No se quieren enterar
Lo llevamos crudo | SER | 30/05/2014
No se enteran. No se dan por aludidos.
Es dramática la incapacidad que muestran las cúpulas de los dos grandes
partidos para leer el mensaje que les han enviado las urnas el pasado
fin de semana. Hay excepciones honrosas dentro del bipartidismo que sí
lo han pillado, pero los aparatos siguen a por uvas y eso que las urnas
son el único mensaje que escuchan, entienden y les importa. Pero este
mensaje no lo quieren entender. No les conviene entenderlo porque les
cuestiona. Es un zas en toda la boca. En su boca.
Ni por esas la cierran y de sus labios
no salen más que sapos y culebras contra esa nueva formación política (y
sus votantes) que les ha dado un codazo en las costillas para hacerse
sitio. Más allá del insulto, al que estamos tristemente acostumbrados,
lo más lamentable es que insisten en los errores que les han llevado a
la mayor caída de votos de su historia. Es especialmente patética la
inopia de los barones y popes del PSOE. Sus votantes les piden
renovación y ellos quieren nombrar a dedo a Susana Díaz, una presidenta
colocada a dedo por la Junta de los ERES falsos, que no ha trabajado
fuera de la política y que no ha sido refrendada por unas elecciones.
Ole, ole y ole. Sus votantes les piden democracia y ellos les dan
nepotismo.
Creen que saben más que nadie y que
están por encima del bien y del mal. Un caso patológico de esta
prepotencia es el gurú Felipe González que ayer presumía de ser “de la
casta” que trajo el progreso a este país, en respuesta a las críticas de
Podemos a los que llamó peligrosos bolivarianos. Felipe parece que
trabaja para el enemigo. Cada vez que abre la boca, el PSOE pierde
votantes. Es uno de los ejemplos más palpables de que el antiguo régimen
está gagá y está grogui.
Es un ejemplo de que el poder se te sube
a la cabeza y te pillas un globo tan grande que dejas de ver el suelo
que pisa la gente corriente. Lo de este hombre no tiene cura. Ni aunque
se gastase en un tratamiento los 125.000 euros anuales que cobra por
aburrirse, como él mismo ha dicho, en Gas Natural. No se dio por aludido
cuando los votantes le echaron de la presidencia después de que dejara
el país arrasado por la corrupción y el terrorismo de Estado. Lo de su
partido tampoco se curará mientras deje hablar a estos faraones
momificados de dudoso pasado sin hacerles ni siquiera una crítica.
Se está construyendo un tiempo nuevo
aunque los del viejo lo quieran echar abajo como ha hecho el alcalde de
Barcelona, Xavier Trías, con el centro social de Can Vies. Este derribo
con nocturnidad es todo un símbolo de estos tiempos: justo después de
las elecciones que piden hacer política de base, el alcalde destruye un
ejemplo de cultura asociativa y de barrio construido durante 17 años. La
respuesta violenta que se ha generado muestra el cansancio que hay
contra este régimen que quiere cargarse el tejido social.
Pero estamos cambiando de piel aunque no
se quieran dar por enterados. No se quieren enterar porque no se
quieren enterrar. Pero el entierro de la vieja política es inevitable y
los que no se enteren serán enterrados con ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR TU OPINION-THANKS FOR YOUR OPINION