Entregan en una comisaría un móvil perdido y acaba en manos de la hija de uno de los policías
Un teléfono móvil de última generación, que había sido llevado a objetos perdidos por un ciudadano, desapareció misteriosamente de las dependencias de la Policía Local de Torrent, en Valencia, el pasado mes de noviembre de 2012. En su lugar, dentro del cajón bajo llave en el que debía hallarse, el agente que iba a reseñarlo encontró un aparato viejo que nada tenía que ver con el "smartphone" que días antes había perdido su propietario.
La Policía Nacional, tras meses de investigaciones en los que rastrearon los movimientos del citado teléfono, ha podido averiguar que el mismo estaba siendo utilizado por la hija de un inspector de esta misma plantilla de policía. La joven, de 21 años, ha sido imputada por un delito de robo con fuerza al asumir que fue ella quien dio el cambiazo aprovechando una visita a su padre, quien, según su versión, no tuvo nada que ver en el asunto.
Este mando de la Policía Local de Torrent, que ya fue imputado hace años por falsificar presuntamente unos documentos públicos, no trabajó el fin de semana en el que desapareció el teléfono. El móvil fue entregado en comisaría un viernes y el lunes siguiente ya había desaparecido. Aunque la hija se ha autoinculpado del robo, hay quien piensa que el verdadero autor es su padre.
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