El arzobispo que cobra 110.000€ al año
Ya
fue famoso en los medios de comunicación por los sucesos que
protagonizó, pero ahora lo es por el dinero que ingresa todos los meses
como arzobispo de Bruselas: André-Joseph Léonard cobra anualmente 110.000€ al año
(9.200€ al mes). Una cantidad nada despreciable si tenemos en cuenta
que el sueldo medio en Bélgica ronda los 2.700 € mensuales.
Sueldo a proporción de los escándalos que protagoniza
¿Su tarea como máximo dirigente de la diócesis es tan importante que tiene que percibir una cantidad tan ingente de dinero? En absoluto, ya que su figura levanta polémica ya no solo en el país flamenco, también allende sus fronteras. Las declaraciones del arzobispo Léonard en un libro sobre el Virus de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH) “el SIDA es un acto de justicia” corroboran el talante arcaico de su personalidad, achacando a un castigo divino una de las epidemias más atroces que ha vivido –y que vive– el ser humano. ¿Ofrece su ayuda al enfermo? No, le condena y además, le hace culpable ante los ojos de su dios por haber contraído la enfermedad, que es una ‘obra divina’. Genio y figura.
Pero el comentario es la punta del iceberg: en las conferencias que da alrededor de su país el arzobispo acumula denuncias allá donde va, porque cada vez que abre la boca sube el pan. En una de ellas, comparó la homosexualidad con la anorexia y una asociación de gays y lesbianas presentó una querella contra Léonard, quien comparaba la orientación sexual con una enfermedad psicológica (y posteriormente física).
Cuando en 2010 estalló el escándalo de los abusos pederastas en Bélgica, André-Joseph Léonard era ya líder de la Iglesia católica en el país y como tal, tuvo que asumir las investigaciones de los crímenes sexuales. ¿Cuál fue su recomendación personal? No juzgar a los sacerdotes que ya no estaban en activo, la mayoría sobre quienes existían pruebas (los delitos más antiguos se fecharon en 1960). Carpetazo al asunto y 475 denuncias ignoradas al respecto, más las que se desconocen. El Mundo anunció que 13 de las víctimas se suicidaron, pero ni eso fue suficiente para juzgar a los culpables de tan horribles abusos.
Pero hubo un colectivo que se tomó la justicia por su mano y respondió a las malas artes del arzobispo Léonard: Femen –organización feminista– boicoteó el pasado abril un acto del adinerado clérigo irrumpiendo en la sala al grito de ‘¡stop homofobia!’ y arrojando sobre la cara del impasible Léonard supuesta agua bendita que traían las activistas en figuras de la Virgen María. Cuando las mujeres se marcharon, el arzobispo cogió uno de los recipientes y besó la imagen a modo de reverencia.
A modo también de protesta, un ciudadano belga le arrojó una tarta en plena misa, lo que fue tomado como ejemplo por estudiantes peruanos que acudieron a una de sus charlas en el país sudamericano y que le arrojaron varias tartas durante la conferencia, dejando al obispo blanco como la nieve por la nata de los dulces que impactaron contra él.
¿Merece este arzobispo el sueldo que percibe como intermediario del dios cristiano? En absoluto, y a la vista está tras conocer los deplorables hechos que ha protagonizado: culpabilizar a los enfermos de VIH, comparar la homosexualidad con la anorexia y clamar por el indulto a sacerdotes pederastas son claros ejemplos de que no se merece un solo euro por el cargo que desempeña, lo pague quien lo pague.
Pero es un claro ejemplo –una vez más–de que muchos sujetos utilizan
las influencias y los privilegios fiscales de la institución católica
para lucrarse personalmente, cuando abogan por una doctrina del bien
común y repudio de las riquezas terrenales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR TU OPINION-THANKS FOR YOUR OPINION