Cinco años por el campo sin saber el futuro que le esperaba. Este martes, a las once de la mañana, el animal saldrá de un cajón en una calle de un pueblo y correrá con ganas hacia el campo abierto, su casa de siempre.
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| Elegido es su nombre |
Allí se encontrará con una manada de salvajes a caballo empuñando lanzas para romper su marcha y acorralarlo entre los árboles hasta que alguien le atraviese el cuerpo con el hierro y acabe en el suelo sobre un charco de sangre.
Es el símbolo de la España más negra y más viejuna, que sigue maltratando a los animales ante la desidia o la cobardía de muchos responsables políticos. En este caso, el alcalde socialista José Antonio González Poncela defiende la barbarie que tiene lugar en su pueblo, mientras su nuevo jefe, Pedro Sánchez, se limita a decir que no a él no le gustan los toros.
Su nombre es Elegido y el pueblo se llama Tordesillas, en Valladolid. El evento lo llaman Torneo del Toro de la Vega, una salvajada que también caerá por el empuje de la gente de bien que no entiende cómo alguien puede divertirse maltratando a un animal.
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