DÍA 23......... DE MARZO Desde la terraza la noche es obscura.

Desde la terraza la noche es obscura. Tintinea la ciudad, distingo el torreón, las almenas del castillo, incluso las boyas a deriva de los submarinistas. La ciudad, las estrellas en su marco azabache, y la mar son un todo espectral que se funden en mi corazón.

 Siempre pensé en las noches blancas como algo que habría de vivir, una necesidad imperante, no me pregunten la causa: en el polo sur geográfico el día dura 6 meses y la noche los otros 6.... ¿Cuándo arribaré a la gran cuenca subglaciar?, ¿cuándo veré los Antartandes y los Montes Ellsworth?, ¿cuándo por fin, antes de la base rusa Vostok morderé vino de rioja congelado o caliente (depende de las fuerzas en ese instante) junto a la coordenadas 82°58′S 54°40′E, justo en el punto más inaccesible de la tierra, a una altura de 3718 msnm....?

 

Hablaba de terrazas y la noche obscura del alma...(una noche oscura, con ansias en amores inflamada, ¡oh dichosa ventura!) miraba manifestaciones contra la porquería que nos invade, la gran estafa, el timo internacional que aboca al cierre del futuro: sí, óiganme, lo mejor es ser policía antidisturbios y esperar a esos chicos que rompen el mobiliario de la comunidad y azotan las ideas de los señores que toman cañas de cerveza en el bar y queman cajeros. 

Ese es el porvenir: policía al servicio de tiranos, del orden constitucional que permite extravíos, clases, jerarquías, privilegios desmedidos, muertes, suicidios sociales, miserias, desempleos, depresiones, hambre. Policía contra la subversión, esto es lo que hay, los alteradores, los transformadores de la realidad, los agitadores anti burgueses habrán de ser exterminados.


 Policías al servicio del poder endogámico, monstruo de mil cabezas y doscientos aparatajes para condenarte sin proceso.....

Las calles se escondían en el murmullo del viento de sudeste, lebeche, garbino, torrente inesperado de calima que gira en remolinos sobre las hojas verdes recién nacidas. No estabas, huías esquina abajo enfadada, con el rostro compungido y tu tristeza existencial puesta contra ti misma.

 Me acusabas de crueldad innecesaria, sólo por soñar con la Antártida y los patagones, por explicarte como degollaba cormoranes y los abría en canal y vertía su sangre caliente sobre mis labios con úlceras, o como tragamos carne dura de pingüino de barbijo, o de qué manera el ataque de aquél lobo marino le costó la muerte, un disparo certero en la cabeza. Aún así, con medio cerebro colgando, continuó moviéndose unos metros...... 

 

No debes de enfadarte nunca más, ni bajar tu cara preciosa, ni inflamar en sangre las pupilas, ni correr esquina abajo, al contrario, siempre guardo medio corazón, barcazas salvavidas, balsas donde navegar por cualquier proceloso continente, cabañas dónde resguardarte y resguardarnos, aceites que untarnos, bálsamos del alma bebida mil veces en ese ritual mágico (bien conoces la epifanía de los cuerpos) que practicamos, misa negra que nos condena al infierno, justo las antípodas del mundo glaciar.....

 Publicado por ANTONIO RODA JORGE