cerrara el jardín cuando pueda y que hasta entonces tendrá cuidado y enseñará a la perra a no salir a la carretera.
Al marcharnos Jana nos sigue y sale a la carretera; nos vamos muy preocupadas y mi compañera
y yo no nos quedamos tranquilas por lo que al día siguiente hago una llamada al adoptante y vuelvo a visitarlo. Esta vez le pido por favor que se comprometa a cerrar el jardín aunque sea de forma provisional (hay que remarcar que hacer un cerramiento provisional en este caso no era nada difícil) hasta que pueda poner una valla definitiva (un cerramiento que él tiene en mente pero que no sabe cuando va a colocarlo), insisto de forma cordial y le digo que si no cierra el jardín Jana no puede seguir con él, entonces nos dice que nos la llevemos.
La situación fue muy desagradable y triste.
Explico todo esto para que las personas que no han vivido esta situación se ubiquen. Ahora bien: En Aspacan hay unas normas muy extrictas a la hora de adoptar un perro y en el contrato quedan especificadas muy claramente, el seguimeinto NO ES UNA VISITA DE CORTESÍA, es un examen para comprobar que las condiciones pactadas y firmadas en el contrato son las adecuadas y si detectamos cualquier signo de que el perro esta en una situación de peligro se toman las medidas oportunas en cada caso.
En este caso en concreto tenemos que decir que el adoptante nos parecio estupendo, sus referencias eran fantásticas, su empatía con Jana fenomenal, no tenemos ningún problema personal y nos ha parecido una persona excelente pero el jardín de su vivienda lo tiene que cerrar si quiere adoptar a Jana. Por algún motivo, que no llegamoas a enterder, se ha negado a aceptar el compromiso de cerrar la finca de forma provisional y hemos tenido que llevarnos a Jana. Mis últimas palabras con él han sido las siguientes "te doy mi teléfono personal, medítalo y llámame, si cierras el jardín de alguna manera puedes adoptar a Jana, ella va a estar en el refugio muy bien atendida pero si la quieres recuperar esta en tus manos y Jana te estará esperando" (más o menos).
Además no olvidemos que la perra vive fuera de la casa, no se la permite entrar en la vivienda, por la noche dormiría en el garaje, solo pude estar suelta mientras el adoptante esta con ella en el jardín controlando… y el resto del tiempo? ¿que pasa con Jana? ¿Tiene que estar atada por su seguridad?, no es eso lo que queremos para esta perrita.
Adjuntamos a esta explicación unas imágenes de la casa del adoptante (tomadas con el presente) para que podáis comprobar la situación del jardín y el peligro que conlleva.
Quizá Aspacan ha cometido un error y es el de no hacer un perseguimiento, es decir, visitar la casa antes de entregar a Jana en adoción, ya que si si hubieramos sabido del peligro, bajo ningún concepto, la hubieramos entregado sin la condición previa de que cerrasen el jardín.
No creo que alguien que no nos conoce, que tiene información parcial y que no se informa previamente de como son las normas y lo díficil que resulta el trabajo de un voluntario, pueda permitirse el lujo de criticar tan arbitrariamente nuestra labor. Por eso hemos salido al paso de unas críticas que se han vertido sin fundamento y tan gratuitas que no exponen, en abosoluto, la realidad y que distan mucho de comprender la responsabilidad que supone entregar un perro en adopción: ponemos la vida de unos perros que ADORAMOS en otras manos.
En Aspacan se seguirá midiendo escrupulosamente la entrega de perros a sus adoptantes y si se imcumple cualquier requisito referente a la salud, a su desarrollo psicológico o a su integridad física el perro volverá a Torres y seguiremos luchando por encontarle una familia que le garantice una vida larga, segura y feliz
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