La sanidad de Cospedal: una nicaragüense fallece
en el hospital de Toledo tras cuatro horas sin ser atendida
La mujer, de 30 años de edad, no tenía “papeles”
y estuvo agonizando en la sala de espera, sentada en una silla, en
compañía de una amiga
“Ahorita, por favor, mi amiga se encuentra muy mal, le duele
la parte derecha del cerebro; no ve, la mirada la tiene muy cristalina y
vomita algo muy oscuro…por favor, ayúdenme”. Declaraciones realizadas
al PLURAL.COM por Adriana, amiga de Janeth Beltrán Martínez, una joven
nicaragüense, de 30 años de edad, que falleció en la noche del viernes,
23 de mayo, en el servicio de Urgencias del hospital toledano Virgen de
la Salud, tras permanecer más de cuatro horas sin ser atendida por un
médico.
“Llegamos a las 18,20 y nos atendieron sobre las 23 horas”
Adriana, con lágrimas en los ojos y con la voz entrecortada, proseguía su relato: “Llegamos sobre las 18,20 horas del viernes y nos presentamos ante la ventanilla para decirle al chico que no teníamos cartilla sanitaria; él nos dijo que le dejáramos el pasaporte y enseguida nos condujeron a la sala de espera”, añade, “al principio no me dejaban entrar, pero les dije que le dolía mucho la cabeza y que no veía apenas y, entonces, me permitieron estar con ella”, para seguidamente sentenciar: “Allí estuvimos hasta las 23 horas aproximadamente, sin que ningún médico la viera y eso que estuve pidiendo ayuda durante largas cuatro horas”.
Adriana, con lágrimas en los ojos y con la voz entrecortada, proseguía su relato: “Llegamos sobre las 18,20 horas del viernes y nos presentamos ante la ventanilla para decirle al chico que no teníamos cartilla sanitaria; él nos dijo que le dejáramos el pasaporte y enseguida nos condujeron a la sala de espera”, añade, “al principio no me dejaban entrar, pero les dije que le dolía mucho la cabeza y que no veía apenas y, entonces, me permitieron estar con ella”, para seguidamente sentenciar: “Allí estuvimos hasta las 23 horas aproximadamente, sin que ningún médico la viera y eso que estuve pidiendo ayuda durante largas cuatro horas”.
“Había gente, pero nadie tan enferma como Janeth”
La amiga de Janeth no logra entender por qué no fue atendida inmediatamente. “Se comportaron como unos negligentes; sí, es cierto, había más gente en la sala, pero le aseguro que nadie estaba tan malita como Janeth, que no paraba de gemir sobre mi regazo, repitiendo constantemente que le dolía mucho la cabeza, que no veía nada y echando una saliva sospechosa”. Ante este alarmante cuadro clínico, Adriana pedía constantemente la “ayuda a enfermeros: “Por favor, hagan algo, mi amiga está vomitando…me dieron una bolsa de plástico y le restaron importancia”.
La amiga de Janeth no logra entender por qué no fue atendida inmediatamente. “Se comportaron como unos negligentes; sí, es cierto, había más gente en la sala, pero le aseguro que nadie estaba tan malita como Janeth, que no paraba de gemir sobre mi regazo, repitiendo constantemente que le dolía mucho la cabeza, que no veía nada y echando una saliva sospechosa”. Ante este alarmante cuadro clínico, Adriana pedía constantemente la “ayuda a enfermeros: “Por favor, hagan algo, mi amiga está vomitando…me dieron una bolsa de plástico y le restaron importancia”.
“Decidí llevármela a otro hospital”
“Yo vengo de Cantabria y nunca había visto algo igual”, declara a este periódico la amiga de la fallecida, natural de Managua. “Sobre las 22 horas salí fuera porque mi marido estaba esperando en la puerta y decimos llevárnosla a otro lugar para que la atendieran”, agrega, “volví a entrar y la cogí como pude, a rastras, pero cuando llegábamos a la puerta una enfermera nos paró y me dijo que dónde iba; yo le respondí, a otro sitio menos negligente, pero me disuadió y al verla en tan mal estado la echaron en una camilla, la metieron en un pequeña habitación y empezaron a entubarla…me mandaron a la sala de espera”.
“Yo vengo de Cantabria y nunca había visto algo igual”, declara a este periódico la amiga de la fallecida, natural de Managua. “Sobre las 22 horas salí fuera porque mi marido estaba esperando en la puerta y decimos llevárnosla a otro lugar para que la atendieran”, agrega, “volví a entrar y la cogí como pude, a rastras, pero cuando llegábamos a la puerta una enfermera nos paró y me dijo que dónde iba; yo le respondí, a otro sitio menos negligente, pero me disuadió y al verla en tan mal estado la echaron en una camilla, la metieron en un pequeña habitación y empezaron a entubarla…me mandaron a la sala de espera”.
“Se le paró el corazón”
“Al rato me hicieron llamar para subir a la UCI y una doctora salió y me anunció su muerte, asegurando que se le había parado el corazón y que no respondía a la reanimación”. Eran las 23 horas y Janeth, después de permanecer más de cuatro horas sin ser atendida, con fuertes dolores de cabeza, sin visión, vomitando y convulsionando, fallecía tras una lenta agonía en la sala de espera de Urgencias del polémico hospital toledano, que un día sí y otro también aparece en los medios por su tercermundista atención, fruto de los recortes llevados a cabo por el Gobierno que preside María Dolores Cospedal.
“Al rato me hicieron llamar para subir a la UCI y una doctora salió y me anunció su muerte, asegurando que se le había parado el corazón y que no respondía a la reanimación”. Eran las 23 horas y Janeth, después de permanecer más de cuatro horas sin ser atendida, con fuertes dolores de cabeza, sin visión, vomitando y convulsionando, fallecía tras una lenta agonía en la sala de espera de Urgencias del polémico hospital toledano, que un día sí y otro también aparece en los medios por su tercermundista atención, fruto de los recortes llevados a cabo por el Gobierno que preside María Dolores Cospedal.
Fotos en facebook y sin dinero para repatriarla
“Me dieron sus pertenencias en una bolsa y la llevaron al tanatorio, pero como su familia no tenía los 900 euros que nos pidieron se encuentra en una pequeña sala no acta para el velatorio”, finaliza diciendo. La familia, residente en Managua, ha colgado en su página de Facebook fotos del velatorio y carece de ingresos para pagar la incineración o para trasladar los restos mortales hasta el país centroamericano.
“Me dieron sus pertenencias en una bolsa y la llevaron al tanatorio, pero como su familia no tenía los 900 euros que nos pidieron se encuentra en una pequeña sala no acta para el velatorio”, finaliza diciendo. La familia, residente en Managua, ha colgado en su página de Facebook fotos del velatorio y carece de ingresos para pagar la incineración o para trasladar los restos mortales hasta el país centroamericano.
El hospital, guarda silencio
ELPLURAL.COM intentó a lo largo de la tarde de ayer hablar con algún responsable del hospital Virgen de la Salud, y ante nuestra insistencia nos pusieron al habla con la doctora jefa de guardia, que se limitó a confirmar que “ayer (por el viernes) hubo un incidente con una paciente que ingresó y falleció”. La doctora nos remitió al lunes y a utilizar los “cauces reglamentarios”. Es curioso porque a la misma hora que fallecía Janeth Beltrán Martínez, la presidenta de Castilla-La Mancha participaba en Madrid en el mitin de cierre de campaña, contándonos a todos lo “bien” que va España.
ELPLURAL.COM intentó a lo largo de la tarde de ayer hablar con algún responsable del hospital Virgen de la Salud, y ante nuestra insistencia nos pusieron al habla con la doctora jefa de guardia, que se limitó a confirmar que “ayer (por el viernes) hubo un incidente con una paciente que ingresó y falleció”. La doctora nos remitió al lunes y a utilizar los “cauces reglamentarios”. Es curioso porque a la misma hora que fallecía Janeth Beltrán Martínez, la presidenta de Castilla-La Mancha participaba en Madrid en el mitin de cierre de campaña, contándonos a todos lo “bien” que va España.
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