Confieso que el solo hecho de ver a Rajoy me produce asco, una sensación de fuerte desagrado, que sin llegar al vómito me instala en la nausea y trastorna mi sistema límbico impidiendo que otras emociones sean procesadas por mi pequeño cerebro. Si además le escucho el asco sube de intensidad hasta alcanzar niveles preocupantes próximos a la fobia.
Su comparecencia televisada de hoy, su frío saludo y la exposición de
sus pretendidos logros me han dejado indiferente, sus declaraciones
relacionadas con el tema económico ya se han convertido en un estribillo
con el que todos los miembros del Gobierno adornan cualquier
declaración. Verdades muy a medias, datos muy manipulados y mentiras muy
evidentes es a lo que el presidente del Gobierno nos tiene no
acostumbrados sino condenados a escuchar. Nos dice que no ha bajado las
pensiones y olvida decirnos que las está pagando con el Fondo de
Reserva, esa "hucha" que entre todos hemos llenado y que por cierto
tiene hoy un 37% menos de fondos que los que tenia cuando él llegó a
Moncloa.
Tampoco nos dice a donde ha ido el espectacular aumento de la Deuda (más de 300.000 millones). La verdad, algunas verdades necesitan de la humildad y Rajoy puede que tenga muchas virtudes, yo no le conozco ninguna, pero desde luego con la humildad ni siquiera alguna vez ha coqueteado.
Tampoco nos dice a donde ha ido el espectacular aumento de la Deuda (más de 300.000 millones). La verdad, algunas verdades necesitan de la humildad y Rajoy puede que tenga muchas virtudes, yo no le conozco ninguna, pero desde luego con la humildad ni siquiera alguna vez ha coqueteado.
Lo que si me ha trastornado ha sido la rueda de prensa posterior, una
rueda de prensa en la que los periodistas no han tenido el coraje
necesario para preguntarle al presidente, en vivo y en directo, las
razones por las que nos miente y de paso asegurarle que, aunque él no lo
crea, los españoles no somos idiotas y que la olla a presión en que ha
convertido este país está a punto de estallar.
Con una actitud chulesca siempre e impertinente a veces, ha ido señalando con el dedo a los periodistas, a los que Moncloa ha permitido asistir, ha escuchado las preguntas y luego ha hecho de todo menos contestarlas. Balones fuera, silencios impresentables, evasivas, más mentiras y más falsa recuperación económica. Una total falta de respeto a los ciudadanos españoles, a Cataluña y a los partidos minoritarios y sin embargo un notable respeto a la banca, a la corrupción y a los corruptos, representado este último e indignante respeto a los corruptos por sus silencios y ademanes despectivos intolerables en el presidente de un Gobierno democrático, pero a los que tienen que acudir por ser su partido parte integrante de la corrupción institucionalizada, aunque él este asunto lo considere un simple "incidente" sin que se la caiga la cara de vergüenza por la consideración y por el asunto.
Nos ha dicho Rajoy que el bipartidismo está instalado en España y que es
estupendo, tal y como lo está y lo es en Gran Bretaña, en Estados
Unidos, en Alemania....Sus asesores, imagino que Arriola, se han vuelto a
equivocar. Desde la feliz muerte de la dictadura, en España nunca se ha
dado el bipartidismo oficial, otra cosa es que solo tres partidos hayan
alternado en el Gobierno y uno de ellos haya desaparecido, pero nuestro
arco parlamentario es rico en diversidad de ideologías. Un arco
parlamentario, además, al que los partidos que han gobernado sin mayoría
absoluta han tenido que acudir para seguir en el gobierno.
Un arco
parlamentario que a poco tardar presentará una composición muy diferente
a la actual, más plural y más democrática. Un parlamento que a
diferencia de los que han existido desde 1977 no será votado
mayoritariamente por vencedores y vencidos. Una sabia nueva, nuestra
juventud será la que sin miedo y en libertad decida quienes se van a
sentar en los escaños. ¡Que más quisieran Rajoy y Sánchez que en España
estuviese instalado el bipartidismo! Precisamente lo que se está
haciendo desde la izquierda es luchar para que el bipartidismo no se
instale, para que las oscuras coaliciones PP-PSOE no se vuelvan a
reproducir a ninguna escala y esa lucha me parece que o está ya ganada o
lo estará muy pronto. Que así sea depende de los ciudadanos más
desfavorecidos y somos legión.
Lo que Rajoy no nos dice es que en realidad él también está en contra
del bipartidismo, lo suyo es el absolutismo, tal y como lo está
demostrando con su forma de gobernar y la falta de respeto a las Cámaras
que suponen los innumerables Decretos-Ley que ha dictado. Si, dictado,
del verbo dictar del que proviene el vocablo dictador:
1.-Gobernante que asume todos los poderes del Estado y que no se somete a control constitucional ni legislativo alguno.
Decretos-Ley o Leyes aprobadas por el rodillo de la mayoría absoluta es
lo más parecido a una dictadura, la diferencia, la gran y magnifica
diferencia es que en nuestro caso, en el caso de Rajoy y su partido,
está en nuestras manos su defenestración política, podemos y debemos
hacerlo y además dentro de muy poco tendremos una oportunidad de oro.
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