Frente a los acartonados planteamientos de
quienes exigen elegir “o dentro o fuera” nuestra actitud es desde dentro
y desde fuera hasta la ruptura total
Es nuestro objetivo , construir el socialismo en una E.H. independiente, organizando la masa crítica popular necesaria, concitando, en los sucesivos escenarios de la lucha, la necesaria suma de fuerzas, para los momentos criticos que la debilidad del sistema propicie , y siempre asumiendo las tradicionales formas de resistencia de nuestro pueblo que , a lo largo de su larga y reciente historia nos dá luz en las nuevas perspectivas.
No será necesario recordar que los medios necesario solo vendrán condicionados por las condiciones sociopolíticas del momento, la incidencia sobre las masas y siempre por la radicalidad de la estrategia.
En este contesto dialéctico consideramos la realidad de las diversas instituciones públicas , ajenas, enajenadas y propias–asambleas ,municipios, sindicatos….hasta estado- como hitos determinados por la correlación de fuerzas en los sucesivos escenarios sociopolíticos de la historia .
Todo lo anterior define una actitud relativista ante las instituciones en el necesario proceso de liberación integral de la humanidad y de Euskal Herria .
¿Qué instituciones pueden ser estratégicas para construcción en positivo de un estado socialista vasco?
¿Cómo utilizar en la linea de una estrategia revolucionaria ciertos
espacios que, la debilidad del sistema o la incapacidad de sus diversos
ejecutivos, permitan la mínima penetración?
¿Cómo utilizar la actuación en campo enemigo en convergencia con estrategias revolucionarias incompatibles con el sistema?
¿Cómo utilizar la actuación en campo enemigo en convergencia con estrategias revolucionarias incompatibles con el sistema?
La legitimación de toda linea de lucha, extralegal o legal, vendrá
dada, por sus resultados a corto y a largo plazo, en relación con
nuestro proyecto revolucionario “independencia y socialismo”en el camino
de la liberación integral de la humanidad.
La llamada vía democrática o parlamentaria , canto de sirena de la
vieja izquierda reformista , y que fue asumida por todas alternativas
politicas del estado en la transición, es el agujero al que se nos
pretende llevar , cuando se nos pide rechazar y condenar toda forma de
contrapoder para conducirnos a la traición de una izquierda
contemplativa y sumisa.
Es ahí donde reside la clave de la estrategia
contra el MLNV. Es el paradigma que teórica e históricamente vincula con
la contrdicción entre reforma y revolución. Se nos pide que condenemos
la violencia de resistencia, para pedirnos que aceptemos sumisamente la
legalidad del estado burgues y que consecuentemente aceptemos la
renuncia implícita a la independencia y al socialismo ¿No ha sido este
el camino de otros?
La experiencia histórica reciente de la Europa posterior a la II
Guerra Mundial, nos ha enseñado la debacle ideológica, política y
organizativa de todos los partidos – pretendidamente marxistas – que
abogaban por construir el socialismo mediante estrategias
fundamentalmente electorales.
La visible derrota de estas posiciones, dirigidas por fuerzas
políticas y sindicales que fueron hegemónicas en el proletariado de sus
respectivos países, ha provocado un debilitamiento sin precedentes de la
clase obrera ,cuando no la muerte de la esperanza revolucionaria en la
vieja Europa.
El desarme ideológico, en el que además de la enorme presión de los
estados capitalistas, han influido causas internas a la propia
izquierda, olvidada de sus debates ideológicos y perforada por el virus
de un burocratismo creador de nuevas clases parásitas en paises llamados
socialistas , y militancias sumisas al sistema defensoras de
ajenas“razones de estado”en los centros del imperio. Y todo ello ha
hecho olvidar que todo cambio social y político radical lleva implícita
la concepción de CONTRAPODER ; aquella idea de K.Marx de que la vieja
sociedad lleva en su interior la nueva sociedad que nacerá tras el parto
revolucionario.
Asumiendo todo el reduccionismo y manipulación democráticos que suponen las vias parlamentarias , no podemos dejar de valorar los aspectos positivos , cuya utilización nos ayuda en la consecución de alianzas tácticas progresivas y en la ruptura del cerco mediático. Son formas de democracia insuficientes y viciadas que debemos saber utilizar para tomar aliento. La propia historia de la revolución boltxevike nos enseña que tanto en la participación como en el boicot electoral, según el momento, se dieron pasos decisivos hacia el estallido revolucionario.
Y ahí radica el papel fundamental de la ORGANIZACIÓN en todo proceso
estratégico. La necesidad de polarizar la acción de la multiplicidad de
frentes, es la necesidad de que el PUEBLO TRAJADOR VASCO , único sujeto
estratégico, organizado en contrapoder, decida con su propio estado
mayor la unificación estratégica de todos los frentes de lucha.
La historia de la revolución nos acerca al viejo problema del reformismo
En los últimos años del siglo XIX y tras más de una década de clandestinidad, el partido socialdemócrata (PSD) alemán contaba con una poderosa organización obrera que, tras su legalización, obtuvo importantes resultados electorales, en un escenario de fuerte crecimiento económico.
En los últimos años del siglo XIX y tras más de una década de clandestinidad, el partido socialdemócrata (PSD) alemán contaba con una poderosa organización obrera que, tras su legalización, obtuvo importantes resultados electorales, en un escenario de fuerte crecimiento económico.
Hasta 1894 su política parlamentaria había sido “ni un hombre, ni un
centavo para el sistema” entendiendo que los presupuestos públicos,
contribuidos por los trabajadores, se aplicaban a mantener contra ellos
la dominación del Estado capitalista alemán. En el Congreso del PSD de
ese año fueron derrotadas las posiciones que exigían prohibir a sus
representantes institucionales votar a favor de cualquier presupuesto
federal, provincial o municipal.
Las posiciones liquidacionistas negadoras del valor subjetivo en la
construcción de la historia iniciadas por Bernstein plantearon en el
seno de la socialdemocracia
1-que la revolución era imposible e innecesaria
2-La construcción del socialismo mediante reformas parciales y
mejoras sucesivas conseguidas mediante la lucha parlamentaria y
sindical.
Rosa Luxemburgo responde a Bernstein enseñando a sumar , dialécticamente:
¿Podemos contraponer la revolución social, la transformación del orden imperante – nuestro objetivo final – a la reforma social? De ninguna manera..….Entre la reforma social y la revolución existe, para la socialdemocracia, un vínculo indisoluble. La lucha por reformas es el medio; la revolución social, el fin”.
¿Podemos contraponer la revolución social, la transformación del orden imperante – nuestro objetivo final – a la reforma social? De ninguna manera..….Entre la reforma social y la revolución existe, para la socialdemocracia, un vínculo indisoluble. La lucha por reformas es el medio; la revolución social, el fin”.
Quienes eligieron contemplar desde afuera, una sociedad movida por un
extraño fatalismo histórico, ajeno a la voluntad revolucionaria, y que
consecuentemente asumieron el parlamentarismo , han acabado defendiendo
sumisamente el viejo estado desde aquel 1914 en que aprobaron
parlamentariamente los presupuestos de guerra . Es el momento en que los
llamados socialistas, eligen el camino de la reforma del sistema
capitalista aceptando consecuentemente su estado, y convirtiédose en
pilar definitivo del sistema.
Los “llamados socialistas”, con Bernstein a la cabeza, mantuvieron
que la lucha sindical y parlamentaria. contribuían a reducir
gradualmente la explotación capitalista, partiendo de la base de la
imposibilidad e inutilidad de la conquista del poder político.
La respuesta a la argumentación reformista venía adelantada desde
1848 en el propio Manifiesto Comunista, según el cual, la clase obrera a
través de sus luchas puede conseguir victorias parciales que pueden
traducirse en mejores salarios, reducción de la jornada laboral, mejoras
sociales, etc, pero que esos avances son transitorios porque el capital
los digiere rápidamente. Lo realmente trascendente, plantean Marx y
Engels es que, a través de esas luchas, el proletariado aumente su nivel
de conciencia y su capacidad de organización, hacia el objetivo de la
conquista del poder político.
Ese debate teórico de finales del siglo XIX, concluyó dramáticamente
dos décadas después. Las posiciones deterministas de Bernstein tomaron
cuerpo en la decisión de las direcciones políticas y de los grupos
parlamentarios de la socialdemocracia en 1914 de votar los presupuestos
de guerra, de alinearse con las burguesías respectivas en la primera
Guerra Mundial, abandonando el internacionalismo de clase y todo
planteamiento revolucionario.
La ruptura de la II Internacional se consumó con la participación en
los gobiernos respectivos de los partidos socialdemócratas. Suponía la
aceptación del estado burgués y consecuentemente la renuncia a la
revolución.
El Manifiesto Comunista había planteado por primera vez que el Estado
jamás es neutral y que, por tanto, los revolucionarios no se pueden
plantear utilizarlo “para otros fines” dejándolo intacto.
Marx en “La Guerra Civil en Francia” caracteriza al Estado como la maquinaria de guerra del capital contra el trabajo. Engels lo define como “fuerza especial de represión de un puñado de burgueses contra millones de trabajadores”.
Marx en “La Guerra Civil en Francia” caracteriza al Estado como la maquinaria de guerra del capital contra el trabajo. Engels lo define como “fuerza especial de represión de un puñado de burgueses contra millones de trabajadores”.
La idea de CONTRAPODER vá indisolublemente unida a la construcción de una sociedad alternativa frente a la violencia del estado.
Desde el estado , buque insignia del sistema, hasta el primer
ayuntamiento o el comité de empresa tenemos una amplia clasificación de
instituciones, desde las más propias hasta las más ajenas, en las que su
finalidad y la posible participación popular , marcan la necesidad. La
experiencia histórica de los últimos 200 años y especialmente la
reciente, nos ha enseñado la importancia de las instituciones
dependientes de una democracia más directa , como núcleos de
concentración de poder popular , espacios liberados , imprescindibles
para la construcción de una Euskal Herria alternativa.
El 17 de Enero decía Arnaldo en Donosti: Hace 30 años nos invitaban a
participar en las instituciones, dentro de su proyecto de asimilación.
¿Por qué 30 años después no nos quieren? Sólo hay una respuesta: porque
hemos sabido estar en las instituciones sin institucionalizar nuestra
actitud, porque somos un testigo y una alternativa incómoda. A pesar de
eso, hemos sido capaces de mantener estructurada una base social y hemos
hecho intentos ímprobos por estar en las elecciones. No se ha producido
el desmembramiento de la izquierda abertzale.
Y en estos momentos en que una crisis estructural que pone en
cuestión todos los avances del capitalismo golpeando ya directamente
sobre las espaldas del pueblo trabajador; el avance de la pobreza exige
inmediatas soluciones y recogiendo datos del colectivo ELKARTZEN en su
crítica a los presupuestos del 2009 en Hegoeuskalherria ( CAV y CF ) que
delatan un modelo ultraneoliberal ahondando gravemente en las
desigualdades sociales y territoriales . En consecuencia urge un cambio
de rumbo inmediato hacia:
1-Un conjunto de valores y principios alternativos que
comiencen a dar prioridad a las necesidades socioeconómicas de los
grupos más vulnerables, en los que siempre las mujeres son mayoría
2-Objetivos democratizadores del proceso presupuestario,
3-Reestructurar los ingresos y los gastos para promover la
igualdad. Dotando de un instrumento crítico para controlar el destino
del gasto (a que grupo y clase favorece)
4-Impulsar las opciones de la ciudadanía para participar en forma
real en temas de los que hasta ahora ha estado excluida. Reforzando la
participación de los grupos sociales en el proceso de toma de decisiones
político-económicas
Por ello desde los grupos sociales debemos poner en evidencia la
necesidad de democratizar el Sector Público, a través de la colaboración
entre los diversos agentes sociales, económicos y políticos que
conforman la sociedad en un proceso de consolidación de Presupuestos
participativos. Esta cooperación se vuelve imprescindible si se quiere
avanzar hacia la construcción de una democracia real en la que la
participación social sea un elemento básico a favor del bienestar de la
comunidad.
Todos los grupos sociales tenemos un papel importante a jugar a la
hora de despertar conciencias y formar a la población para que influya a
favor de la justicia y la igualdad en el gobierno público y en los
presupuestos. La cooperación necesaria para afrontar este reto nos
parece un punto muy favorable, que permite diseñar estrategias en red
que ayudan a abrir nuevos caminos para avanzar.
Pero a la vez que los movimientos sociales incidimos cada vez más en
la denuncia y en las alternativas constructivas, las instituciones
publicas asimilan la critica de los movimientos sociales y populares
contra sus presupuestos al servicio de la oligarquía económica, y como
en tantas otras áreas, con un ingente equipo de asesores de
comunicación, se apropian de nuestro lenguaje para envolver su mensaje.
Siempre los avances cuantitativos han sido preliminares de todo salto cualitativo. Y la continuidad de la carrera viene completada por los cambios de ritmo.
Es a partir de nuestra estrategia hacia la independencia y el socialismo en E.H. como podemos entender y explicar nuestras decisiones tácticas en la participación de las instituciones del modelo parlamentario. Por ello frente a los acartonados planteamientos de quienes exigen elegir “o dentro o fuera” nuestra actitud es desde dentro y desde fuera hasta la ruptura total.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR TU OPINION-THANKS FOR YOUR OPINION