La compañía de cervezas ha exigido a los organizadores del Toro de la Vega
que eliminen su marca del cartel anunciador. Incluso han hecho público un comunicado dejando claro
que Heineken “no apoya ni patrocina ningún evento relacionado con el mundo
taurino”.¿Por qué el PSOE, que gobierna Tordesillas, no toma posiciones
semejantes?
Este martes eldiario.es
se hacía eco de la campaña Rompe una lanza, que el Partido
Animalista-PACMA ha iniciado contra el Toro de la Vega, a un mes de que se
vuelva a producir esa vergüenza nacional en la localidad vallisoletana de
Tordesillas. Con ella, y con el apoyo de personas de la esfera pública como
Amaral, Zahara o Joaquín Reyes, PACMA llama a la manifestación estatal que se
celebrará en Madrid el próximo 14 de septiembre y denuncia un año más la
indiferencia de los políticos ante semejante barbarie, su responsabilidad,
complicidad y connivencia con el martirio sanguinario de un animal que es
perseguido, linchado y alanceado hasta la muerte por salvajes humanos a caballo.
Sí, salvajes. Torturadores. Asesinos. Les llamo lo que son, lo que los considera
la gran mayoría de la sociedad, que ya no acepta sus ruines actos. Si no fuera
porque el alcalde de Tordesillas, alcalde del PSOE, no quiere perder en su
pueblo un miserable voto manchado de sangre y mugre, nadie, nadie más que gente
de la calaña cruel y garrula de los lanceros y sus secuaces, apoyaría ya su
intolerable proceder.
Esos son los votos que mendiga el PSOE. Ese es el PSOE que pretende
recuperarse. Ese es el PSOE que trata a la desesperada de recomponerse, dando
tumbos sin ton ni son, sin darse cuenta de que el cambio debe de ser profundo y
de que su propuesta solo será ya convincente si su giro es moral, ideológico e
inteligente. Sí, inteligente, como debe ser cualquier empresa, máxime si es una
empresa política que busca réditos políticos. Dejen de decir chorradas como las
de Beatriz Talegón y los hoteles de cinco estrellas y adopten de una vez
posiciones éticas, enarbolen ideas evolucionadas, rompan una lanza por una
España que no sea la misma que defienden sus enemigos (los de España y los de
ustedes).
No hay políticos socialistas que, como debe ser, se manifiesten
radicalmente en contra de lo que pasa cada año en Tordesillas, que lo digan alto
y claro, y frente a quien sea, incluyendo su fracasada cúpula. ¿Por qué son tan
cobardes y no alzan la voz contra su correligionario, el alcalde ese que tanto
les perjudica? La conclusión a la que nos hacen llegar es que la mayoría de los
políticos socialistas es insensible al maltrato a los animales, indiferente a la
gañanada bestial de Tordesillas. La conclusión es que su cortedad es tal que por
defender a un alcalde de los suyos no comprenden que la imagen del PSOE queda
pisoteada entre el polvo y la sangre de ese pueblo vallisoletano.
Pues ustedes
verán. Para empezar, pueden ver
el repaso que hace el periodista Fernando Berlín sobre la lamentable imagen
de España en la prensa internacional a través de noticias taurinas: Wall Street
Journal, The Boston Globe, The Washington Post, Deustche Welle son algunos de
esos medios. ¿El PSOE no calibra que el alcance de esas críticas internacionales
también le afecta? Ustedes sigan cerrando filas patéticas para no cuestionar a
ese alcalde indecente (se ha negado a modificar el Reglamento de Espectáculos
Taurinos, que autoriza el Toro de la Vega).
Ustedes sigan dando palos de ciego
con su más de lo mismo. Cavan su propia tumba.
Decía que el PSOE debería ser inteligente como si fuera una
empresa. A los hechos me remito: Heineken aparecía en el cartel de los festejos
de Tordesillas patrocinando esa basura. El cartel ha dado la vuelta a las redes
sociales, donde los usuarios han anunciado masivamente que dejarían de consumir
esa cerveza. ¿Qué ha hecho Heineken? Se ha apresurado a rectificar. Quizá
Heineken no sienta empatía con los toros martirizados, pero, por mera
inteligencia comercial, no se permite perder consumidores ni ver su imagen
relacionada con hechos que la destrozan y que van a contracorriente de la época
en la que se inscribe su producto.
La empresa Heineken ha exigido a los
organizadores del Toro de la Vega que eliminen su marca del cartel y anuncia que
tomará las medidas oportunas por haber sido utilizada sin, aseguran, su
consentimiento. Incluso han hecho público un comunicado dejando
claro que Heineken “no apoya ni patrocina ningún evento relacionado con el mundo
taurino”.
¿Por qué el PSOE no toma posiciones semejantes? ¿No tiene la
inteligencia “comercial” suficiente como para saber que los tiempos exigen
nuevos y firmes rumbos? ¿Creen de veras que su descalabro y la desafección de la
ciudadanía no tiene que ver con su tibieza, con su cobardía, con su complicidad
en asuntos, entre otros, como este? ¿No les abochorna, en fin, que una simple
marca de cerveza les tome la delantera moral? Parece mentira que acabemos
pensando que ojalá el Partido Socialista Obrero Español fuera, al menos, como la
Heineken.
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