Posibilidad de otro accidente nuclear como el de Chernóbil.
Traducción del inglés para Rebelión de Carlos Riba García.
La seguridad de todos los reactores
nucleares del planeta podría estar gravemente comprometida… Lo que hemos
visto en Bélgica es potencialmente devastador para todos los reactores
del mundo debido al aumento del riesgo de fallas generalizadas.
“El descubrimiento de más de 16.000
grietas en la cuba de dos reactores belgas podría tener implicaciones en
la seguridad nuclear mundial”, dice el jefe de seguridad nuclear del
país. Él y algunos expertos independientes han hecho un llamamiento para
la realización inmediata de pruebas en la vasija a presión de los
reactores de todo el mundo.
Se han encontrado miles de grietas en
las vasijas a presión de los reactores nucleares Doel 3 y Tihange 2, de
Bélgica. En la vasija a presión, que es de acero, está el núcleo
altamente radiactivo de las barras de combustible nuclear. Una falla en
estas cubas puede provocar un accidente nuclear catastrófico con una
enorme liberación de radiación.
Las grietas –completamente inesperadas–,
que abarcan la totalidad de las vasijas podrían estar relacionadas con
la corrosión propia de la operación normal del reactor, según los
científicos especializados en materiales, los profesores Walter Bogaerts
y Digby MacDonald.
El profesor MacDonald dijo en la
Televisión Belga: “Las consecuencias pueden ser muy graves: la rotura de
la cuba a presión o la pérdida de líquido refrigerante. Esto
significaría una fuga de líquido… en ese caso, antes de producirse la
rotura de la cuba, se podría ver la salida de vapor a través del
aislamiento térmico [de la vasija]. Mi consejo es que todos las empresas
operadoras de reactores, con la guía de la comisión reguladora,
deberían hacer una inspección ultrasónica de las cubas a presión.
De
todas ellas”.
El profesor Bogaerts agregó: “Si yo
tuviera que hacer un cálculo aproximado, estaría realmente sorprendido
si hubiera ocurrido en cualquier otro lugar… Me temo que la cuestión de
la corrosión ha sido subestimada”.
Jan Bens, director general del ente
regulador nuclear belga, la Agencia Federal para el Control Nuclear
(FANC, por sus siglas en inglés), ha dicho que este puede ser un
problema de la industria nuclear de todo el mundo y que la solución pasa
por empezar a inspeccionar cuidadosamente las 430 centrales nucleares
del planeta.
Una inexplicable fragilidad
El problema se descubrió en el verano de
2012. Después de que se realizaran reconocimientos adicionales que
revelaron una inexplicable y avanzada fragilidad del acero de las
muestras analizadas, los reactores Doel 3 y Tihange 2 están parados
desde el 24 de marzo de 2014.
Al mismo tiempo, Electrabel, la empresa
que opera ambos reactores, descartó que las grietas fueran el resultado
de problemas de fabricación durante su construcción, en Holanda, a
finales de los setenta, sin embargo no proporcionó evidencias que
sustenten esta afirmación.
Asimismo, la FANC declaró que la causa
más probable del problema estaría en la fabricación, no obstante agregó
que podría deberse a otras causas. Después de haber realizado más
pruebas, la FANC ha publicado un informe que confirma que los ensayos
adicionales de 2014 pusieron de manifiesto 13.047 grietas en Doel 3 y
otras 3.149 en Tihange 2.
“En la primavera de 2014, durante el
cumplimiento de las pruebas de material relacionadas con el tema 2, un
examen riguroso de las grietas mostró resultados inesperados, que
sugerían que las propiedades mecánicas del material habían sido
afectadas más intensamente por la radiación de lo que esperaban los
expertos. Inmediatamente, por precaución, ambos reactores fueron
desactivados otra vez.”
A medida que el reactor acumula años de
funcionamiento, la radiación provoca daño –o cristalización– en el acero
de la vasija a presión, mayormente debido a que la constante
irradiación por los neutrones destruye uno a uno los átomos del metal,
induciendo radiactividad y transmutación en otros elementos.
Otro problema es que el hidrógeno del
agua de refrigeración puede penetrar en las grietas de la cuba del
reactor. “El fenómeno es como el que se produce en el invierno en una
carretera, cuando el agua llena las pequeñas grietas en el asfalto, se
congela y expande, rompiendo la calzada”, dice el activista en temas
relacionados con la energía de Greenpeace Bélgica, Eloi Glorieux.
“Aparentemente, el hidrógeno del agua de refrigeración en el interior
del reactor está penetrando en el acero, reaccionando y destruyendo la
cuba a presión desde dentro.”
Glorieux agrega que estos
descubrimientos muestran que “la seguridad de todos los reactores que
están funcionando en el mundo podría estar seriamente comprometida… Lo
que estamos viendo en Bélgica es potencialmente devastador para todos
los reactores nucleares del planeta debido al aumento del riesgo de
fallas catastróficas”.
Es necesaria una acción inmediata para prevenir otra catástrofe
En pasado 15 de febrero, la empresa que
opera los mencionados reactores nucleares, Electrabel (asociada con la
firma GDF/Suez) anunció que debía prepararse para “sacrificar” uno de
sus reactores para realizar nuevas pruebas destructivas* en la cuba a
presión del reactor para poder estudiar el dañino fenómeno hasta ahora
muy poco entendido pero extremadamente preocupante.
Los descubrimientos de Electrabel serán
presentados a la FANC, que a su vez organizará otro encuentro del panel
internacional de expertos para conseguir su asesoramiento con los
resultados de los nuevos ensayos de materiales y la información más
reciente.
Según Electrabel, los hallazgos
corresponden al “Nivel 1 de incidencia en la Escala Internacional de
Acontecimientos Nucleares (INES, por sus siglas en inglés)”, pero la
empresa recalca que el suceso “no tiene impacto alguno en el bienestar o
la salud de sus trabajadores, los residentes del lugar ni la zona
circundante”.
Pero Glorieux desmiente tanta
autocomplacencia: “Mientras nos acercamos al cuarto aniversario del
desastre nuclear de Fukushima, han surgido indicios que exigen acción
inmediata para prevenir una nueva catástrofe. Miles de grietas
desconocidas hasta ahora en los componentes críticos de dos reactores
demuestran la existencia de problemas de seguridad potencialmente
endémicos e importantes en los reactores de todo el mundo.
“Los organismos reguladores de la
industria nuclear mundial deben exigir la inspección de los reactores
tan pronto como sea posible y de ninguna manera más allá de la próxima
parada programada para mantenimiento. Si se descubre la presencia de
daños, los reactores deben permanecer desactivados mientras no pueda
garantizarse la integridad y seguridad de la vasija a presión. Dado el
riesgo de un accidente nuclear grave, el incumplimiento de este
requisito mínimo sería insensato.”
En el mundo existen 435 reactores
comerciales; a mediados de 2014, su antigüedad media era de 28,5 años.
170 de estos reactores (el 44 por ciento del total) han estado
funcionando durante 39 años o más, y 39 llevan funcionado más de 40
años. En 2015, Doel 3 estaba en actividad desde hacía 33 años; y Tihange
2, desde hacía 32 años.
* Un ensayo de materiales puede
realizarse sin dañar el material estudiado o, por el contrario, puede
implicar la destrucción del elemento ensayado. (N. del T.)
Oliver Tikell publica The Ecologist.
Oliver Tickell, The Ecologist | Rebelión | 25 febrero 2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR TU OPINION-THANKS FOR YOUR OPINION