Cada trimestre desde el inicio de la "crisis" capitalista se repiten las
mismas malas noticias en forma de cifras que demuestran no sólo la
gravedad de la situación económica sino que las élites gobernantes no
tienen la solución, más bien sus recetas y su modelo son precisamente el
problema. El paro creció en 113.097 personas en enero.
La Seguridad Social pierde 184.031 afiliados y se sitúa en niveles del
año
2002.
A pesar de estos datos desde el gobierno se difunde el mantra de
la "recuperación económica". La secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo,
afirmó que "a pesar del aumento del paro se mantiene la tendencia
favorable de largo recorrido que hemos venido señalando estos meses en
el paro registrado y en la contratación, de manera acorde con los datos
que vamos conociendo sobre la evolución de nuestra economía". Nuevamente
la realidad en la que vive la inmensa mayoría de la población no tiene
nada que ver con el escenario macroeconómico que se plantea desde el
establishment político, económico y mediático.
En España no se está creando empleo, más bien al contrario, se sigue destruyendo empleo como señala Eurostat: tenemos
una tasa de desempleo del 26,7% y más 6.000.000 de personas sin
empleo. España es el país de la UE que más población pierde por la
emigración y la crisis. El número de emigrantes que sale del país ya
supera en 162.000 personas al número de inmigrantes que recibimos. Ya son más de 700.000 los españoles que huyen del país
en busca de un trabajo y un futuro mejor. Muchos parados ya no acuden a
registrarse a las oficinas de empleo por considerarlo una pérdida de
tiempo. Además los datos evidencian que los pocos empleos que se ofrecen
son cada vez más precarios, temporales y cada día con salarios más
bajos, con salarios de miseria.
Pero más allá de los datos y la propaganda mediática del gobierno y sus
voceros, las preguntas que me hago siempre que escucho hablar de
desempleo y de "recuperación económica" y "salida de la crisis" son las
mismas trimestre tras trimestre: ¿en qué sectores se van a crear seis
millones de puestos de trabajo? ¿qué vamos a fabricar, quién lo va a
comprar y con qué dinero? ¿cuál es el modelo económico futuro de España,
el de las "exportaciones", que además de hundir nuestra demanda interna
debido a la reducción salarial es ya un modelo agotado,
como reconoce la Organización para el Comercio y el Desarrollo de las
Naciones Unidas (UNCTAD)? Ni el gobierno, ni el PSOE, ni la gran mayoría
de partidos políticos - incluida la izquierda institucional - responden
a estas cuestiones.
Y no responden porque pretenden seguir dentro de un
sistema y un modelo que no tiene respuestas a estas preguntas ni
solución a nuestros problemas.
Dentro del Euro, dentro de la Europa de
Maastrich, obedeciendo las reglas del juego que impone el libre mercado,
dentro del modelo de globalización capitalista, es imposible crear
empleo para todos y mucho menos un empleo estable, con una mínima
calidad y que garantice un mínimo de bienestar a todos los
trabajadores. La "salida de la crisis" que proponen los apóstoles del
neoliberalismo consiste en precarizar el empleo, en seguir por la senda
de la especulación financiera y la creación de nuevas burbujas que
propicien un aumento rápido de los beneficios de las grandes
corporaciones.
Son muchos los analistas y economistas - como Nouriel Roubini
- que llevan tiempo advirtiendo que se acerca una nueva crisis
financiera en los países desarrollados. La desregulación financiera, una
negligente supervisión de los Bancos, y las bajas tasas de interés de
los Bancos centrales, entre otros factores, abonan el terreno para una
segunda crisis financiera e hipotecaria global. No sólo no salimos de la
crisis sino que se espera un nuevo estallido económico en 2014.
Volviendo al asunto del desempleo, en España sólo se puede crear empleo
de forma inmediata mediante el reparto del trabajo existente, que
es justo lo contrario de lo que estamos haciendo ahora que es trabajar
más horas, cobrando menos y jubilándonos más tarde. A medio y largo
plazo sólo se podrá crear empleo para todos si revertimos nuestro modelo
económico y nos convertimos en un país productor.
Debemos preguntarnos
por qué en España tenemos que importar, por poner un ejemplo, leche,
carne, cereales, legumbres, hortalizas... cuando tenemos nuestros
pueblos abandonados y nuestras tierras sin cultivar; ¿cuántos cientos de
miles de puestos de trabajo directos se crearían potenciando nuestro sector primario?
¿por qué un puñado de multinacionales y grandes empresas controlan la
producción, distribución y venta de alimentos a nivel mundial? Esta
misma pregunta nos la podemos hacer con todos los demás sectores
económicos.
Hay que reindustrializar el país que desmantelaron los
gobiernos del PSOE y el PP desde los años 80 por orden de "Bruselas",
producir nosotros mismos todos los bienes y servicios que necesitamos,
además de potenciar la inversión en ciencia, tecnología e innovación,
convertirnos en un país puntero en desarrollo e investigación, dejar
atrás el "que inventen ellos" tan clásico de nuestro país, además de
fortalecer nuestra demanda interna aumentando los salarios. Hay recursos
de sobra para ello.
Claro que éstas y otras muchas propuestas que crearían empleo y riqueza
en el país significan que debemos cambiar nuestro modelo económico y
comercial actual. Significa que debemos abandonar el Euro y los actuales
tratados y acuerdos económicos y comerciales en los que estamos
enredados. Abandonar el modelo de globalización capitalista que tanto
daño ha hecho a los pequeños productores, a las pequeñas y medianas
empresas, a toda la clase trabajadora en general, y aplicar políticas
proteccionistas que potencien nuestros mercados internos frente a la
invasión, el abuso y el monopolio de las multinacionales nacionales y
extranjeras.
Sin embargo nos siguen arrastrando por el camino inverso,
como prueba la llegada del futuro Tratado de Libre Comercio
entre EE.UU y la Unión Europea que se está negociando desde hace meses y
que PP y PSOE defienden (a pesar de que Rubalcaba grita hasta la
extenuación que PSOE y PP "no somos lo mismo"). Con la firma a espaldas
de los ciudadanos de ese acuerdo, del que no informan los grandes medios
corporativos, nos espera más neoliberalismo, más globalización, más
"libre" mercado, más desregulaciones, más desmantelamiento industrial,
un alto desempleo permanente... y en definitiva más poder y ganancias
para las multinacionales y más precariedad y desempleo para la clase
trabajadora.
La izquierda, la institucional y la social, se equivocan cuando colocan
en el centro de los problemas del desempleo únicamente al gobierno
neoliberal del PP y su reforma laboral. Antes de la nefasta reforma
laboral actual ya existían un alto desempleo, deslocalizaciones,
precariedad laboral, bajos salarios, expolio público por parte de las
multinacionales...
En la Eurozona hay 19 millones de personas que no
tienen trabajo. La cifra aumenta hasta los 26 millones en toda la UE. El
problema va mucho más allá de unas siglas, una ley o una reforma
laboral concreta. Esta es una simplificación del problema en la que caen
constantemente los grandes sindicatos y la izquierda política y social.
Si su análisis y sus propuestas no tienen un carácter más amplio, más
ambicioso y realista no será creíble su discurso y estarán engañando a
las clases populares con promesas que no podrán ejecutar aún en el caso
de alcanzar el poder político. Bajo la dictadura de "los mercados" no
hay posibilidad de poner en marcha una democracia popular.
Resumiendo, si queremos crear empleo en España necesitamos cambiar radicalmente nuestro modelo económico, comercial, político y social; y esto es imposible hacerlo en el marco neoliberal europeo actual, sin soberanía monetaria y económica, bajo un sistema capitalista, y es imposible hacerlo dentro del marco vigente en el régimen borbónico nacido de la Transición con un bipartidismo corrupto y burgués turnándose en el poder y al servicio de las oligarquías locales.
La economía debe servir para
cubrir las necesidades básicas de los seres humanos, no para especular,
acumular y enriquecer a una minoría dominante. El Estado debe planificar
la economía, y para ello es necesario que los recursos y sectores
estratégicos del país estén nacionalizados, en manos de un Estado
democrático controlado y gestionado por el Pueblo trabajador organizado.
La economía debe estar bajo las órdenes del poder político al servicio
del pueblo, y no al revés como ocurre ahora. Es decir, debemos caminar
hacia el nuevo Socialismo del siglo XXI.
Hay que elegir entre democracia
o capitalismo, riqueza colectiva o riqueza concentrada en pocas manos,
las dos cosas son incompatibles. O si no, repito la misma pregunta del
inicio: ¿dónde, cómo, cuándo, a través de qué políticas se van a crear
seis millones de puestos de trabajos dignos en España bajo este sistema
capitalista actual? Un trimestre más y después de cinco años de "crisis"
y destrucción de empleo seguimos esperando una respuesta que nadie nos
da, incluida la izquierda supuestamente transformadora.
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