El autobús parecía haberse vuelto loco, pero lo que ocurría es que la conductora estaba borracha y no podía controlarlo. Las dos niñas de mayor edad comenzaron a exigirle que detuviese el vehículo y les dejaran bajar, mientras intentaban calmar a los más pequeños durante unos minutos de auténtico terror.
La pesadilla ocurrió en uno de los barrios periféricos de Nueva York en un autobús escolar conducido por Martha Thompson.
La determinación de Gracia Sherzer y Chelsey Pierce para que la conductora detuviese el bus impidió lo que podía haber sido una tragedia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR TU OPINION-THANKS FOR YOUR OPINION