Hoy lo han anunciado por fin
Ha sido en TVE la
televisora pública española, es decir la del PP, que antes fuera del
PSOE. Nos anuncian la llegada de la enorme dictadura EEUU-UE. Lo han
dejado caer como si tal cosa y como si fuera cuestión de ayer; sin
embargo llevan meses (si no más tiempo) negociando en secreto una nueva
sociedad donde discrepar de algo que vaya en contra del mercado que
implantará un sistema de mano de obra esclava (ni derechos, ni límites
de horas ni nada de nada), podría ser considerado delito y penalizado
con cárcel, toruras y "lindezas" por el estilo.
La Comisión Europea
presentará mañana (por el 31 de enero, nota de blog) a los Estados
Unidos un borrador de propuesta de "Cooperación Reguladora" de cara a la
octava ronda de negociaciones del TTIP (tratado de libre comercio entre
EE UU y la UE), que tendrá lugar entre el 2 y el 6 de febrero en
Bruselas. En un documento filtrado a organizaciones de la sociedad civil
en la noche de ayer y al que ha tenido acceso Diagonal, la UE detalla
en 16 artículos su propuesta de funcionamiento y alcance de la
cooperación reguladora, un mecanismo que consiste en armonizar las
regulaciones y legislaciones de ambos lados que afecten al comercio, las
inversiones y otros asuntos previstos en el TTIP.
La primera versión de
este borrador fue filtrada el pasado 23 de diciembre, y los gobiernos de
los Estados miembro han tenido tiempo de enviar sus propuestas hasta el
20 de enero. Según explican a Diagonal fuentes cercanas a las
negociaciones, la reunión de la Comisión de Política Comercial del
Consejo de la Unión Europea del pasado 16 de enero fue controvertida, y
en ella se plasmaron las posturas de los distintos países con respecto a
la cooperación reguladora. En esta reunión, en la que varios Estados,
como Austria y Francia, emitieron sus reservas sobre este mecanismo,
España defendió, por el contrario, que la cooperación reguladora tuviera
un mayor alcance.
Aunque en este documento
se afirma que sus objetivos son "reducir la regulación innecesaria" y
"facilitar el comercio y la inversión de manera que apoye los esfuerzos
de las partes para estimular el crecimiento y el empleo, a la vez que
persiguiendo un alto nivel de protección del medio ambiente,
consumidores (...)", las organizaciones de la sociedad civil llevan
tiempo denunciando que provocará una regulación a la baja en cuestiones
como los transgénicos, la seguridad alimentaria o los estándares
laborales y dará "nuevos poderes a las empresas para influir y
coescribir las normativas". Según un análisis del texto realizado por
Kenneth Haar, de la organización CEO, y Max Bank, de LobbyControl, se
trata de "una propuesta estratégica para resolver algunos de los
aspectos más controvertidos del TTIP después de que el tratado esté
acabado y el escrutinio público haya menguado, con una amplia
oportunidad para las grandes empresas de participar en las nuevas
normas".
Uno de los mecanismos a
través de lo que esto sería posible es el Consejo o Cuerpo de
Cooperación Reguladora (RCB, por sus siglas en inglés). Según el último
documento filtrado, este cuerpo, aunque no tendrá el poder de adoptar
legislaciones, se encargará de velar por la implementación de ciertas
medidas de cooperación reguladora en materia de bienes y servicios, la
"consideración de nuevas iniciativas de cooperación reguladora" y la
"preparación de iniciativas conjuntas o propuestas para instrumentos de
regulación internacionales". Además, deberá mantener al menos una
reunión anual abierta a la participación de "grupos de interés" para
intercambiar opiniones sobre el Programa Anual de Cooperación
Reguladora. Entre estos grupos de interés se incluye a "representantes
de los negocios, sindicatos, grupos medioambientales y otras
asociaciones de interés público", pero los grupos de la sociedad civil
contrarios al TTIP denuncian que los grandes beneficiados serán los
grandes poderes económicos y empresariales. "Si tenemos en cuenta que la
inmensa mayoría de los lobbistas en Bruselas representan el mundo de
los negocios, está claro que 'grupos de interés' es otra expresión para
abrir una vía más a los lobbistas corporativos para que influencien el
diseño de políticas", dicen Haar y Bank.
De hecho, ya en octubre
de 2012, Business Europe y la Cámara de Comercio de Estados Unidos, dos
focos del lobby financiero a ambos lados del Atlántico, presentaron un
documento conjunto en el que defendían la cooperación reguladora en
materias como los estándares alimentarios, los químicos y la regulación
financiera. Ambos grupos, que se reunieron en diversas ocasiones con la
Comisión Europea, defendieron que querían "coescribir la regulación".
Es más, el documento
filtrado ahora añade en el artículo 15, apartado 3, que "cualquier
sugerencia concreta recibida de los grupos de interés por una de las
partes deberá ser remitido a la otra parte y deberá recibir una atención
cuidadosa por el grupo de trabajo de ese sector, que deberá presentar
recomendaciones al Consejo de Cooperación Reguladora". El punto añade
que "se deberá dar una respuesta por escrito a los grupos de interés que
presentaron sus visiones generales y osbervaciones o propuestas
concretas sin una demora injustificada".
Además, el documento
hace hincapié en que las propuestas de cooperación presentadas por una
parte deberán ser tenidas en cuenta y respondidas por la otra parte, e
incluso "cada parte deberá comunicar sin demora a sus autoridades
legislativas los comentarios específicos y declaraciones recibidas de la
otra parte concerniente a actos regulatorios que estén siendo
preparados o revisados por esos cuerpos". Según Tom Kucharz, de
Ecologistas en Acción, "los 'diálogos' sugeridos y los mecanismos de
advertencia previa dan a la otra parte negociadora una buena oportunidad
para ejercer presión y vetar cualquier nueva propuesta razonable, si
son vistas como 'obstáculos al comercio'", algo que "puede convertirse
en un factor decisivo y 'congelar' cualquier legislación progresista".
De momento, las
negociaciones siguen en marcha. Mientras que EE UU quiere que este
mecanismo abarque todas las legislaciones de la UE, pero teme que se
aplique a los servicios financieros, en los que la UE tiene unos
estándares más bajos, Bruselas quiere que sólo afecte a las regulaciones
que tienen un impacto directo sobre el comercio. En cualquier caso,
"pese a que la Comisión Europea ha repetido en varias ocasiones que no
se rebajarán estándares ambientales, laborales y sociales, los
documentos filtrados señalan una realidad diferente, con una amplia
disposición por las dos partes a revisar a la baja su legislación (una
profunda desregulación o regulación flexible en el interés de la
industria, la banca, el sistema financiero y los grandes
multinacionales)", explica Kucharz, que añade que "las multinacionales
contarán con un acceso privilegiado a las agencias reguladoras y los
departamentos gubernamentales encargados de las negociaciones o la
supervisión de los tratados comerciales y de inversión".
El Secretario de
Agricultura de EE UU ha señalado en varias ocasiones que uno de los
objetivos de las negociaciones del TTIP es acabar con el llamado
"principio de precaución", algo que, según explica este activista,
abrirá todavía más la puerta a la entrada masiva en la UE de los
transgénicos y a los alimentos tratados con pesticidas y hormonas
actualmente no permitidos de acuerdo a las normas de la UE. Como han ido
dejando patente los documentos filtrados en los últimos meses, este
tratado supondrá también una rebaja en los niveles de protección sobre
sustancias químicas o regulación financiera, y las organizaciones de la
sociedad civil denuncian que acarreará una privatización masiva de
servicios públicos, entre otras consecuencias.
Diagonal
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