Uno de los incendios callejeros provocados en Roquetas. //IDEAL
Los detalles sobre la chispa que desencadenó este nuevo incendio social en la localidad almeriense de Roquetas de Mar son todavía confusos. Lo que ha trascendido es que un inmigrante guineano de 41 años fue mortalmente apuñalado al parecer por alguien de etnia gitana. Víctima y agresor o agresores son vecinos de las barriadas más deprimidas de Roquetas, como Cortijo de Marín o las 200 Viviendas, situadas en la zona de la carretera de La Mojonera. En Roquetas de Mar, hay unos 25.500 inmigrantes censados, lo que supone un 30,95 por ciento de su población.
Según recoge La Voz de Almería, los hechos se habrían desencadenado sobre las dos de la mañana del viernes cuando dos vehículos ocupados por subsaharianos habrían sido interceptados por los agresores. Una de las personas que viajaban en los vehículos se bajó del coche y recibió dos puñaladas en el abdomen a consecuencia de las cuales murió. El autor o autores del crimen todavía no han sido detenidos.
LA HISTORIA SE REPITE
Ya en septiembre del año 2008, en el barrio de las 200 Viviendas, la muerte de un inmigrante senegalés fue la chispa que ocasionó la quema de viviendas y mobiliario urbano. Ese grave precedente debió alertar a las autoridades gubernamentales, que de inmediato enviaron refuerzos policiales a la zona tras conocerse el apuñalamiento de la madrugada del viernes. Además de la Policía Loca, fueron movilizados agentes de la Guardia Civil de Roquetas de Mar, Aguadulce, Vícar, El Ejido y de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia de Almería, junto a efectivos del Grupo de Reserva y Seguridad de Sevilla y Valencia.
Los hechos de la madrugada de esta Navidad de 2015 se parecen mucho –demasiado- a los incidentes de 2008: la víctima mortal también fue entonces un subsahariano y el agresor también un vecino de etnia gitana; todo ocurrió en el transcurso de una pelea motivada en principio por un ajuste de cuentas relacionado con el tráfico de drogas. Enfurecidos por su muerte, sus compatriotas salieron a la calle, montando barricadas, recibiendo a los bomberos a pedradas e incendiando dos viviendas de familiares del autor del presunto apuñalamiento; todo para pedir que se hiciera justicia a la muerte del senegalés.
Lo ocurrido ahora parece un calco de lo ocurrido hace siete años. Al igual que entonces, al conocerse la noticia de la muerte del guineano suyos se dirigieron una zona en la que residen vecinos de etnia gitana, donde se mantuvieron concentrados durante todo el día de ayer, rompiendo algunos cristales y contenedores. La presencia de las fuerzas de seguridad del Estado impidieron males mayores.
“ERA UN BARRIO ESTUPENDO”
En principio, la situación está bajo control, aunque anoche llegaron a provocarse “fuegos incontrolados” en contenedores y mobiliario urbano en diferentes puntos de la localidad, provocados al parecer por vecinos enemistados con sus vecinos inmigrantes.
Las tensiones entre inmigrantes y autóctonos no son nuevas en uno espacio urbano muy deteriorado y donde las denuncias de inseguridad, drogas, prostitución o deterioro de los espacios públicos no son nuevas.
En diciembre de 2014, vecinos de las calles Géminis y Centauro denunciaban que llevaban más de dos semanas sin luz, lo cual estaba haciendo más irrespirable el clima social de malestar. “La droga y la prostitución campan a sus anchas aquí. Los vecinos no puede seguir sin luz y abandonados”, denunciaba el secretario local del PSOE de Roquetas, Manuel García, quien también recordaba que el barrio no fue siempre así: “Era un barrio estupendo, de gente trabajadora, y que ahora se ha convertido en un gueto, abandonado y que no se cuida”.
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