Ucrania al borde de la guerra El mundo lleva pegado a la televisión y la radio, contemplando el grave conflicto en Ucrania.

Ucrania al borde de la guerra

El mundo lleva pegado a la televisión y la radio, contemplando el grave conflicto en Ucrania.

Los ciudadanos de a pie, poco conocen la raíces del conflicto y con amargura vemos los cuerpos de las víctimas en Kiev.

¿Pero que pasa realmente en Ucrania?
No es sencillo entenderlo ni explicarlo, muchas de las respuestas están en la historia de la región. 

Ucrania es un país relativamente nuevo, enclavado entre occidente y Rusia, apetecido por los que le ven como territorio de una gran disputa geopolítica estratégica entre dos grandes bloques de poder, en medio, los ciudadanos de a pie.

No es sencillamente la lucha de un pueblo contra una camarilla de dirigentes autocráticos y mafiosos, aunque hay mucho de esto.

Ucrania ha sido durante siglos, disputado por grandes poderes geopolíticos; Kiev es el lugar de nacimiento de la Gran Rusia (Rus de Kiev, finales del siglo IX) en donde la dinastía Rúrik unió a las tribus eslavas orientales. 

Ucrania durante siglos ha pasado su territorio entre occidente y el oriente europeo. A grandes rasgos, durante siglos, el oriente formó parte del imperio ruso y partes del actual territorio del oeste ucraniano, perteneció a Polonia, Lituania o al imperio Austrohúngaro.
 

No fue hasta después de la segunda guerra mundial que Ucrania se configuró como el estado que conocemos hoy en día, sin obviar su pertenencia a la extinta URSS.

Ucrania es indiscutiblemente un territorio estratégico en la lucha por la dominación de territorios entre occidente y el oriente europeo o más explícitamente, Rusia.

Esta es la base del conflicto actual. Ucrania, con el este y sur “pro ruso” y el oeste “pro occidental”

¿Por qué ha estallado el conflicto?
Como ha sucedido en otros países de la Europa oriental (Bulgaria, Rumania, Rusia), al final de la caída del muro de Berlin y la disolución de la URSS, las mafias oligárquicas se apoderaron de Ucrania.

Usando el descontento legítimo de los ciudadanos por el estado económico, político y social impuesto por las oligarquías, occidente se ha apresurado a aprovechar este descontento para apoderarse de una “cabeza de puente” contra Rusia.

El ofrecimiento de la Unión Europea, de firmar un acuerdo de adhesión de Ucrania a Europa ha sido como entrar con una antorcha encendida en un polvorín.

Debemos recordar, que una adhesión a la Unión Europea conlleva obligatoriamente, entrar primero en la OTAN, cosa que nadie menciona. Imaginaos por un momento, como afectaría a Rusia y a los ucranianos “pro rusos” que la OTAN situara sus buques de guerra (con armamento nuclear) en la península de Crimea, a las puertas de la Federación Rusa.

La Unión Europea apuesta por situar en el poder al partido “UDAR” de Klitschko en el poder (el “hombre” de Alemania), sin embargo EEUU va más lejos y apuesta por cualquier dirigente “menos moderado” que asegure la entrada de la OTAN en Ucrania.

Si recuerdan las palabras de la secretaria de Estado adjunta de EEUU para Asuntos Europeos, Victoria Nuland diciendo: "Eso sería muy bueno, creo, el ayudar a consolidar esto y lograr que la ONU nos ayude a unirlo y ya sabes... que se joda la UE".

 EEUU apuesta no por Klitschko, sinó por el más duro; Arseni Yatsenyiuk del partido de Iulia Timoshenko, Batkivchtchina.

En este juego de poderes geopolíticos, quien está en medio son los ucranianos de a pie, tanto del este como del oeste.

 Un periodista español decía, “en una pelea de elefantes, la que sufre es la hierba”

En el vacío de poder de hoy mismo, los ciudadanos del este y sur de Ucrania no han dicho su última palabra, hoy mismo los gobernantes de Donetsk, Lugansk, Dnipropetrovsk, Járkiv y la república autónoma de Crimea, así como los alcaldes de las ciudades de Járkiv, Sebastopol y Donetsk, han hecho un llamado que concluye: "Organicen pelotones, batallones.

 ¡Adelante los veteranos de la Guerra de Afganistán! Unos grupos terroristas se han apoderado del poder, hay que oponerles resistencia". 

La estupidez de los halcones occidentales han encendido la mecha de un conflicto que no sabemos cómo seguirá. Ucrania tenía la gran oportunidad de convertirse en un puente de cooperación entre Europa y Rusia, aprovechando lo mejor de estos dos mundos, pero EEUU y Europa eligieron el camino “duro”.

¿Qué pasará cuando Rusia les corte el gas a Europa y a Ucrania?
¿Qué pasará si los ucranianos del este piden ayuda miliar a Rusia?
Evidentemente, Europa no ha medido sus fuerzas en este conflicto, ayer con la mediación europea se alcanzó un acuerdo que inmediatamente ha sido desconocido por la ultraderecha que se manifiesta en Kiev, dejando en muy mal pie, incluso al propio Klitschko al que le arrebataron el micrófono en plena manifestación.

Ucrania necesita una solución sensata que retire del poder al presidente Yanukovich por medios pacíficos y que la cordura vuelva a sus ciudadanos, por lo menos a la ultra derecha, de lo contrario, la guerra civil y una nueva guerra fría entre occidente y Rusia, está servida.

Lo más lógico sería que la Unión Europea retire inmediatamente el ofrecimiento de adhesión a Ucrania, que se sienten a buscar una salida pacífica, la UE, Rusia y los ucranianos, con unas elecciones vigiladas por organismos internacionales y sin injerencias de EEUU ni la OTAN.

Lo de la entrada en el poder de las oligarquías es otro cuento en que por desgracia la UE ni Rusia quieren entrar, con Yanukovich o la Timoshenko seguirán aferrados al poder económico y serán los ucranianos los que tendrán que soportarlos, quizás, hasta la próxima revuelta.

Vuelvo a repetir, Ucrania puede ser un puente de cooperación entre Rusia y occidente en que sus ciudadanos puedan aprovechar las ventajas que ambos bloques económico-políticos puedan ofrecerles en vez de convertirse en el polvorín de una nueva guerra fría.