La capitán Zaida Cantera |
La capitán Zaida Cantera, que en 2012 logró que condenasen al coronel que le acosaba sexualmente a dos años y diez meses de prisión, ha decidido abandonar el Ejército al no poder soportar la persecución que sufre por parte de compañeros del agresor.
Poco después de que en marzo de 2012 el Tribunal Militar Central condenase al coronel Isidro José de Lezcano-Mújica, Cantera recibió el primer golpe al ser acusada de haber manipulado la fecha de una solicitud de permiso que presentó mientras realizaba el curso de ascenso a comandante, algo castigado con hasta seis años de prisión.
La juez archivó la causa, pero en el auto de archivo dio por sentando que fue la capitán la que alteró la fecha de petición del permiso, por lo que inmediatamente se le abrió un expediente disciplinario por falta grave, sancionado con dos meses de arresto.
La mujer recurrió el auto y aportó un informe caligráfico, pagado de su bolsillo, que demostraba que no era ella la autora de la falsificación. No satisfecha con este informe de parte, la juez pidió opinión a los expertos de la Guardia Civil y ahí saltó la sorpresa: tras ratificar que no podía acreditarse que la capitán fuese la autora de la modificación de la fecha, el informe acreditó que las dos firmas del escrito, una del coronel y otra del teniente coronel, correspondían a la misma persona. Es decir, una de las dos era falsa.
Cantera denunció entonces a cuatro mandos militares de varios hechos que podrían considerarse como persecución laboral y acoso moral. Los denunciados eran el general de brigada Ramón Pardo de Santayana; los coroneles José Luis Sánchez Urbón y Francisco Javier Salas Canalejo y el teniente coronel Fernando Barreras Mejía.
El Juzgado Togado Militar Central número 2 abrió diligencias previas e imputó a los cuatro mandos, pero impuso un ritmo frenético a la instrucción: entre el 23 y el 27 de junio, les tomó declaración (la acusación pidió sin éxito que se grabasen las declaraciones) y el 1 de julio dictó un auto en el que descalificaba la denuncia y desimputaba a todos los mandos, salvo al teniente coronel, hasta comprobar si la firma falsificada era suya.
No menos rápido fue el Tribunal Militar Central. Este 18 de julio, dictó un auto en el que exoneraba definitivamente al general y a los dos coroneles con el argumento de que su conducta no merecía reproche penal y ni siquiera disciplinario. La rapidez del proceso tenía un motivo. El Consejo de Ministros del pasado viernes, el primero tras la desimputación de Pardo de Santayana, acordó su ascenso a general de división.
En el escrito en el que pide su salida del Ejército, Zaida Cantera alega que su situación se ha vuelto "insostenible", con numerosas bajas intermitentes bajo tratamiento psiquiátrico, y que los actos de hostilidad se han incrementado debido a la "impunidad" de los mandos.
Fuentes próximas a la capitán subrayan que hasta que denunció el acoso sexual nunca tuvo ningún problema profesional, y tras su paso por Líbano y Kosovo tenía una hoja de servicios inmaculada y unas calificaciones brillantes. Pero los compañeros del coronel agresor no le han perdonado.
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