FALLECE IÑAKI AZKUNA ALCALDE DE BILBAO
Bilbao acaba de perder a su alcalde, Iñaki Azkuna, que a
los 71 años ha fallecido como consecuencia de un tumor de próstata que
arrastraba desde hace más de una década y que en el último año le había
obligado a ingresar varias veces en el Hospital de Basurto.
Su salud,
muy deteriorada en los últimos tiempos, no le alejó, sin embargo, de lo
que él definía siempre como "su gran amor": Bilbao.
El 28 de mayo de 2003, sólo dos días después de las
elecciones municipales, Azkuna desvelaba su "pequeño problema personal":
un cáncer de próstata que le causaría numerosos problemas de salud y
por cuyas secuelas tuvo que ser operado en Estados Unidos.
A partir de
ahí, sesiones de quimioterapia y ausencias más o menos prolongadas como
la que le apartó de la alcaldía durante mes y medio en 2008 para ser
operado. Hace casi un año, en abril de 2013, tuvo que ausentarse al
encadenar varias complicaciones.
Se sometió a tres operaciones para
corregir las secuelas de los tratamientos -en la última le extirparon el
riñón izquierdo- y delegó en el primer teniente de alcalde, Ibon Areso,
durante cerca de seis meses. Tras este período de ausencia, Azkuna
volvió a su despacho en el Ayuntamiento muy debilitado, aunque con la
firmeza de seguir en el cargo y mantener su agenda pública. «Después de
la que he pasado, que no quiero para nadie esa penalidad, me está
costando, pero me voy encontrando», comentó en una entrevista
radiofónica a mediados de enero.
En sus últimas apariciones -no ha dejado de acudir al
Consistorio hasta que hace apenas unas semanas se agravó seriamente su
salud-, no ha eludido pronunciarse sobre temas polémicos con la misma
claridad con la que lo ha hecho siempre, al margen de que sus opiniones
coincidieran o no con la línea oficial del PNV, su partido.
Sus choques
con compañeros jeltzales por poner sus aspiraciones soberanistas por
encima de los intereses de Bilbao con temas como la disputa de la
Eurocopa 2020 en San Mamés, que supondría acoger a la selección española
en el nuevo campo; su colleja a la izquierda abertzale -y al PNV- por
la marcha en favor de los presos que recorrió la ciudad en enero y que
no fue tan silenciosa como prometieron -"yo con estos no voy ni a
heredar", dijo- y su rechazo a sacar del Consistorio por la puerta de
atrás los retratos de los alcaldes franquistas han sido algunas de las
últimas polémicas en que se ha visto envuelto.
Pero, el pasado 22 de febrero, el alcalde ingresaba en el
servicio de urgencias del Hospital de Basurto, tras sufrir un pequeño
desvanecimiento en un restaurante. Azkuna fue tratado de un hematoma
producido por la caída pero lo cierto es que, tras ser dado de alta, ya
no volvió a salir de su domicilio. Ni tan siquiera por la celebración
del Foro Global España 2014 el pasado 4 de marzo, una cita económica de
transcendencia internacional en el que llegó a participar la directora
del FMI, Christine Lagarde y el Rey don Juan Carlos que no dudó en
visitarle en su casa.
Todo un síntoma de que el primer edil no se
encontraba bien de salud. Finalmente, el viernes 15 de marzo la
presidenta del BBB, Itxaso Atutxa, movilizaba a la plana mayor del PNV
en Bizkaia para informarles del empeoramiento de la enfermedad del
regidor. "Está consciente y ha pasado buena noche. Bilbao todavía tiene
alcalde", informaba la dirigente nacionalista el sábado. Finalmente, el
corazón del alcalde dejaba de latir días después rodeado de sus seres
queridos.
Hoy, el 'botxo', "la ciudad angosta" -como él la llamaba
con cariño parafraseando al crítico de arte Juan de la Encina-, llora al
regidor que supo seducir a nacionalistas y a muchos no nacionalistas.
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