Es una realidad cada día mas inocultable, que las grandes corporaciones financieras y empresariales, lo que llamamos de forma genérica el poder económico, tienen cooptado al poder político y a las burocracias dirigentes a través de la financiación de sus partidos políticos, la contratación de estos altos cargos para sus grandes empresas o Bancos, y otras formas de chantaje y corrupción habituales en las "democracias" capitalistas. Es necesario para ello contar con la complicidad activa e imprescindible de los grandes medios de comunicación, motivo por el cual las grandes corporaciones y los grandes capitalistas son las propietarios de los grandes canales de televisión, las emisoras de radio y la prensa escrita más importantes del mundo. Pero para alcanzar sus objetivos puramente mercantilistas, este poder económico dominante que es quien dirige realmente a los gobiernos títeres occidentales y a sus gobiernos "aliados", necesitan además contar con la colaboración de otros organismos e instituciones (públicas y privadas) supuestamente "independientes" pero a los también manejan en función de sus espurios intereses privados. Este es el caso de muchas "organizaciones no gubernamentales" (ONG) que bajo el falso argumento de la defensa de los Derechos Humanos o la democracia actúan como cómplices de muchas de las acciones criminales de tipo imperialista o neocolonialista que ejecutan los gobiernos títeres occidentales bajo las órdenes del poder económico. (Para ampliar la información sobre estas ONGs recomiendo ver este dossier del investigador Mikel Itulain)
En este caso concreto quiero hablar de la organización Human Rights Wacth (HRW)
a raíz de unas recientes declaraciones de Rachel Denber, directora
adjunta del Departamento para Europa y Asia Central de dicha
organización. El medio Russia Today
recogía el pasado día 24 de mayo unas declaraciones suyas en las que
"duda" de las investigaciones que la Junta golpista de Kiev está
llevando a cabo sobre los crímenes cometidos en Odesa el pasado 2 de
mayo cuando fueron asesinadas y quemadas vivas decenas de personas en la
Casa de los Sindicatos:
"La tendencia del Gobierno (de Kiev) de justificar los crímenes de los partidarios de la unidad (de Ucrania) no inspira confianza, por lo menos. El HRW seguirá de cerca la investigación, y llamaremos a la comunidad internacional a estudiar cuidadosamente todo esto (...) Estos graves delitos requieren una investigación seria, imparcial y exhaustiva. Entendemos que se están llevando a cabo cuatro investigaciones, pero aquí lo más importante no es el número, sino la claridad y eficacia en llevar a los responsables ante la justicia"
Lo primero que llama la atención es que utiliza el término
"gobierno" para referirse a la Junta civil-militar neonazi que EE.UU y
la UE colocaron el poder a través de un golpe de Estado. Una Junta que
está atentando contra la población civil y cometiendo asesinatos
selectivos en el sureste de Ucrania. No es esta una cuestión meramente
ortográfica, puesto que al emplear el término "gobierno" se le está
otorgando intencionadamente a la Junta golpista una legitimidad
democrática y una autoridad moral de la que carecen absolutamente los
neonazis títeres de occidente en Kiev. ¿Por qué en este caso no se
utiliza el término "régimen" como hacen para referirse a Venezuela,
Siria, Cuba, etc.? (para entender la utilización malintencionada de un
término y otro leer el artículo "Sobre regímenes y gobiernos" ,- de Atilio Boron).
Denber utiliza también el término "partidarios de la unidad" para
referirse a los criminales del Sector Derecho y demás mercenarios que
cometieron los crímenes de Odesa. ¿No sería más correcto y apegado a la
realidad llamarlos nazis y asesinos? Pero lo que resulta más indignante
es que Rachel Denber en nombre de una organización de la envergadura de
HRW afirme a estas alturas que existen "dudas" sobre la investigación y
los sucesos de Odesa. ¿Dudas? No hay ninguna "duda" al respecto. Existen
suficientes pruebas, informes, testimonios, vídeos, etc. que muestran
quiénes cometieron esos crímenes y que éstos además fueron planificados
desde la propia Junta golpista de Kiev, la misma que está "investigando"
los crímenes y que ha emitido un primer informe totalmente insultante
sobre los crímenes que se cometieron en Odesa. Llegan a decir que fueron
las mismas víctimas, los "pro-rusos", las que incendiaron la Casa de
los Sindicatos. (leer La masacre de Odesa fue organizada en la cúpula del régimen ucraniano ,- Red Voltaire)
En vez de dispersarse por la ciudad, muchos cayeron en la trampa de los provocadores y buscaron refugio en la Casa de los Sindicatos. Algunos bajaron a los sótanos, de donde nadie logró salir vivo. Allí fueron torturados, asesinados y despedazados a machetazos. Otros buscaron refugio en diferentes pisos. Pero los asesinos traían una especie de mezcla de gasolina y napalm que produce un veneno mortal a base de monóxido de carbono. Varios químicos habían concebido ese coctel mortal en la plaza Maidan de Kiev. Pero no lo utilizaron allí. Fue en Odesa donde se experimentó por vez primera el uso de ese preparado. No hubo ningún accidente: había que perpetrar una masacre de grandes proporciones, capaz de aterrorizar al país entero.
Ya en otro artículo publicado en la página de HRW el pasado 18 de marzo titulado "Crimea: fuerzas ilegales están detrás de ataques y "desapariciones",
Rachel Denber dejaba claro que su postura sobre Ucrania no es
precisamente imparcial. En este artículo, que por cierto es el único
artículo reciente sobre Ucrania que se podía encontrar en la página de
HRW en español (el último era del 12 de mayo de 2011), se responsabiliza
a las autoridades de Crimea de ser las responsables de "los crímenes
que no están siendo investigados ni castigados, como si hubiese un vacío
legal". En Crimea HRW acusa a las autoridades democráticas de ser los
responsables de lo que llama "crímenes" cometidos por los
"autodefensas"; sin embargo en Odesa la Junta de Kiev según HRW no tiene
ninguna responsabilidad en los crímenes cometidos, a pesar de las
contundentes pruebas y evidencias existentes que demuestran lo
contrario. En el artículo se llama "activistas" a los criminales
mercenarios y neonazis que trataron de impedir que se celebrara el
referéndum en Crimea sobre su anexión a Rusia, algo que finalmente se
produjo. Su doble rasero en unos casos y otros, en unos países y otros,
según convenga a los intereses de occidente es de un descaro
inaguantable.
Estas declaraciones no son un hecho aislado o la opinión personal de
unos miembros concretos que actúan al margen de HRW, sino que forman
parte de la naturaleza política e ideológica de dicha organización. Si
observamos quienes son, cómo actúan y para quién trabajan algunos de los
dirigentes de esta organización "humanitaria" no harán falta muchas más
explicaciones para entender a qué intereses responden sus informes y
sus opiniones, que no es otro que a la política exterior del gobierno de
EE.UU y por tanto a los intereses de las grandes corporaciones
occidentales. Veamos algunos ejemplos escandalosos que extraigo del
artículo La Hipocresía de Human Ritghs Wacth, del activista y escritor Keane Bhatt:
- En el verano de 2013 el director ejecutivo de Human Rigths Wacth,
Kenneth Roth, hacía declaraciones públicas animando a Obama a bombardear
Siria y a no quedarse en una intervención solamente "simbólica": "¿se conformará con el simbolismo o hará algo que ayudará a proteger a la población civil?". Su falta de imparcialidad y su talante quedó de manifiesto en una entrevista concedida a RT en septiembre de 2013 (por cierto, que una entrevista así sería impensable en un medio español):
¿Ustedes [Rusia] condenarán las atrocidades de Al Assad? No. ¿Ustedes condenarán los bombardeos a gran escala y los ataques contra la población civil en las zonas controladas por los rebeles? No. ¿Ustedes enviarán a los delincuentes de ambas partes al Tribunal Penal Internacional? No. Por el veto ruso en el Consejo de Seguridad nadie confía ahora en Rusia. Yo quisiera que todo fuera diferente, que Rusia actuara como un juez justo, pero ahora es solo un país que dice 'No'. Si hubiéramos juzgado a Al Assad en un Tribunal Internacional, no tendríamos que bombardear a nadie.
- Tom Malinowski, director de comunicación de HRW en Washington, también
llegó a justificar la política criminal de EE.UU respecto a las
"extradiciones secretas" (como las que se llevan a cabo con los presos
de Guantánamo): "en determinadas circunstancias hay un papel legítimo de
las extradiciones secretas". Más tarde, en julio de 2013, el mismo
Malinowski fue nombrado subsecretario de Estado para la Democracia, los
Derechos Humanos y el Trabajo (DRL) por el gobierno de Obama, el mismo
gobierno que todas las semanas se reune (en los llamados "Martes del
Terrorismo") para planear asesinatos extrajudiciales alrededor del
planeta mediante el uso de "drones". Tiempo antes Tom Malinowski
ya había trabajado como asesor de la secretaria de Estado Madeline
Albright y del Consejo Nacional de Seguridad de la Casa Blanca, o como
asistente especial de Bill Clinton, otro criminal.
- Susan Manilow, vicepresidenta de la Junta Directiva de HRW, se
describe a sí misma como "una vieja amiga de Bill Clinton" que ayudó a
administrar las finanzas de su campaña electoral. HRW firmó en su
momento una carta dirigida al presidente Clinton en la que pedía el
enjuiciamiento del presidente yugoslavo Slobodan Milošević por cometer
crímenes de guerra; sin embargo HRW no hizo lo mismo a la hora de
responsabilizar a Clinton por los bombardeos de la OTAN sobre Yugoslavia que causaron la muerte de 2.000 civiles.
- Bruce Rabb, miembro de la Junta Directiva de Human Rights Watch,
anuncia en su biografía que "se desempeñó como asistente de personal del
presidente Richard Nixon" de 1969 a 1970: el período en que esa
administración arrasó con bombas, secreta e ilegalmente, a Camboya y
Laos.
- Miguel Díaz, miembro del Comité Asesor de la división de HRW para las
Americas, es un ex-funcionario de la Agencia Central de Inteligencia
(CIA). A partir de 2012, Díaz comenzó a
trabajar para el DRL de la Secretaría de Estado, el mismo organismo que
ahora será supervisado por Malinowski, ex-director de comunicación de
HRW citado anteriormente.
- Myles Frechette, miembro actual del Comité Asesor de la División para
las Américas, fue "representante comercial asistente de EE.UU para
Latinoamérica y el Caribe de 1990 a 1993" y embajador de los EE.UU en
Colombia de 1994 a 1997. Frechette fue más tarde "director ejecutivo de
del grupo North American-Peruvian Business Council [Consejo empresarial
peruano-norteamericano] y defendió los intereses de sus financistas ante
el Congreso". Su organización recibió financiación de corporaciones
como Newmont Mining, Barrick Gold, Caterpillar, Continental Airlines,
J.P. Morgan, ExxonMobil, Patton Boggs y Texaco.
- Michael Shifter, quien también es miembro en la actualidad del Comité
Asesor de HRW Americas, dirigió el programa de Latinoamérica y el Caribe
para la National Endowment for Democracy (NED). Ahora preside un centro
de políticas conocido con el nombre de Inter-American Dialogue
financiado por organismos como la Agencia de los Estados Unidos para el
Desarrollo Internacional (USAID), las embajadas del Canadá, Alemania,
Guatemala, México y España, así como de empresas tales como Chevron,
ExxonMobil, J.P. Morgan, Microsoft, Coca-Cola, Boeing y Western Unión.
- Algunos otros dirigentes de HRW son banqueros inversionistas, como
"los copresidentes de la Junta Directiva Joel Motley, de Public Capital
Advisors, LLC, y Hassan Elmasry, de Independent Franchise Partners, LLP.
John Studzinski, vicepresidente de la Junta, es director de alta
gerencia del grupo Blackstone, una firma de valores privados fundada por
Peter G. Peterson, el multimillonario que con saña ha intentado
destruir la Seguridad Social y el Medicare". O Julien J. Studley, el
vicepresidente del Comité Asesor para las Américas, un millonario del
sector inmobiliario de Nueva York.
(Este es Kenneth Roth, el director ejecutivo de HRW que defiende los bombardeos humanitarios contra civiles)
Ya ven que las puertas giratorias también funcionan en el caso
de algunas ONGs. Después de saber todo esto, ¿podemos seguir confiando
en los informes que emiten organizaciones como Human Rights Wacth? Esta y
algunas otras muchas ONGs como Amnistía Internacional, Reporteros Sin
Fronteras, etc. tienen poco o nada de "organizaciones humanitarias" o
"no gubernamentales". Más bien ejercen de facto como lobbies de los
gobiernos y las corporaciones occidentales, justificando y apoyando con
sus informes intervenciones militares criminales de las potencias
imperialistas de la OTAN en todo el mundo. Un trabajo sucio previo a las
guerras por el que sus directivos son bien remunerados y recompensados.
Ni más ni menos.
Para terminar quiero destacar algo
que considero muy importante y sobre lo que nadie nos ha informado, como
de costumbre. La ex-secretaria de Estado de EE.UU Madeline Albright
acaba de visitar Ucrania para mostrar su apoyo a la Junta neonazi de
Kiev y más concretamente a su candidata Yulia Timoshenko, y junto a ella
estuvo Ana de Palacio, ex-ministra del PP de Aznar, en representación
del ministerio de Asuntos Exteriores español (ver vídeo y artículo).
¿Algún medio de comunicación español nos ha informado de esto? El
Estado español a través de la OTAN participa de los crímenes fascistas
que se están cometiendo en Ucrania, y en otras muchas parte del mundo.
Y en particular el gobierno del PP apoya explícitamente a la Junta
neonazi de Kiev. Ya en su momento el presidente de Murcia, Ramón
Valcárcel, viajó a Ucrania para apoyar a los golpistas en la plaza Maidan. ¿Son
conscientes de esto los ciudadanos españoles? ¿no deberían discutirse
estos asuntos de tanta importancia en el Parlamento español? ¿han
denunciado esto los partidos de la oposición?
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