Oriol Junqueras ha llamado a la desobediencia civil en Cataluña. ¡Al fin un líder carismático marca el camino revolucionario, aunque ni él mismo se entere de lo que está haciendo! Creo que lo ha enunciado sólo para ir a votar el 9N. Pero, una vez abierta la caja de los truenos, su llamado puede ampliarse y debe ampliarse.
Empezando por la insumisión fiscal al pago de impuestos y tasas en el
propio municipio de Sant Vicenç dels Horts, del que Oriol Junqueras es
alcalde. Siguiendo por la desobediencia autonómica, de la Generalitat de
la que él es diputat. Continuando por la estatal de la que él abomina
(y nosotros también, hipócrita presidente Rajoy y vendedor de crecepelo
Pedro Sánchez)... Y terminando por la europea (Europa representa a los
usureros que nos han hundido en la miseria), en cuyo Parlamento él es
también diputado.
Pocos maman de la política desde tantos presupuestos diferentes y tienen
el valor y la honestidad intelectual (nada de achacarlo torticeramente a
que sus padres sean primos) de pedirnos que desobedezcamos, a pesar de
lo mucho que esa idea le perjudique.
Ciudadanos: Si no queréis llamaros anarquistas, porque os da miedo,
llamaos "jonqueristas". Pero desobedeced civilmente, rebelaos
fiscalmente, no paguéis vuestras hipotecas abusivas, liberaos de los
parásitos. Ocupad pisos vacíos de los bancos, porque ellos se los han
apropiado delictivamente antes, aunque sea con una ley ilegítima en la
mano. Sí, ya sé que os quitan el IRPF del sueldo. Pero haced alguna otra
cosa adicional en negro, preparaos para la quiebra del Estado. Porque
este estado va a quebrar, a estallar, es un barril de dinamita al que
sólo le falta la chispa de un chisquero, y ha llegado del chispeante
chisquero que es Oriol Junqueras.
Nada puede sucederos por ser desobedientes e insumisos, pues Junqueras
ha marcado el camino, igual que el catalán Colom marca con su dedo
índice el de las Américas, desde el Port de Barcelona. Tan sólo puede
pasar que os cunda algo más el dinero. Quizás lleguéis a fin de mes,
incluso.
Organicémonos en pequeños colectivos. Compremos nuestras deudas
impagadas al 10% de su valor nominal, pues a ese precio la están
revendiendo los bancos a las empresas de cobro profesionales.
Creemos una Cooperativa de vivienda social que se encargue de comprar
colectivamente las deudas. Y si los cobradores del frac nos siguen,
tomemos una cerveza con ellos e invitémosles a pagar la ronda. ¡A fin de
cuentas, no pagar las deudas ilegítimas por odiosas es legítimo!
Ciudadanos, auto-convoquémonos para conformar auto-gobiernos como han hecho otros pueblos:
1. En primer lugar, no requerimos de ninguna elección
institucionalizada – que no es otra cosa que la delegación de las
voluntades, no sólo de la voluntad general, la transferencia de la
propia libertad a representantes que usufructúan el poder, resultado de
la expropiación política de las voluntades y libertades - para ejercer
nuestra libertad de decidir de manera consensuada, de conformar formas
de organización, de administración, de composición, de asociación,
llamadas de autogobierno. Es un derecho innato, el ejercicio de este
derecho es la consecuencia de su existencia. Nos respaldamos en lo que
es la vida misma, memoria sensible, capacidad creativa e inteligente.
2. En segundo lugar, ante la larga historia, que parece
interminable, de “malos gobiernos”, es obligación nuestra, en el
ejercicio pleno de nuestros atributos existenciales, vitales, sociales,
culturales y políticos, conformar auto-gobiernos, que podemos llamar
“juntas de buen gobierno”, o, si se quiere, el nombre que decidan los
consensos sociales y políticos autónomos.
3. En tercer lugar, una vez que se tome esta decisión colectiva,
comunitaria, consensuada, la consecuencia inmediata es la anulación de
los mandatos de gobiernos, nacionales, autonómicos, municipales, pues no
pueden convivir en los mismos territorios “juntas de buen gobierno” y
las formas heredadas institucionalizadas de los “malos gobiernos”.
Inmediatamente se les entregará una carta de agradecimiento por sus
malos servicios prestados, invitándoles a trabajar con la azada en los
campos, mientras aprenden cómo se ejercen los auto-gobiernos asociados.
Liberándolos de la espantosa tarea de gobernar desde esa
institucionalidad dominante, oprobiosa, burocrática, corrupta e
inservible, subordinada al Capital.
4. En cuarto lugar, se anulan, inmediatamente todas las leyes
aprobadas por los gobiernos europeo, central y autonómico, se anula la
supuesta legitimidad de todos los actos de la institucionalidad
heredada, dependiente, rentista y burocrática. La historia de esas
instituciones, representadas en el imaginario del Estado, quedarán para
los archivos de historia, las fuentes y registros, para aprendizaje de
las nuevas generaciones de lo que no se debe hacer, para enseñanza de a
lo que lleva la inclinación destructiva por las dominaciones. La vida,
la defensa de la vida, pasa por anular todas las instituciones que
ejercen la violencia abierta y encubierta de las dominaciones.
5. En quinto lugar, las asociaciones de auto-gobiernos, al
recuperar lo común, los bienes comunes, el acceso libre a lo común, al
emancipar lo común de la propiedad privada y pública, que usurparon lo
común, disponen de estos accesos libres a los bienes comunes y sus
ciclos vitales para orientar sus usos, sus consumos, su interacciones,
hacia la armonización de las sociedades humanas con todas las sociedades
no-humanas del planeta y del cosmos. En consecuencia, quedan anuladas
todas las concesiones territoriales, de servicios y geológicas, además
de otras concesiones por el estilo, a las empresas privadas, públicas y
mal llamadas “cooperativas”; remarcándose la anulación de concesiones a
empresas trasnacionales. Estas decisiones autónomas de las asociaciones
de auto-gobiernos están por encima de las leyes estatales e
internacionales del orden mundial, pues emergen de la vida y los ciclos
vitales.
6. En sexto lugar, una de las tareas prioritarias de las
asociaciones de auto-gobiernos es acabar con las desigualdades, las
injusticias, las discriminaciones, las explotaciones, los
patriarcalismos, las depredaciones, los desahucios, los despojamientos y
las contaminaciones contra la madre tierra y los seres múltiples y
diversos de la misma.
7. En séptimo lugar, las asociaciones de auto-gobiernos convocan a
una constituyente autónoma y libertaria, que consensue las
orientaciones iniciales de los auto-gobiernos y territorialidades
integradas, basándose en el libre ejercicio de sus autonomías múltiples,
en distintas escalas y niveles.
8. En octavo lugar, las asociaciones de auto-gobiernos convocan a
todos los pueblos del mundo a hacer lo mismo, a su manera, de la manera
diferente que consensúen sus propias asociaciones de auto-gobiernos. La
perspectiva es avanzar efectivamente al auto-gobierno mundial de los
pueblos.
¡Viva la acracia!
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