Los duques de Palma y sus hijos realizando una excursión por Ginebra
El pasado siempre
vuelve. Esta frase podría aplicarse a la vida lúdica de los duques de
Palma. Al destaparse el ‘caso Nóos’ se han descubierto los desvíos de
gastos personales a la empresa Aizoon de la que eran titulares al
cincuenta por ciento la infanta Cristina y su marido.
Se desviaron fondos públicos que se cobraban a través de Nóos, fundación
sin ánimo de lucro, como figura en el informe de la Agencia Tributaria
incorporado a la instrucción que dirige el juez Castro.
Hasta ahora se sabía de algunas facturas que el matrimonio había incorporado, como viajes a Roma de toda la familia con reserva de diez habitaciones, suscripción a revistas de moda, compra de vino o entradas para la Champions League. Unos gastos a los que ahora se han sumado un viaje a Mozambique y un safari en Sudáfrica de toda la familia en agosto del año 2008.
Se ha descubierto una factura de 1.350 euros correspondiente a una estancia de dos días, el 4 y 5 de agosto, en un alojamiento de Sudáfrica con safari incluido. La reserva se hizo con el nombre de 'Pep Figueras' para proteger el anonimato de la familia. También hay una factura de dos noches de hotel en Mozambique a nombre de la infanta, con un precio cercano a los 330 euros.
En su día, esta información publicada en Vanitatis se convirtió en motivo de discrepancia por parte del gabinete de comunicación de Zarzuela. En un primer momento, negaron la información. Este medio aseguraba además que en ese viaje a Mozambique los duques habían visitado a los hoy reyes de Holanda, Guillermo y Máxima, que en aquel momento tenían una residencia de superlujo en Ponte Torres, el sudeste del país africano.
Por presiones del gobierno holandés, pues se trataba de la adquisición de una residencia exclusiva en un período de crisis económica y ajustes presupuestarios públicos, los entonces príncipes la vendieron a principios de 2012.
Con esta información de primerísima mano, con datos de fechas y horarios de los viajes en manos de la prensa, no hubo más remedio que organizar una hoja de ruta alternativa para justificar una estancia y unos gastos poco entendibles cuando el palacio de Marivent era la mejor alternativa en un tiempo en que la crisis económica española ya aparecía en el horizonte.
Aunque se intentó por todos los medios silenciar la estancia en Mozambique y el safari en Sudáfrica, la explicación oficial fue finalmente la siguiente: “La infanta Cristina se encuentra estos días en Mozambique junto con Iñaki Urdangarin y sus cuatro hijos, Juan Valentín, Pablo Nicolás, Miguel e Irene colaborando en un proyecto de cooperación de La Caixa. La infanta quería que los suyos se unieran a ella para que conozcan la situación de los más necesitados”. Son declaraciones literales de Zarzuela a este medio.
No hubo fotos de la infanta en Mozambique como en otras ocasiones y esa estancia solidaria nunca quedó reflejada gráficamente.
Tampoco se reconoció entonces la escapada a Sudáfrica. ¿Por qué? Quizá la respuesta a este interrogante nos la haya dado el ‘caso Nóos’.
Hasta ahora se sabía de algunas facturas que el matrimonio había incorporado, como viajes a Roma de toda la familia con reserva de diez habitaciones, suscripción a revistas de moda, compra de vino o entradas para la Champions League. Unos gastos a los que ahora se han sumado un viaje a Mozambique y un safari en Sudáfrica de toda la familia en agosto del año 2008.
Se ha descubierto una factura de 1.350 euros correspondiente a una estancia de dos días, el 4 y 5 de agosto, en un alojamiento de Sudáfrica con safari incluido. La reserva se hizo con el nombre de 'Pep Figueras' para proteger el anonimato de la familia. También hay una factura de dos noches de hotel en Mozambique a nombre de la infanta, con un precio cercano a los 330 euros.
En su día, esta información publicada en Vanitatis se convirtió en motivo de discrepancia por parte del gabinete de comunicación de Zarzuela. En un primer momento, negaron la información. Este medio aseguraba además que en ese viaje a Mozambique los duques habían visitado a los hoy reyes de Holanda, Guillermo y Máxima, que en aquel momento tenían una residencia de superlujo en Ponte Torres, el sudeste del país africano.
Por presiones del gobierno holandés, pues se trataba de la adquisición de una residencia exclusiva en un período de crisis económica y ajustes presupuestarios públicos, los entonces príncipes la vendieron a principios de 2012.
Con esta información de primerísima mano, con datos de fechas y horarios de los viajes en manos de la prensa, no hubo más remedio que organizar una hoja de ruta alternativa para justificar una estancia y unos gastos poco entendibles cuando el palacio de Marivent era la mejor alternativa en un tiempo en que la crisis económica española ya aparecía en el horizonte.
Aunque se intentó por todos los medios silenciar la estancia en Mozambique y el safari en Sudáfrica, la explicación oficial fue finalmente la siguiente: “La infanta Cristina se encuentra estos días en Mozambique junto con Iñaki Urdangarin y sus cuatro hijos, Juan Valentín, Pablo Nicolás, Miguel e Irene colaborando en un proyecto de cooperación de La Caixa. La infanta quería que los suyos se unieran a ella para que conozcan la situación de los más necesitados”. Son declaraciones literales de Zarzuela a este medio.
No hubo fotos de la infanta en Mozambique como en otras ocasiones y esa estancia solidaria nunca quedó reflejada gráficamente.
Tampoco se reconoció entonces la escapada a Sudáfrica. ¿Por qué? Quizá la respuesta a este interrogante nos la haya dado el ‘caso Nóos’.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR TU OPINION-THANKS FOR YOUR OPINION