Armando Otegi Mondragón, entregado por la policía francesa a la española el pasado miércoles, fue llevado ayer por la mañana a presencia del juez Francisco Castro Meije.
Otegi no quiso declarar más que se considera inocente de los cargos que contra él se formulan, y si que hizo constar los malos tratos a que ha sido sometido durante su estancia en dependencias de la Guardia Civil. Otegi aparece en un total de 13 sumarios, repartidos en los juzgados centrales 1 y 2 de la Audiencia Nacional. Todos datan de los años 1979 y 1980.
Según explicó Otegi, la Guardia Civil le dijo que podía declarar, pero eso de declararse inocente, pues que no.
El refugiado entregado denunció que en lugar que él cree que era el cuartel de Intxaurrondo (no puede precisar, pues durante todo el tiempo ha estado con los ojos vendados) , le fueron aplicadas varias “sesiones” de electrodos y fue golpeado. Se le provocaron situaciones de asfixia tanto con las manos como con capuchas y fue sometido a la “bañera” durante mucho rato, según precisó.
Una vez en Madrid, continuaron los malos trato. También hubo electrodos aunque con menos potencia, se repitió la “bañera” y presenta en los brazos señales producidas por quemaduras de cigarrillos.
Otegi perdió el conocimiento en uno de los “interrogatorios” y fue llevado a rastras al calabozo.
Ha sido visto por un medico forense que no ha dejado constancia de las lesiones que presentaba.
Aún ayer cuando pasó ante el juez, eran apreciables ñas señales de quemaduras y numerosas hematomas en diversas partes del cuerpo.
Egin, 14 de julio de 1987
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